17 mar 2010

Entrevista con Khalid Amayreh, periodista palestino

«Como pueblo oprimido, nuestra certeza es ser libres» Mientras que el gobierno israelí evoca la «paz económica» con los Palestinos y que las autoridades israelíes sugieren un reconocimiento de un Estado palestino ficticio —sin territorio, ni soberanía—, nuestra colega Silvia Cattori ha interrogado a uno de los intelectuales más destacados de la Resistencia palestina: Khalid Amayreh. Para él, los Occidentales han entrado en una fase de negación de la realidad colonial en Palestina, percibiendo solamente la imagen que sus informadores palestinos a sueldo le reportan. Silvia Cattori: Usted ha escrito innumerables artículos explicando detalladamente lo que está ocurriendo en Palestina. ¿No se siente desanimado cuando ve que la corriente dominante de los medios occidentales siguen ignorando ampliamente los crímenes de Israel que usted documenta en sus artículos (traducidos a muchas lenguas y difundidos en los medios árabes y en los medios alternativos)? Khalid Amayreh: No, en absoluto, la maldad del régimen israelí nos infunde una determinación aún mayor de mantener la lucha. Por cada crimen asesino cometido por los sionistas, a los que llamo “los nazis de nuestro tiempo”, adquirimos nuevas pruebas de que el final de este malvado régimen es inevitable. No se puede mantener el mal para siempre. Al final se destruirá a sí mismo junto con quienes lo hacen. Esto ocurre con frecuencia debido a factores puramente internos, pero también puede ocurrir a consecuencia de una combinación de factores externos e internos. El hecho de que Israel esté tratando de censurar los mensajes y de castigar a los mensajeros (esto es, a los observadores internacionales y a los activistas de derechos humanos que trabajan en la Palestina ocupada) demuestra que Israel tiene mucho que esconder de los ojos del mundo. Sin embargo, Israel está luchando una batalla perdida, ya que muchos israelíes se han dado cuenta de que la criminalidad sionista no se puede mantener siempre. En un mundo en el que se puede negar todo, hay fuerzas innegables. Y en la tierra, donde nada es seguro, tenemos nuestras certezas. Y como pueblo oprimido nuestra certeza es ser libres. Es cierto que nuestra libertad no está a la vuelta de la esquina, pero, con todo, es una certeza. Silvia Cattori: El engaño está en todas partes. Mientras que las grandes asociaciones de solidaridad con la causa palestina publican inmediatamente todos los artículos de los militantes y periodistas israelíes como Michel Warschawski, Uri Avnery, Amira Hass o Gideon Levy, pocos de sus artículos pasan la censura. Esto demuestra que el discurso en el movimiento de solidaridad es sesgado, que se trunca a voluntad; por supuesto, condenan la ocupación, pero no cuestionan la legitimidad del Estado sionista ni la desposesión y ocupación de Palestina desde 1948, etc. Como si sólo hubiera habido ocupación desde 1967. ¿Es mejor ser judío israelí para ser creíble cuando se informa sobre Palestina e Israel? Khalid Amayreh: Por desgracia, sus observaciones son correctas. Sin embargo, siempre es mejor ver la botella medio llena. Que estas personas no publiquen mis artículos es desafortunado, sin embargo, el hecho de que ellos mismos hayan podido darse cuenta de que Israel está cometiendo crímenes y violando los derechos humanos básicos del pueblo palestino es un acto laudable en sí mismo. Lo que es más importante es que un acto revolucionario no puede ocurrir fuera de su medio histórico y político natural. No podemos esperar simplemente que personas que durante toda su vida han mamado la religión del holocausto se conviertan de pronto al antisionismo. En Francia, como en Estados Unidos y gran parte de Occidente, dar la espalda completamente a Israel y al sionismo significa perder una parte de la propia identidad. Por ello, muchas personas simplemente no están preparadas para experimentar la deseada transformación. Mi impresión personal es que en última instancia la transformación final se producirá cuando la resistencia universal al sionismo se vuelva más profunda e irreversible, y cuando la inutilidad del llamado proceso de paz se haga más evidente, lo cual ya está ocurriendo. Silvia Cattori: Se ha hablado por extenso del asesinato de un cuadro militar de Hamás, Mahmoud al-Mabhouh. La imagen de Israel nunca había estado tan degradada. Pero, ¿no deberíamos constatar que ningún Estado occidental condena la política israelí de asesinatos selectivos de combatientes palestinos? ¿Acaso no demuestra esto que los políticos occidentales no quieren ver la horrible y brutal política del actual primer ministro Benjamin Netanyahu y del ministro de Exteriores Avigdor Lieberman ? Khalid Amayreh: Como ve, la política internacional se parece mucho a una casa de mala reputación. Los principios, incluidos los llamados principios morales, no significan nada frente a la razón de Estado. En los países occidentales los dirigentes y políticos no dejan de afirmar los ideales de libertad, derechos humanos y democracia. Pero cuando estos principios chocan con la experiencia o pasar por una verdadera prueba (como la victoria electoral de Hamás en 2006), se abandonan en nombre del realismo y del pragmatismo. Con el comportamiento de Israel ocurre lo mismo. Israel siempre ha sido una entidad criminal. Y Occidente lo ha secundado. Por ello sería ingenuo esperar que Occidente experimente un repentino despertar de su conciencia sólo porque Israel ha asesinado a un dirigente palestino. Israel siempre ha cometido este tipo de crímenes y Occidente siempre ha vivido con ello. No es, pues, nada extraordinario. Silvia Cattori: ¿Qué medios tienen ustedes para expresar su ira cuando Benjamin Netanyahu reitera que Israel nunca se retirará de Jerusalén Oriental ni volverá a las fronteras de 1967 ni permitirá a los refugiados palestinos retornar a lo que ahora es Israel? Khalid Amayreh: Tiendo a creerle, lo que realmente me convence de la inutilidad de hablar de paz con Israel. Por desgracia, es demasiado tarde para la paz con Israel. Lo que hay ahora es o bien un conflicto indefinido o bien un Estado democrático único en toda la Palestina del Mandato desde el río Jordán hasta el Mediterráneo y en el que a sus habitantes se les considere ciudadanos, independientemente de su religión y origen étnico. No hay ni que decir que esto último es un anatema para Israel puesto que llevaría a la pérdida de la identidad judía de Israel. Silvia Cattori: Tras pedir que se desmembrara Iraq, tras destruir Líbano y Palestina, el régimen israelí quiere ahora atacar a Irán y animar a sus aliados a entrar en esta propaganda de guerra. El gobierno del presidente francés Nicolas Sarkozy es quien claramente está más dispuesto a apoyar a Israel contra Irán. Pero, ¿realmente es Irán el que amenaza a Oriente Medio? Khalid Amayreh: No, Irán no representa en modo alguno una amenaza para Oriente Medio. Irán sigue siendo en gran medida un país del tercer mundo que carece de la habilidad para representar una amenaza para Oriente Medio (y de la inclinación a ello). Además, a diferencia de Israel, en los tiempos modernos Irán no ha emprendido guerras de agresión. En mi opinión, el principal motivo que hay detrás de la histeria occidentalo-israelí contra Irán es garantizar que Israel sigue siendo como es ahora la única superpotencia, indiscutible y a la que nadie desafía, de Oriente Medio. De ahí que toda la palabrería extremadamente fóbica acerca de la posible destrucción de Israel por Irán sea algo más que estupideces. Verdaderamente insulta a la inteligencia de la gente y las personas serias nunca deberían alimentarlo. Israel posee cientos de cabezas y de bombas nucleares además de sistemas para lanzamiento de éstas, lo que significa que amenazar a Israel sería la mayor de las locuras. Alguien podría decir que el dirigente iraní puede ser “demente” pero eso carece de sentido. Un país que ha sido capaz de navegar él solo por las turbulentas corrientes de la política verdaderamente no puede ser demente. De lo que estamos hablando en última instancia es de un potencial desafío a la supremacía israelí en la región, no a su existencia, una condición que ha existido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esto es lo que irrita a Israel y a Occidente. Por lo que se refiere a Sarkozy, obviamente carece de la rectitud de un dirigente honesto. Es una copia europea de George Bush, pero que carece de la enormidad de medios que estaban a disposición de éste. Silvia Cattori: ¿Cómo podría Francia, que desde 2007 está totalmente alineada con Israel, ayudar al pueblo Palestino a reconquistar sus derechos? ¿No ha perdido verdaderamente todo su crédito e influencia en la región? Por lo que se refiere a la estrategia de Obama para Oriente Medio, ¿acaso no ha fracasado ya? Khalid Amayreh: No, Francia no está verdaderamente cualificada para llevar a cabo un verdadero papel en ayudar a los palestinos a reconquistar sus derechos. Francia, especialmente bajo el gobierno actual, es demasiado reticente, demasiado inconsistente, demasiado carente de principios y está demasiado seducida por el romanticismo sionista. Es más, Francia ha demostrado repetidamente que su corazón y su espíritu pertenecen a Israel, no a la justicia. Además, la escandalosa postura de Francia ante el ataque genocida israelí contra el pueblo de Gaza hace un año fue un ejemplo clásico de prostitución política. ¿Qué otra cosa se puede decir de una importante potencia internacional, que antaño enseñó al mundo el significado de libertad y ahora que permanece sin hacer nada, mirando pasivamente la lluvia de muerte nazi-israelí caer sobre las cabezas de niños y mujeres indefensos de Gaza bajo el pretexto de que se hacía en defensa propia? Silvia Cattori: ¿No quedó usted impactado por el llamamiento a reconocer un “Estado palestino sin fronteras” hecho por Bernard Kouchner el día de la llegada (21 de febrero) a París del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas? Si Francia quiere reconocer un Estado palestino, ¿por qué habría de ser sin definir sus fronteras? Khalid Amayreh: Sí, me impactó. Y creo que muchos otros palestinos sienten lo mismo. La razón de ello es muy clara. La propuesta francesa de reconocer un Estado palestino sin fronteras se debería considerar un mero eufemismo de la liquidación de la causa palestina. Además, cualquier acuerdo provisional tendría acuerdos más o menos vagos para que los aceptaran ambas partes. Y tras nuestra experiencia con los Acuerdos de Oslo, el lado poderoso, en este caso Israel, siempre interpreta los acuerdos de un modo que sirve a los planes israelíes, mientras que a la otra parte, a los palestinos, se les permite soñar despiertos. ¿No dijo Shimon Peres, el héroe de la masacre de Qana , “No puedo apostar un guardia en los labios de Arafat” cuando el difunto dirigente palestino dijo que los Acuerdos de Oslo daban a los palestinos un Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital? Además, ¿quién podría o debería garantizar que Israel no trata las “fronteras provisionales” como “fronteras permanentes”? ¿Estados Unidos? ¿Francia? ¿Reino Unido? ¿Alemania (¡probablemente no deberíamos mencionar siquiera Alemania dado su obsceno abrazo del nazismo israelí!)? Pues bien, todas estas potencias ni siquiera pueden conseguir que Israel deje de demoler casas árabes en Jerusalén Oriental y para qué hablar de obligar a Israel a retirarse de la tierra palestina. Silvia Cattori: En un artículo firmado con Miguel Angel Moratinos, Bernard Kouchner hablaba de un nuevo plan que establece la agenda para las negociaciones del estatuto final del Estado palestino. De nuevo aquí, ¿cree usted que es una solución creíble? ¿El plan de Bernard Kouchner no es un plan israelí? ¿Un plan “para el establecimiento de instituciones y la creación de un Estado palestino viable” que el primer ministro palestino Salam Fayyad había refrendado en el verano de 2009 y que pretende construir un Estado “en los hechos y sobre el terreno” para 2011 por medio de un incremento de los proyectos económicos? ¿Qué piensa usted de esto? Khalid Amayreh: Creo que este plan no es en absoluto un plan. Más bien es un proceso de engaño muy similar al difunto proceso de Oslo. Además, siempre es ridículo y vacío de sentido pretender que se puede construir una Palestina viable mientras el pueblo palestino continúa languideciendo bajo una cruel ocupación militar que controla cada aspecto de su vida. Creo sinceramente que Fayyad está actuando de una manera muy parecida a Alicia en el País de las Maravillas. Es un hombre que desde Estados Unidos fue lanzado en paracaídas sobre Palestina gracias a decisión del presidente Bush. Me atrevería a decir que realmente no conoce la naturaleza similar a la de los nazis del régimen israelí. Además, ingenuamente cree que la construcción de instituciones, probablemente junto con el reconocimiento internacional, podría crear un cierto mecanismo o un momentum que acabaría por hacer que el proverbial Estado palestino viable fuera una tarea realizable. A esto, nosotros, palestino, que hemos pasado por todo esto desde el principio hasta el final respondemos con un sonoro “no”. Hemos aprendido por la vía dura que la creación de un Estado antes de su liberación es un peligroso y estúpido juego de azar. Esto ha quedado clamorosamente demostrado a través de todo el proceso de Oslo, que nos dio la anexión en vez de la liberación y el apartheid en vez de un Estado. Además, ¿quién garantizaría que Israel no moviliza todos sus tanques para aplastar todas las instituciones que Fayyad querría construir en cooperación con personas como Kouchner, especialmente si los palestinos tiene que seguir enfrentándose a la permanencia de las “fronteras provisionales” que ahora se proponen? Silvia Cattori: Salam Fayyad es un político al que Sarkozy y Kouchner querrían ver instalado definitivamente en el poder. Luisa Morgantini, la dirigente del movimiento de solidaridad [con Palestiana] en Italia, considera a Salam Fayyad un militante, un amigo de la causa palestina. Para los palestinos, ¿quién es realmente Fayyad? ¿Qué ha hecho para mejorar la vida diaria de los palestinos? ¿Ha visto usted menos puestos de control, menos personas sin trabajo bajo su régimen? ¿Es cierto que ha mejorado la situación económica en Cisjordania y qué significa esto sobre el terreno para los palestinos? ¿Cree usted que Fayyad podría ser la persona adecuada para solucionar la causa palestina? Khalid Amayreh: En mi opinión, Fayyad es un hombre que se está esforzando verdaderamente por llevar a cabo el concepto de “paz económica” de Netanyahu según el cual los palestinos, o una mayoría de ellos, aceptarían cambiar sus aspiraciones nacionales por empleos y dinero. En otras palabras, quiere que nos conformemos con un Estado deforme, un Estado sin dignidad, sin libertad, sin autoridad, sin nada; con un Estado prostituido que estaría perpetuamente sometido a Israel y a su servicio. Por lo que se refiere a Jerusalén, al derecho a los refugiados, a las muchas colonias israelíes que siguen expandiéndose por toda nuestra tierra, nada de esto le preocupa. En última instancia le preocupa lograr la “prosperidad económica”, pero a expensas de nuestros derechos inalienables y legítimos, incluyendo el derecho a liberarnos del “nazismo israelí”. Si la visión de Fayyad tuviera éxito, Dios no lo quiera, estaríamos condenados a muchas décadas de servidumbre y sumisión por parte del colonialismo judío, todo ello en nombre de la paz. Silvia Cattori: La división entre Fatah y Hamás sólo puede acarrear sufrimiento al pueblo palestino y a su causa. En 2008 usted afirmó: “Es imperativo que los Estados miembro de la Unión Europea (UE), bien colectivamente bien individualmente, inicien lo antes posible un diálogo significativo con Hamás. No hay ni que decirlo, esta diálogo sería conveniente tanto para todas las partes implicadas como para la causa de la paz y la estabilidad en Oriente Medio". En octubre de 2009 había una gran esperanza cuando Fatah y Hamás estaban cerca de firmar un acuerdo de unidad nacional. ¿Sigue habiendo división todavía? ¿Como imaginar que Mahmoud Abbas y Salam Fayyad puedan ser leales en una futura coalición con Hamás después de todas las bien conocidas traiciones? Khalid Amayreh: No soy muy optimista acerca de una verdadera reconciliación entre Fatah y Hamás. La razón de ello es que Fatah (de hecho, toda la Autoridad Palestina) carece de voluntad de actual independientemente debido a que para su supervivencia económica ambos son casi completamente dependientes de los donantes occidentales y árabes prooccidentales. Además, la razón de ser de la Autoridad Palestina ahora, al menos desde el punto de vista estadounidense e israelí, es luchar contra Hamás o, cuando menos, impedir que crezca. Esto no es una cuestión de estrategia política pasajera. Es mucho más que eso. Israel, que sigue controlando toda la política estadounidense en Oriente Medio, cree que la inclusión de Hamás en el organismo principal de la política palestina aumentaría más o menos el tope de las aspiraciones y expectaciones palestinas. Esto, y no la cuestión del terrorismo, es la principal razón de la vehemente hostilidad de Israel hacia Hamás. Además, Israel considera que un Hamás fuerte garantizaría que Fatah no hace concesiones serias a Israel en relación a las cuestiones cruciales del estatuto final, como Jerusalén y los refugiados. Por ello es posible que la dicotomía entre la Autoridad Palestina y Hamás continúe por un tiempo a menos que la AP se libre de las cadenas de la sumisión ciega a Estados Unidos y a la UE, los cuales consideran a Hamás una organización terrorista. Silvia Cattori: Un agente de los servicios de inteligencia de la AP, Fahmi Shabana al-Tamimi, ha condenado la malversación de los fondos públicos dentro de la AP, ¿se le ha escuchado? ¿Dónde están los miles de millones pagados por la UE? Khalid Amayreh: No, no se le ha escuchado y es poco probable que se le escuche. La razón está clara. Si la AP quisiera verdadera y sinceramente luchar contra la corrupción, tendría que demoler todo el aparato de la AP, porque la corrupción en sus diferentes formas es la otra cara del régimen de la AP. De hecho, existe una relación umbilical entre la AP y corrupción. Para muchos, especialmente en Occidente, esto puede sonar exagerado. Pero aquí se da por hecho. En resumen, la corrupción infecta cada aspecto de la AP de tal modo que sólo una revisión total y completa de la AP podría poner freno a la plaga de la corrupción. Silvia Cattori: ¿Suena normal cuando Mahmoud Abbas pide a las autoridades legítimas de Hamás (en Gaza) que reconozcan a Israel como condición previa para formar un gobierno de unidad nacional? Khalid Amayreh: No, y Abbas no tiene el valor de decirlo abiertamente ante un auditorio palestino. Además, él y su AP reconocieron a Israel hace mucho tiempo y ya vemos lo que han obtenido a cambio. Silvia Cattori: La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) reconoció a Israel. Pero, ¿es algo que la honra? ¿Qué utilidad tiene la OLP? ¿Sigue teniendo razón de ser?¿Considera que sus representantes en el extranjero son representantes legítimos del pueblo palestino? ¿No utiliza Mahmoud Abbas a la OLP para dividir a los palestinos? Khalid Amayreh: La OLP era el representante genuino del pueblo palestino. Pero esto era cuando la OLP todavía mantenía su integridad nacional. En mi opinión, ahora la OLP ha perdido gran parte, si no todo, de su honor nacional, aunque sólo sea entregándose a actos manifiestamente traidores como la llamada coordinación de la seguridad con Israel. Algunos palestinos ya llama a la AP, hija de la OLP, un judenrat palestino. Silvia Cattori: Sus representantes en el exterior no parecen preocupados por los abusos de la autoridades palestinas. Leila Shahid, la representante palestina en Bruselas, sigue refiriéndose a Oslo, a las negociaciones y a otros sinsentidos. Por cierto que, por ejemplo en Francia, activistas como Dominique Vidal y Michel Warschawsky (con los que Leila Shahid estuvo dando conferencias por Francia durante años) consideran que esta representante de OLP es la voz palestina legítima. ¿Esperaban los palestinos que estos representantes dimitieran en 2006 cuando Abbas y su movimiento Fatah perdieron el poder? Khalid Amayreh: Esto es verdaderamente trágico, porque se supone que estas personas defienden el honor del pueblo palestino y no que apoyan y defienden ciegamente las políticas que corroen este honor al servicio de Israel. Mi impresión es que estas personas están siguiendo el viejo dicho de que “cuando aparece el dinero, las frentes se inclinan”. Lamento que algunas personas de nuestro pueblo hayan llegado a este grado de depravación. Silvia Cattori: Cuando el representante palestino en la UNESCO Elias Sambar o miembros de la AP estigmatizan a Irán (uno de los pocos países en la región que denuncia a Israel sin concesiones) o culpa a la resistencia palestina de musulmana de ser “chií”, ¿expresan la opinión de la mayoría de su pueblo? Khalid Amayreh: Creo que no. A mí me parece que se permiten estas estúpidas peroratas para recibir un certificado de buena conducta de Estados Unidos e Israel. De otro modo, habría que preguntarse qué interés tienen los palestinos en ganarse la enemistad de miles de millones de chiíes musulmanes por todo el mundo llamando “chií” a Hamás. Además, ¿acaso Fatah y la OLP no han pedido varias veces al dirigente de Hizbolá, el jeque Hassan Nasrallah, que incluya a presos de Fatah en cualquier negociación de intercambio de presos con Israel? De ahí que la hipocresía sea por parte de ellos. Silvia Cattori: Otra sombría realidad: la colaboración del Fatah con el enemigo. En esas condiciones, cuando los palestinos oyen a Abbas o a Fayyad hablar de “liberación de Palestina”, ¿pueden creerlos? Khalid Amayreh: Sí, la conozco demasiado bien. Realmente va más allá de la insolencia; es una hipocresía obscena que raya en la enfermedad mental. Silvia Cattori: Usted escribió que el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) “está funcionando mucho más como un parásito en relación con la AP respaldada por Estados Unidos”. Pero, ¿no es triste ver que fuera de Palestina asociaciones de solidaridad y grupos de izquierda consideran al FPLP un partido de izquierda y, por consiguiente, recolectan y envían a su dirigente grandes cantidades de dinero? ¿Es esto en general una buena manera de ayudar a los palestinos? Khalid Amayreh: El FPLP no es lo que era. Su alianza efectiva con el Fatah respaldado por Estados Unidos ha minado más o menos su antigua reputación. Por ejemplo, el FPLP no adoptó una postura firme en relación a la coordinación de seguridad con Israel. Recuerdo que hace dos años un comandante de seguridad de la OLP declaró que “la AP e Israel tienen un enemigo común, que es Hamás” y el FPLP permaneció en silencio ante esta apostasía nacional. Además, el FPLP ha permanecido prácticamente en silencio y no ha tenido reacción alguna ante los graves ataques de la AP contra la libertad de expresión, los derechos humanos y las libertades civiles en Cisjordania. Para muchos palestinos esta postura es imperdonable. Más concretamente, en la Palestina ocupada existe la impresión generalizada de que los dirigentes del FPLP han permitido en muchas ocasiones a los dirigentes de la AP utilizar a la OLP, de la que el FPLP es miembro fundador, en el enfrentamiento con Hamás. Con todo, la mayoría de los palestinos, incluyendo a este escritor, todavía considera con respeto y admiración a Ahmed Sadat, el dirigente del FPLP que está en la cárcel. Esperamos que sea liberado pronto de las cárceles sionistas. Silvia Cattori: La Mezquita de al-Aqsa es un lugar prohibido para muchos palestinos. Nuevas restricciones prohíben a los palestinos acceder a Haram Al-Sharif. Tras todos los castigos que padecido de los ocupantes israelíes, ¿no es esto la humillación más cruel para los palestinos? Khalid Amayreh: Sí, también demuestra que Israel niega a los no judíos la libertada religiosa. ¿Cómo calificar si no estas medidas draconianas cuando personas procedentes desde París hasta Los Ángeles pueden acceder a la Mezquita de al-Aqsa mientras que a los palestinos musulmanes y cristianos que viven sólo a unos cientos de metros se les niega el derecho a visitar y a rezar en sus santos lugares respectivos? Ni siquiera el más fascista de los Estados en la historia se embarcó en semejantes medidas. Silvia Cattori: Gaza sigue estando bajo asedio a pesar de las protestas de muchas personas musulmanas y no musulmanas de todo el mundo. ¿Pueden los palestinos de Gaza seguir sobreviviendo sin la ayuda de fuera? Khalid Amayreh: Los palestinos no tienen otra opción que sobrevivir. Los palestinos han sobrevivido a pesar de la historia porque constante y fervientemente se han aferrado a esta opción, si se le puede llamar opción. La otra alternativa era la desaparición última y la aniquilación nacional. A pesar de todo, no cabe la menor duda que la pesadilla que está padeciendo Gaza representa un estigma de vergüenza en la frente tanto de la comunidad internacional como en la conciencia de la toda la humanidad. Es más que lamentable que mientras que todo un pueblo está siendo expoliado, humillado, matado de hambre y atormentado, las naciones del mundo se limitan a mirar pasivamente como si este genocidio a cámara lenta estuviera ocurriendo en un planeta diferente o en otra galaxia. Soy verdaderamente incapaz de encontrar la palabra adecuada para describir el descomunal crimen de apatía respecto a Gaza. Ahora comprendo por qué muchas personas permanecieron calladas cuando los nazis hacían lo que hicieron en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Silvia Cattori Periodista suiza independiente cuya lengua materna es el italiano. Los años que vivió en el extranjero, específicamente en el sudeste de Asia y en la región del Océano Índico, en estrecho contacto con los medios diplomáticos y de las agencias de las Naciones Unidas, le han dado una importante comprensión del mundo, de sus mecanismos de poder y sus injusticias. En 2002, fue testigo de la operación «Escudo protector», desatada en Cisjordania por el ejército israelí. Silvia Cattori se esfuerza desde entonces por llamar la atención del mundo hacia los sufrimientos del pueblo palestino bajo la ocupación israelí. Autora de Asie du Sud-Est, l’enjeu thaïlandais (ediciones L’Harmattan, 1979).

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