Primer acto institucional de homenaje a los últimos defensores de la II República frente al fascismo, 35 años después la muerte del dictador Franco |
Unas 3.000 personas, entre ellas muchos familiares de fallecidos, han asistido este domingo en Gandesa y La Fatarella (Tarragona) a un acto de dignificación y homenaje a los soldados que murieron defendiendo la II República en la Batalla del Ebro, la más larga y la más cruenta de la Guerra Civil española, iniciada en 1936 tras el levantamiento fascista del general Franco.
Este acto forma parte de las jornadas "Días de guerra, diálogos de paz. Fosas comunes: Un pasado no olvidado", organizadas por el Consorcio Memorial de los Espacios de la Batalla del Ebro (COMEBE) y el Memorial Democrático, que se iniciaron el pasado viernes.
La presencia en el acto del gobierno catalán supone el primer acto institucional de homenaje a las víctimas de la Batalla del Ebro. Joan Saura (ICV-EUiA) ha considerado "que se trataba de un acto de justicia" que debía hacerse a los soldados fallecidos y a sus familiares y ha abogado por "blindarnos" de cara al futuro para que hechos similares no se vuelvan a repetir. Por su parte, Josep Huguet (ERC) ha lamentado que la Ley de Amnistía de octubre de 1977 que amnistió todos los actos de intencionalidad política de antes del 15 de diciembre de 1976, se convirtiera en "amnesia".
También han intervenido en el acto, en nombre de los familiares, Núria Gallach, sobrina de un desaparecido en el Ebro y vicepresidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Historica de Cataluña, y Joan Carles Vilalta, nieto de un desaparecido.
Gallach ha considerado que el acto de hoy demuestra que "tanto sufrimiento no ha sido en vano" y ha advertido que "nadie puede impedir ya a las familias el derecho a la justicia universal", mientras Vilalta se ha mostrado emocionado por haber podido leer, por primera vez, el nombre de su abuelo fallecido en una de las placas de homenaje, a la vez que ha pedido que "nadie vea ningún ánimo de venganza" en el homenaje.
Se calcula que en la Batalla del Ebro fallecieron más de 20.000 personas, mayoritariamente soldados de ambos bandos, y otras 60.000 resultaron heridas, durante los meses que duró el enfrentamiento, entre julio a noviembre de 1938.
Finalmente, un total de 29 placas con los nombres y apellidos de 1.145 soldados fallecidos, de los más de 20.000 que se calcula murieron en la Batalla del Ebro, han sido inauguradas en el remodelado Memorial de les Camposines, en el término de La Fatarella, que ha sido visitado por multitud de familiares.
El censo de personas desaparecidas de la Guerra Civil y el franquismo que elabora la Generalitat de Cataluña cuenta con una cifra total de 3.756 nombres inscritos, el 30 % (1.145) de las cuales son personas desaparecidas en el frente del Ebro, según datos del gobierno catalán.
Un 98% de estos casos corresponde a combatientes del Ejército de la República, entre los que se encuentran algunas decenas de brigadistas internacionales, mientras que sólo 23 son de soldados del Ejército franquista. La desproporción se explica por el hecho de que el Ejército de la República, en retirada, no pudo recoger a buena parte de los fallecidos.
Entre los 1.145 nombres que desde hoy se pueden leer en el Memorial de Les Camposines, un 60% son personas originarias de Cataluña y el 40% del resto de España. También se recuerdan a trece ciudadanos noruegos, tres italianos, dos británicos, un norteamericano y a un alemán.
Agencias/La República
Tomado: http://www.larepublica.es/spip.php?article21793
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