Por Julio Godoy
La "guerra contra el terrorismo" debilitó la vigencia de los derechos humanos a escala mundial, según expertos y activistas que asistieron a una conferencia organizada por la ONU en París.
Inmediatamente después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, "hubo un drástico cambio en la política de los gobiernos al respecto y en relación con la vigilancia de los ciudadanos", dijo Joanne Mariner, directora del área de terrorismo y contraterrorismo de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York.
Ese viraje se basó "en la asunción de que las normas sobre derechos humanos establecidas en convenciones y tratados ya no tenían vigencia", una tendencia que se ha agravado desde entonces, agregó.
Mariner participó la semana pasada en París, junto a unos 2.000 expertos y activistas en derechos humanos, en la Conferencia del Departamento de Información Pública y Organizaciones No Gubernamentales de la ONU.
La reunión anual conmemoró en esta ocasión el 60 aniversario de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban Ki-moon, señaló en un mensaje a los participantes que estaban reunidos "para conmemorar uno de los mayores logros de la humanidad".
Pero la conferencia no estuvo caracterizada por el espíritu de celebración. Estuvo dominada por el sentimiento de que la vigencia de los derechos humanos ha sido debilitada globalmente por la guerra entre "terrorismo y contraterrorismo", tanto a nivel nacional como internacional.
Mariner destacó que la supresión de derechos y garantías individuales en Estados Unidos ha sido sólo una parte de una tendencia global. "Casi 80 países han adoptado leyes antiterroristas desde septiembre de 2001", afirmó.
"Existe un patrón generalizado de supresión de derechos y libertades individuales a través de esas nuevas leyes, que han incrementado notablemente el poder de los gobiernos para investigar, detener y enviar a prisión a personas, con mínima supervisión judicial, mínima transparencia y casi nulas garantías procesales", aseguró.
Mariner y otros participantes responsabilizaron a algunas de las instituciones de la ONU por cooperar con la supresión de los derechos humanos.
En el foro mundial, "el equilibrio de poder en este tema se ha inclinado a favor del Consejo de Seguridad y los cuerpos que ha creado con el fin específico de tratar temas de terrorismo", dijo.
El Consejo de Seguridad ha aprobado una serie de resoluciones, de un marcado "carácter legislativo", requiriendo a los Estados aprobar nuevas leyes contra sospechosos de terrorismo, para controlar los flujos de dinero y en materia de inmigración, comentó Mariner.
Daniel Bekele, director de investigaciones políticas del capítulo etíope de la no gubernamental ActionAid, señaló que un significativo número de países africanos han abusado de su poder para silenciar a organizaciones de la sociedad civil, en particular a las dedicadas al tema de los derechos humanos, con el pretexto de proteger la seguridad nacional, regional e incluso a veces internacional".
En la conferencia también se abordó el tema de la educación como un derecho humano y se consideraron formas de promover el aprendizaje y el diálogo sobre los derechos humanos como un estilo de vida.
Tomado de IPS
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