9 oct 2009

Intromisión de instituciones y de empresas europeas en el Referendúm Irlandés

El Eurodiputado de IU, denuncia la intromisión de instituciones y de empresas europeas en el Referendúm Irlandés La Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo ha debatido hoy sobre los resultados del referéndum irlandés sobre el Tratado de Lisboa. El eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer realizó una valoración sobre el referéndum celebrado el pasado sábado en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa. Aunque esta vez los electores irlandeses se pronunciaron a favor de la ratificación del texto, recordó que en la anterior ocasión el resultado fue negativo y se preguntó si, en caso de que hubiera sido rechazado de nuevo, se habría vuelto a celebrar otra consulta. En este sentido, se cuestionó las "extrañas reglas del juego" de la construcción europea y señaló, como miembro del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, que su grupo no es "euroescéptico", sino que es "euroexigente", destacando el papel central que debe ocupar en el futuro de la Unión Europea el "respeto por las reglas democráticas y por la ciudadanía". A propósito de la campaña electoral en Irlanda, Willy Meyer recordó que ha estado financiada por importantes empresas, una clara muestra de qué grupos tienen interés en la ratificación del Tratado. Según sus palabras, en esta "arquitectura europea" se anteponen los intereses de estos grupos a lo que debería ser una "Europa más cohesionada, más igualitaria y más social". El eurodiputado de Izquierda Unida señaló el rotundo fracaso de la Estrategia de Lisboa, que no sólo no ha alcanzado los objetivos que se había marcado (un crecimiento anual superior al 3% y la creación de 20 millones de puestos de trabajo, entre otros), sino que ha sumido a los países europeos en la peor situación económica desde 1930. En su opinión, el Tratado de Lisboa lejos de reconocer este estrepitoso fracaso, "blinda un modelo económico", a través de los artículos 43 y 49 que consagra el "dumping social" en la Unión Europea y que hace prevalecer la "libertad de servicios y el mercado desregulado sobre la Europa social". Willy Meyer tuvo la ocasión de interrogar a Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, sobre si se sentía responsable de este fracaso, cuestión a la que respondió negativamente, señalando la política económica de Estados Unidos como la culpable de la crisis. Asimismo, se preguntó cuándo iba a tener la Unión Europea una política exterior propia que no esté marcada por la agenda estadounidense y que no dependa de la administración que ocupe la Casa Blanca, como ha sucedido en el caso de la construcción del escudo antimisiles en la República Checa y en Polonia; una política europea de desarme, alejada de la militarización que propugna el Tratado de Lisboa. Además, recordó que los "euroexigentes" no renuncian al sueño que ya enunciaba Víctor Hugo a mediados del siglo XIX de unos "Estados Europeos Federados" y destacó que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa aún no ha terminado. Tomado de Mundo Obrero

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