6 may 2009
Por qué apoyo al Front de Gauche
“Establecer una igualdad real de derechos, defender los servicios públicos y poner por delante la “felicidad de los ciudadanos””
HD.- ¿Qué es lo que le ha movido a apoyar al Front de Gauche ?
GM.- ¡La cuestión de la igualdad ! Ya sabemos lo que puede ser la libertad, sabemos que la fraternidad esta actualmente devaluada en forma de caridad, la verdadera cuestion es la de la igualdad. No importa lo que se diga, en nuestras sociedades, los individuos no son iguales en derecho. La prueba son los “sin” : sin papeles, sin techo, sin trabajo… De hecho, la situación económica y política en Francia y en Europa no permite a todos ejercer los derechos que les son reconocidos formalmente. Por lo tanto están privados de la igualdad de derechos, que debería ser la punta de lanza de todas nuestras decisiones políticas. El Front de Gauche lucha por una visión de Europa donde el beneficio no sea quien dirija a los individuos. Hoy, hay dos visiones del mundo que se oponen real y profundamente : la del liberalismo – un eufemismo para denominar el capitalismo y su barbarie - , que sólo quiere beneficios y a corto plazo, no importa cuales sean los daños para las personas, para la ecología, para el saber, etc. ; y por otro, la defendida por el Front de Gauche, democrática, humanista, donde el bienestar de todos es puesto por delante y, donde, la defensa de los servicios públicos es esencial. Por supuesto, la cuestión de los salarios es muy grave y muy presente actualmente – son de manera evidente, terriblemente bajos- pero esta cuestión de los salarios no puede comprenderse sin la de los servicios públicos. Son éstos los que humanizan las condiciones de vida de los menos adinerados de entre nosotros. Establecer una igualdad real de derechos, defender los servicios públicos y poner por delante la “felicidad de los ciudadanos”, como decía Robespierre, son los tres compromisos que comparto con el Front de Gauche. Pero también, creo con la casi totalidad de los militantes del NPA.
HD.- Precisamente, la izquierda del “no” al Tratado constitucional europeo, también es la del NPA. ¿Por qué ha elegido apoyar la Front de Gaucha antes que al NPA ?
GM.- La decisión del NPA de no aprovechar, en estas elecciones, la oportunidad histórica de una verdadera unión para luchar contra la derecha me ha dejado pasmado. Tanto más cuanto que es una decisión que sólo tiene una lectura electoralista. Esto me parece suicida, estúpido y totalmente incomprensible, ya que sobre Europa, las posiciones del NPA, del PCF y del Parti de Gauche son compatibles en un 99,9%. En un sistema democrático, las alianzas son necesarias para asumir las responsabilidades a las que se aspira. El Front de Gauche asume sus responsabilidades, defiende posiciones con las que estoy absolutamente de acuerdo y está listo para asumir lo que significará el voto de los electores.
HD.- Vivimos actualmente una crisis profunda, económica y financiera. En dos de sus obras, “Le vivants et le Morts” y “Notre part des ténèbres” usted parece haber previsto las reacciones de los asalariados despedidos. ¿Cómo ve la radicalización y la violencia de las reacciones sociales ?
GM.- En mis libros, pienso que he descrito lo real. Lo real, es que a toda reivindicación social, salarial, democrática, el gobierno y el MEDEF (la Patronal, francesa, NDT) responden con la mercantilización de los individuos, del pensamiento, de los saberes y de las artes. Describiendo lo real, no hay necesidad de ser profeta para ver que esto sólo podía conducir a la exasperación creciente de los trabajadores, de los ciudadanos, por lo tanto a su radicalización y a formas de lucha cada vez más violentas. Y me temo, una vez más, si pretender ser profeta, que todavía estemos en los primeros escalones de esta radicalización. Pero, frente a la arrogancia sorda de la derecha en el poder y a aquellos que la sustentan, frente al conjunto del movimiento liberal, neoliberal, capitalista, neocapitalista, a cuya visión del mundo nos oponemos, debemos pelear. En las urnas, por ejemplo, con ocasión de las elecciones europeas, pero también, si es necesario, en las empresas y en la calle.
Gérard Mordillat, escritor y cineasta
Traducción: J.A. Pina
Tomado de L´Humanité
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