29 mar 2010
La década de los drones: asesinos aéreos de EE.UU.
Mediante y a través de sus pantallas, aviones sin piloto teledirigidos, más conocidos por el nombre de «drones» son controlados y manejados por especialistas militares de EEUU a miles de kilómetros del terreno donde se realizan sus mortíferas operaciones.
Imagen: Red Voltaire
Utilizando a Pakistán y Afganistán como terreno de experimentación y campo de batalla para sus aviones sin piloto, el complejo militaro-industrial de EEUU va afinando poco a poco, su más actual y sofisticada arma tecnológica en este XXI siglo. Al mismo tiempo su cruzada guerrera alcanza niveles de cinismo y manipulación de la opinión pública nunca antes visto en nuestras sociedades. Dichos aviones son controlados a partir de pantallas en el otro hemisferio, masacrando a poblaciones civiles que EEUU pretende salvar sus vidas. Obama consideró necesaria la guerra en Afganistán y su vice-presidente, Joe Binden, exige el envio de más robots asesinos para apoyar a las tropas US destacadas allí.
2010 es el décimo año de la primera década del nuevo siglo y del milenio y es el décimo año consecutivo de la guerra de EE.UU. en Afganistán y en el área de responsabilidad de 15 naciones abarcada bajo la Operación Libertad Duradera. A principios de marzo las muertes militares estadounidenses en el teatro de la Gran Guerra Afgana –Afganistán, Cuba (Guantánamo), Djibouti, Eritrea, Jordania, Kenia, Kirguistán, las Filipinas, Seychelles, Sudán, Tayikistán, Turquía, Uzbekistán y Yemen– sobrepasaron el límite de los 1.000. Este año es también el décimo año de la primera guerra terrestre y la primera guerra asiática librada por la OTAN, guerras realizadas desde, y no para proteger a, las naciones del Norte del Océano Atlántico.
2010 es el décimo y más letal año en el uso por Washington de vehículos aéreos sin tripulación (drones) para asesinatos selectivos y “daño colateral” sin objetivo.
Diseñados originalmente para la vigilancia del campo de batalla y reconocimiento, aunque a menudo para solicitar mortíferos ataques militares, los drones han sido empleados por EE.UU. desde 2001 para identificar y matar objetivos humanos.
El primer vehículo aéreo “cazador-asesino” sin tripulación, el Predator, fue utilizado por el Pentágono en Bosnia en 1995 y después en los 78 días de la guerra aérea contra Yugoslavia en 1999.
En 2001 los Predator fueron equipados con misiles Hellfire (fuego del infierno) y partieron desde Pakistán y Uzbekistán para lanzar ataques dentro de Afganistán. El año siguiente salieron de la base militar de EE.UU. en Camp Lemonnier en Djibouti con el mismo fin en Yemen.
El Predator y su sucesor, el Reaper, capaz de cargar quince veces más armamento y que vuela a tres veces su velocidad, han sido utilizados para ataques letales en Afganistán, Iraq, Yemen, Somalia, y con un efecto particularmente asesino en Pakistán, desde el otoño de 2008. Están equipados de cámaras conectadas por satélite a bases en EE.UU.
En octubre el vicealmirante Robert Moeller, comandante adjunto del Comando África de EE.UU. anunció que Reaper, “capaces de transportar una docena de bombas y misiles guiados,” [1] fueron enviados a Seychelles frente a la costa oriental del continente africano para patrullar el Océano Índico.
Radio Australia transmitió una historia el 8 de marzo que decía que “el presidente de EE.UU., Barack Obama, puede haber tardado en decidir su política afgana, pero ahora también se ha convertido en un mayor entusiasta por los ataques con misiles con drones que su predecesor. [2] En Afganistán y Pakistán así como en Yemen.
Discutiendo un informe de la New America Foundation, la emisora documentó que los mortíferos ataques con misiles a ambos lados de la frontera entre Afganistán y Pakistán han aumentado en un 50% desde que el gobierno de Obama se hizo cargo de la Casa Blanca hace un año, el 20 de enero.
Citando al think tank arriba mencionado, el informe de Radio Australia dijo que ha habido 64 ataques de drones en el Sur de Asia en los últimos catorce meses, en comparación con 45 bajo el gobierno de George W. Bush entre la invasión de Afganistán en octubre de 2001 y enero de 2009.
Bill Roggio, editor de Long War Journal, fue entrevistado y dijo “hay un promedio de cinco a siete ataques por mes aunque en enero fueron 11.”
Además se le citó describiendo la escalada cualitativa así como cuantitativa de la guerra estadounidense de drones en Afganistán y Pakistán: “El principal drone es el Predator que porta el misil antitanque Hellfire.
“Al Reaper, hermano mayor del Predator, lo adaptaron para que pueda cargar misiles Hellfire más grandes así como para que pueda llevar, también, las bombas guiadas de 227 kilos guiadas por GPS (sistema de posicionamiento global). De modo que están muy..., ya sabe, hay una especie de revolución en la guerra aérea.” [3]
El Reaper lleva 450 kilos de municiones y también está equipado para el misil aire-aire Sidewinder. Hay planes para agregar misiles aire-aire Stinger.
En términos del coste humano de la promesa electoral en 2008 sobre la campaña de la guerra afgana – “Si tenemos inteligencia que permita entrar en acción sobre objetivos de alto nivel de al-Qaida en la región fronteriza de Pakistán, debemos actuar si Pakistán no quiere o no puede hacerlo” –a comienzos de este año el influyente Dawn News de Pakistán publicó un informe sobre lo que esa política ha significado para los paquistaníes. En un artículo intitulado “Más de 700 muertos en 44 ataques con drones en 2009,” la fuente, citando estadísticas del gobierno paquistaní, escribió:
“De los 44 ataques de Predator realizados por drones de EE.UU. en áreas tribales de Pakistán durante los últimos 12 meses, sólo cinco han logrado alcanzar sus verdaderos objetivos, matando a cinco dirigentes clave de al-Qaida y de los talibanes, pero al coste de más de 700 civiles inocentes.”
Por cada presunto miembro de al-Qaida o de los talibanes muerto por misiles disparados desde drones de EE.UU. “también tuvieron que morir 140 inocentes paquistaníes. Más de un 90 por ciento de los muertos en los mortíferos ataques con misiles fueron civiles, afirman las autoridades… En promedio, 58 civiles muirieron cada mes en esos ataques, 12 personas cada semana y casi dos personas cada día.” [4]
Los muertos pueden haber estado armados o desarmados, hombres o mujeres, adultos o niños. Lo que tienen en común es que fueron atacados sobre la base de “inteligencia que permite entrar en acción” suministrada por alguien en el terreno, no necesariamente una parte desinteresada.
En octubre pasado, cuando la matanza había comenzado en serio, el Relator Especial de las Naciones Unidas para las Ejecuciones Extrajudiciales de las Naciones Unidas, Philip Alston señaló:
“Mi preocupación es que estos drones, estos Predator, están siendo operados en un marco que puede violar el derecho humanitario internacional y el derecho internacional de derechos humanos.
“El gobierno de EE.UU. es realmente responsable de revelar más sobre la forma en la que asegura que ejecuciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, no son en realidad realizadas mediante el uso de estas armas.” [5]
Impávido, EE.UU. intensificó sustancialmente los ataques.
En enero de este año la Agencia de Noticias Xinhua de China entrevistó al analista político paquistaní Farrukh Saleem, quien dijo que los ataques con misiles por drones estadounidenses en las Áreas Tribales bajo Administración Federal de Pakistán han aumentado de 17 en 2008 a 43 en 2009 y que se espera que 70 sean realizados este año.
Se citó la advertencia de Saleem de que “tales ataques siempre provocan violencia, ataques suicidas y víctimas en Pakistán. Por lo tanto, más ataques de drones significan más violencia en Pakistán.” [6]
Ese mismo día el senador John McCain estuvo en la capital paquistaní, Islamabad, y elogió los ataques de drones como “una parte efectiva de la estrategia de EE.UU.” [7]
El pasado 17 de diciembre se informó de que un ataque de un drone estadounidense había matado por lo menos 20 personas en la Agencia de Waziristán del Norte de Pakistán y el 27 que 13 personas más personas murieron en la misma región.
Desde comienzos del Nuevo Año los ataques letales sólo se han intensificado. Lo que sigue no es un intento de presentar un informe exhaustivo, pero ha sido reunido de diversos informes de la prensa.
El 1 de enero se informó de que cinco personas resultaron y varias heridas por dos ataques de drones estadounidenses al este de la capital de Waziristán del Norte. En cuanto a las identidades de las víctimas, Reuters citó a un funcionario local de seguridad quien dijo: “Los cuerpos estaban quemados hasta ser irreconocibles. Estamos tratando de determinar su identidad.” [8] Durante la noche anterior dos más resultaron muertos y varios heridos en otro ataque.
Los informes continuaron, detallando ataques con misiles y muertes en las áreas tribales de la nación.
3 de enero: Cinco personas más murieron en Waziristán del Norte en un ataque de un drone.
7 de febrero: Por lo menos trece muertos y ocho heridos por dos ataques consecutivos con misiles. “Según Geo News de Pakistán, un presunto drone disparó dos misiles contra una casa en la región Datta Khel, matando a siete personas.
“Otro ataque ocurrió mientras gente del lugar comenzaba a recuperar cuerpos de los escombros de la casa, matando a cinco personas. No se conocía las identidades de los muertos en los ataques.” [9]
8 de enero: Cinco resultaron muertos en una aldea en Waziristán del Norte.
9 de enero: Un drone estadounidense disparó dos misiles contra una aldea, Ismail Khan, en Waziristán del Norte matando a cuatro personas.
13 de enero: Trece personas muerieron en la aldea de Tappi en la misma agencia. “Un alto responsable de la seguridad confirmó la cifra de muertos, y dijo que cuatro misiles fueron disparados desde aviones no tripulados en esa remota área.” [10]
15 de enero: Quince personas murieron en la aldea de Zannini en Waziristán del Norte. Seis fueron muertos en la aldea de Bichi.
17 de enero: Por lo menos veinte resultaron muertos en el área Shaktoi de Waziristán del Sur.
19 de enero: Seis personas murieron en la aldea de Booya en Waziristán del Norte según funcionarios de inteligencia paquistaníes.
24 de enero: Insurgentes paquistaníes afirmaron haber derribado un drone estadounidense en Waziristán del Norte, uno de ocho drones vistos volando sobre el área.
29 de enero: Entre seis y quince personas murieron en la ciudad de Muhammad Khel de Waziristán del Norte en un supuesto ataque contra la Red Haqqani por tres misiles estadounidenses.
2 de febrero: EE.UU. disparó hasta ocho misiles contra cuatro aldeas en Waziristán del Norte, matando a veintinueve personas.
14 de febrero: Cinco personas perecieron en un ataque de drones en la misma agencia. Por lo menos otras tres fueron heridas.
15 de febrero: Un ataque de drone supuestamente mató a un dirigente separatista uigur chino en el mismo distrito.
17 de febrero: Un ataque de misiles de EE.UU. mató a tres e hirió a dos víctimas en Waziristán del Norte.
18 de febrero: Cuatro personas resultaron muertas en un ataque con misiles contra un vehículo en la misma agencia.
24 de febrero: Por lo menos trece supuestos combatientes murieron en un ataque de drones de EE.UU. en el área de Dargah Mandi de Waziristán del Norte.
8 de marzo: Un drone estadounidense disparó cinco misiles contra una casa cerca de
Miranshah, capital de Waziristán del Norte, matando a por lo menos cinco personas e hiriendo a cuatro.
Este año han muerto aproximadamente 160 personas en ataques con misiles de drones en Pakistán en poco más de dos meses. Si se mantiene ese ritmo, 2010 será mucho más mortífero que el año antes: 960 en lugar de 700. Si, como parece más probable, la cantidad de ataques aumenta, la cantidad de muertes será aún superior que el aumento de casi 140% con el que amenaza la extrapolación mencionada.
Los ataques con misiles de drones se están convirtiendo cada vez más en el arma preferida de la CIA (como en Pakistán, Afganistán e Iraq), el Comando de Operaciones Especiales Conjuntas (Yemen) y la Fuerza Aérea, que el año pasado tenían 195 Predator y 28 Reaper.
Todo indica que pronto tendrán más.
Este año el gobierno de Obama ha pedido al Congreso 33.000 millones de dólares más para las guerras en Afganistán e Iraq “adicionalmente a una solicitud récord de 708.000 millones de dólares para el Departamento de Defensa el próximo año.” [11]
Según el nuevo Examen Cuatrienal de Defensa: “los drones sin piloto utilizados para misiones de vigilancia y de ataque en Afganistán y Pakistán son una prioridad, con el objetivo de acelerar la compra de nuevos drones Reaper y la expansión de los vuelos de drones Predator y Reaper hasta 2013.” [12]
Un artículo del 1 de febrero llamado “China, Irán impulsan plan de batalla aire-mar de EE.UU. en examen de estrategia,” reveló que correspondiendo al nuevo Examen Cuatrienal de Defensa un “plan conjunto de la Fuerza Aérea y de la Armada combinaría las fuerzas de ambos servicios para realizar ataques de largo alcance que podrían utilizar una nueva generación de bombarderos, un nuevo misil crucero y drones lanzados desde portaaviones.” [13]
Mientras EE.UU. expande masivamente su expansión militar en la isla Guam en el Pacífico: “El Ejército establece un sistema de defensa de misiles en la isla y la Fuerza Aérea agrega más drones.” [14]
A mediados de enero el destacado senador estadounidense Carl Lein instó a que “se usen drones para lanzar ataques aéreos” en Yemen, agregando la demanda de “todo desde acciones físicas que puedan ser realizadas en términos que van desde el uso de drones o ataques aéreos” a “acciones clandestinas.” [15]
Respecto al fortalecimiento de vínculos militares entre EE.UU. y Yemen, una fuente rusa de noticias reveló que “bajo un nuevo acuerdo confidencial de cooperación, EE.UU. podría hacer volar misiles cruceros, aviones de caza o drones armados no tripulados contra objetivos en el país, pero guardaría silencio en público sobre su papel en los ataques aéreos.” [16]
A fines de enero Wall Street Journal informó:
“La participación de los militares de EE.UU. en Yemen ya ha comenzado a aumentar… EE.UU. ha aumentado la cantidad de drones de vigilancia que vuelan sobre Yemen, así como la cantidad de aeronaves sin tripulación equipadas de misiles capaces de atacar objetivos en el terreno, según un alto funcionario de EE.UU. con conocimiento directo de las misiones.
“La mayoría de los drones que operan fuera de Iraq y Afganistán son controlados por la CIA, pero el funcionario dijo que los que operan sobre Yemen pertenecen al secreto Comando de Operaciones Especiales Conjuntas de las fuerzas armadas.” [17]
El comandante del Comando de Operaciones Especiales Conjuntas hasta 2008 fue el actual general Stanley McChrystal, principal comandante de lo que pronto serán 150.000 soldados de EE.UU. y de la OTAN en Afganistán.
Los asesinatos por misiles de drones y la matanza indiscriminada de civiles que frecuentemente los acompañan son un componente integral de la estrategia de contrainsurgencia en Asia del Sur. La escalada cualitativa de los ataques de drones en Pakistán y Afganistán comenzó cuando McChrystal reemplazó a David McKiernan en junio pasado como máximo comandante de la Fuerza Internacional de Ayuda en la Seguridad (ISAF) en Afganistán dirigida por EE.UU. y la OTAN.
En otras partes del mundo, el Pentágono contribuirá drones militares a las maniobras en las Costas del Norte en Finlandia en septiembre de este año, “el mayor ejercicio militar naval que haya sido visto en aguas territoriales finlandesas.” [18]
Mientras Stanley McChrystal era comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales EE.UU. realizó once letales ataques de Predator en Iraq en abril de 2008. El secretario de defensa de aquel entonces “Robert Gates instó a la Fuerza Aérea a que hiciera más para enviar drones a la zona de guerra.”
Un periódico estadounidense informó entonces que “se espera que los comandantes se basen más en sistemas no tripulados cuando los 30.000 soldados enviados el año pasado se retiren. Las fuerzas armadas tienen docenas de Predator en Iraq y Afganistán. En total operan 5.000 drones, 25 veces más de los que tenía en 2001.” [19]
En diciembre pasado el gobierno de Venezuela llamó a la comunidad mundial a condenar incursiones en su espacio aéreo de drones militares estadounidenses que operaban desde Aruba y Curaçao en las Antillas Holandesas. El tipo de drones que voló durante varios días sobre territorio venezolano no fue identificado, pero bajo obligaciones militares tanto bilaterales como de la OTAN Holanda no rehusaría a EE.UU. el derecho a estacionar drones Predator y Reaper en bases en sus colonias en las islas del Caribe.
EE.UU. no sólo ha aumentado su arsenal de vehículos aéreos no tripulados en 25 veces durante la última década, también ha aumentado masivamente el alcance y la letalidad de sus drones cazadores-asesinos. Un reciente informe reveló que desde 2008 el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea comenzó a “construir el extremo robot asesino,” descrito como “un pequeño drone armado a ser utilizado por las fuerzas especiales de EE.UU. en la liquidación de ‘objetivos de alto valor.’” [20]
Antes se utilizaba equipos de las fuerzas de las fuerzas especiales o se disparaba misiles crucero para asesinar a las víctimas elegidas. En el caso de los segundos y frecuentemente de los primeros el riesgo era que no se podían utilizar más de una vez.
Los drones Predator y Reaper vuelven después de sus misiones y se recargan con misiles Hellfire para más ataques mortíferos.
Se han convertido en las armas preferidas de Washington en el Siglo XXI para perpetrar asesinatos internacionales.
Rick Rozoff
Periodista residente en Chicago. Director de Stop NATO international.
Tomado de Red Voltaire
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