A iniciativa del Partido Comunista Libanés (PCL) representantes de organizaciones comunistas y de la izquierda árabe se reunieron en Beirut, el 22 y el 23 de octubre. Una iniciativa que ha pasado desapercibida a los medios de comunicación occidentales que sin embargo pretende tener un importante carácter político : por primera vez desde hace décadas, la izquierda del Magreb y del Macherk intenta levantar cabeza, abrir una nueva perspectiva en una región escindida entre el islam político y gobiernos participes de la estrategia estadounidense y europea, a menudo corruptos, que practican del nepotismo habitualmente. Como plantea Khaled Haddadeh, secretario general del PCL : “dos proyectos se enfrentan. Uno pronorteamericano que es el programa arabe llamado de Charm el Cheikh, apoyado por Arabia Saudita, Egipto, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbas. Por otro lado se encuentra una resistencia de naturaleza esencialmente islámica como en Irak, en Palestina o en Líbano. Esta resistencia carece de capacidad de interferir en el proyecto norteamericano como pasa en Irak o en Afganistán.” De hecho, los dirigentes islámicos son incapaces de generar alianzas con la izquierda o con los partidos nacionalistas en contra el proyecto norteamericano-europeo. Lo que sucede en Gaza, donde Hamas es incapaz de salir de su aislamiento, es un ejemplo de ello. “Es necesario reconstruir una visión de la izquierda, un proyecto de la izquierda de resistencia” insiste el responsable libanés. De Marruecos a Irak, pasando por Túnez, Egipto, Siria, Kuwait o Sudán, cerca de una treintena de organizaciones se reunieron en la capital libanesa, signo de una preocupación común. Porque los bloqueos son patentes en las sociedades árabes y al final, con la marginación de la izquierda, es la propia existencia de una vía democrática por el cambio lo que podría ser definitivamente descartado. Evidentemente, de Rabat a Bagdad, las problemáticas no son exactamente idénticas. Pero estos países están, a su pesar, incluidos en una estrategia global occidental, las líneas de fuerza políticas y económicas diseñan un marco de arquitectura similar aunque, como subraya Bassam Saleh, secretario general del Partido del Pueblo Palestino (PPP, comunista) : “ Es necesario tener en cuenta los lugares, las ideas diferentes y los regímenes establecidos, pero los grupos de izquierda en los países árabes deben organizarse y utilizar las relaciones con la izquierda y los comunistas en el mundo.”
En resumen, es el papel de la izquierda en cada país lo que se ha examinado, en torno a dos ejes : el combate de los palestinos y el de los pueblos árabes. No siempre fácil, a juzgar por las dificultades de la izquierda palestina en concretar los nuevas relaciones establecidas entre el PPP, el FDLP, el FPLP y otros grupos. “Hamas ha dividido a la izquierda palestina a nivel de masas y a nivel de organizaciones”, denuncia el Frente Democrático. No es fácil tampoco encontrar un equilibrio entre las diferentes estrategias, como en Túnez donde Ettahadi rechaza toda alianza con los islamistas, al contrario que el PCOT. En Irak, mientras el Partido Comunista participa en el gobierno, una “corriente de izquierda nacional iraquí” ha salido a la luz, proponiendo una resistencia popular. En Sudán, los comunistas están preocupados por una posible separación del sur, que conllevaría una radicalización del poder islámico de Jartum.
La izquierda árabe, con frecuencia marginada (y cuando no es el caso, apoyando antes de hacer valer su propio poder), está muy enfrontada en el tema de las alianzas. ¿Hay que rechazar a priori todo vínculo con organizaciones que se reclaman del islam ? “Es necesario estudiar lo que es posible y trabajar sobre puntos comunes”, opina el Partido Comunista de Jordania. Pero para Taggamou de Egipto, “ahora existen las condiciones para que la izquierda recupere todo su espacio. Esto no ha ocurrido porque los regímenes árabes desmantelaron las fuerzas de izquierda y ayudaron a las fuerzas islámicas”.
El Partido Comunista Libanés va a jugar el papel de coordinador ejecutivo para que las discusiones prosigan, para que las reflexiones se enriquezcan y permitan madurar los puntos comunes entre todas las organizaciones. Está prevista especialmente una reunión de las comisiones de economía de los diferentes partidos y la organización de campamentos de jóvenes de la izquierda árabe. “Debemos pasar a la ofensiva, no seguir ya como espectadores, subraya Khaled Haddadeh. No nos hacemos ilusiones sobre el equilibrio de fuerzas, pero es necesario comenzar.”
Pierre Barbancey
Traducción: J.A.Pina
Tomado. L`Humanité
A iniciativa del Partido Comunista Libanés (PCL) representantes de organizaciones comunistas y de la izquierda árabe se reunieron en Beirut, el 22 y el 23 de octubre. Una iniciativa que ha pasado desapercibida a los medios de comunicación occidentales que sin embargo pretende tener un importante carácter político : por primera vez desde hace décadas, la izquierda del Magreb y del Macherk intenta levantar cabeza, abrir una nueva perspectiva en una región escindida entre el islam político y gobiernos participes de la estrategia estadounidense y europea, a menudo corruptos, que practican del nepotismo habitualmente. Como plantea Khaled Haddadeh, secretario general del PCL : “dos proyectos se enfrentan. Uno pronorteamericano que es el programa arabe llamado de Charm el Cheikh, apoyado por Arabia Saudita, Egipto, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbas. Por otro lado se encuentra una resistencia de naturaleza esencialmente islámica como en Irak, en Palestina o en Líbano. Esta resistencia carece de capacidad de interferir en el proyecto norteamericano como pasa en Irak o en Afganistán.” De hecho, los dirigentes islámicos son incapaces de generar alianzas con la izquierda o con los partidos nacionalistas en contra el proyecto norteamericano-europeo. Lo que sucede en Gaza, donde Hamas es incapaz de salir de su aislamiento, es un ejemplo de ello. “Es necesario reconstruir una visión de la izquierda, un proyecto de la izquierda de resistencia” insiste el responsable libanés. De Marruecos a Irak, pasando por Túnez, Egipto, Siria, Kuwait o Sudán, cerca de una treintena de organizaciones se reunieron en la capital libanesa, signo de una preocupación común. Porque los bloqueos son patentes en las sociedades árabes y al final, con la marginación de la izquierda, es la propia existencia de una vía democrática por el cambio lo que podría ser definitivamente descartado. Evidentemente, de Rabat a Bagdad, las problemáticas no son exactamente idénticas. Pero estos países están, a su pesar, incluidos en una estrategia global occidental, las líneas de fuerza políticas y económicas diseñan un marco de arquitectura similar aunque, como subraya Bassam Saleh, secretario general del Partido del Pueblo Palestino (PPP, comunista) : “ Es necesario tener en cuenta los lugares, las ideas diferentes y los regímenes establecidos, pero los grupos de izquierda en los países árabes deben organizarse y utilizar las relaciones con la izquierda y los comunistas en el mundo.”
En resumen, es el papel de la izquierda en cada país lo que se ha examinado, en torno a dos ejes : el combate de los palestinos y el de los pueblos árabes. No siempre fácil, a juzgar por las dificultades de la izquierda palestina en concretar los nuevas relaciones establecidas entre el PPP, el FDLP, el FPLP y otros grupos. “Hamas ha dividido a la izquierda palestina a nivel de masas y a nivel de organizaciones”, denuncia el Frente Democrático. No es fácil tampoco encontrar un equilibrio entre las diferentes estrategias, como en Túnez donde Ettahadi rechaza toda alianza con los islamistas, al contrario que el PCOT. En Irak, mientras el Partido Comunista participa en el gobierno, una “corriente de izquierda nacional iraquí” ha salido a la luz, proponiendo una resistencia popular. En Sudán, los comunistas están preocupados por una posible separación del sur, que conllevaría una radicalización del poder islámico de Jartum.
La izquierda árabe, con frecuencia marginada (y cuando no es el caso, apoyando antes de hacer valer su propio poder), está muy enfrontada en el tema de las alianzas. ¿Hay que rechazar a priori todo vínculo con organizaciones que se reclaman del islam ? “Es necesario estudiar lo que es posible y trabajar sobre puntos comunes”, opina el Partido Comunista de Jordania. Pero para Taggamou de Egipto, “ahora existen las condiciones para que la izquierda recupere todo su espacio. Esto no ha ocurrido porque los regímenes árabes desmantelaron las fuerzas de izquierda y ayudaron a las fuerzas islámicas”.
El Partido Comunista Libanés va a jugar el papel de coordinador ejecutivo para que las discusiones prosigan, para que las reflexiones se enriquezcan y permitan madurar los puntos comunes entre todas las organizaciones. Está prevista especialmente una reunión de las comisiones de economía de los diferentes partidos y la organización de campamentos de jóvenes de la izquierda árabe. “Debemos pasar a la ofensiva, no seguir ya como espectadores, subraya Khaled Haddadeh. No nos hacemos ilusiones sobre el equilibrio de fuerzas, pero es necesario comenzar.”
Pierre Barbancey
Traducción: J.A.Pina
Tomado. L`Humanité
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