Mientras aguarda que la OTAN tome las riendas de las operaciones militares en Libia, la coalición internacional que conformaron originalmente Estados Unidos, Francia y el Reino Unido hace diez días que continúa actuando en el país árabe revuelto. Durante el anochecer de ayer, bombardeó posiciones de las fuerzas leales al dirigente Muammar Khadafi en los alrededores de Trípoli, la capital del país. Esta mañana, representantes de los tres países y de otros 35 de alrededor del mundo, de la ONU y de la Liga Arabe se reunirán en Londres con el objetivo de debatir soluciones políticas y diplomáticas al conflicto libio.
“Sitios militares y civiles en las regiones de Gharyan y Mezda fueron esta noche blanco de los ataques del agresor occidental, cruzado y colonialista”, informó la agencia oficialista Jana, en referencia a los bombardeos de ayer. Un habitante de la ciudad de Gharyan, situada 120 kilómetros al suroeste de Trípoli, indicó que una fuerte explosión había sacudido la ciudad pasadas las 20, seguida de otras de menor intensidad. Según él, un depósito de armas y municiones habría sido tomado como objetivo.
Las regiones de Gharyan y Mezda representan, según la rebelión, las bases de retaguardia de las fuerzas de Khadafi en su ofensiva contra las ciudades de la región de Al Jabal Al Gharbi, al oeste, entre ellas Zenten y Yefren, controladas por los insurgentes. Además, habitantes de la ciudad de Tajura, un punto más cercano que los anteriores a la capital del país, también oyeron explosiones. “Fueron muy fuertes. Son bombardeos de la coalición”, afirmaron testigos, sin precisar los objetivos atacados.
En tanto, el funcionario del Pentágono de los Estados Unidos, el vicealmirante Bill Gortney, confirmó que el país desplazó nuevos medios aéreos en el país africano con el fin específico de atacar a las fuerzas de tierra de Khadafi, aunque no quiso dar más precisiones sobre el tipo de objetivos que se pretendía alcanzar con los nuevos aparatos.
Las nuevas naves a utilizar son aviones modelo A-10 y AC-130. En el primer caso, se trata de una máquina que sirve para el apoyo aéreo cercano, sobre todo contra automóviles y blindados. El AC-130, conocido entre entendidos como “Spooky”, es un avión de transporte modificado para el combate cercano y está equipado con varios cañones.
Contrariamente a los otros aparatos empleados desde el comienzo de los ataques, no están destinados a trasladar bombas guiadas por láser susceptibles de destruir centros de comando o sitios de defensa antiaérea, sino ataques contra tropas terrestres.
La contraofensiva rebelde durante la semana pasada fue facilitada por los golpes de la coalición contra las fuerzas del coronel Muammar Khadafi. Sin embargo, en la misma conferencia de prensa Gortney negó que Estados Unidos estuviera apoyando directamente a los rebeldes. “No actuamos en apoyo directo de la oposición; eso no es parte de nuestro mandato y no coordinamos con la oposición”, aseguró el funcionario.
Por otro lado, los medios estatales, además, acusaron a los países que conforman la coalición intervencionista de haber bloqueado buques libios en sus puertos, lo que habría provocado desabastecimiento de combustible en las principales ciudades del país. La formación de largas colas en las estaciones de servicio demuestra el surgimiento de esos problemas, y se suma a los amontonamientos de gente en las panaderías, según los testimonios de los vecinos de Trípoli recogidos por agencias de noticias y medios de comunicación internacionales.
Los mandatarios de los países que secundaron a Estados Unidos en la intervención militar en Libia, que se puso en marcha el 19 de marzo, mantuvieron ayer una teleconferencia en la que expresaron grandes expectativas por el encuentro que hoy se celebrará en Londres para definir los lineamientos de su intervención política en el país, bajo el manto de una salida diplomática al conflicto que se desató el pasado febrero entre el gobierno de Khadafi, en el poder desde hace más de cuatro décadas, y habitantes que exigen su renuncia.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, representante de su país en la reunión, manifestó su interés en conseguir la salida de Khadafi por la vía diplomática. “Creemos que es muy importante definir un objetivo, una visión de futuro”, explicó el consejero adjunto de seguridad nacional del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, Denis McDonough. “No vamos a liderar la reunión, que estará dirigida por el Reino Unido, pero esperamos que se definan el objetivo político final y aquello que los libios pueden esperar”, agregó en una conferencia en la Casa Blanca.
La opinión de Estados Unidos se condice con la expresada ayer por el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro del Reino Unido, David Cameron. “Khadafi debe irse de inmediato, ya que perdió toda legitimidad. El y sus partidarios deben abandonar sus puestos gubernamentales”, comunicó Sarkozy. En ese sentido, la comisión de sanciones de la ONU anunció que agregará nuevos nombres a lista de miembros del régimen de Khadafi cuyos haberes han sido congelados y a los que se les prohíbe viajar. Caber recordar que el líder libio y su familia forman parte de las 18 personas que tienen prohibido abandonar el país y de las 13 personas y cinco entidades cuyos haberes fueron congelados por dos resoluciones del organismo regional.
Por su parte, Cameron agregó que la reunión de esta mañana deberá servir para ampliar la coalición que su país inició junto a Francia y Estados Unidos. “El encuentro servirá para fortalecer y ampliar la coalición de países comprometidos con la implementación de las resoluciones de la ONU”, explicó un portavoz del primer ministro en referencia a la resolución de las Naciones Unidas que ordenó la conformación en Libia de una zona de exclusión aérea, paso previo a la intervención militar.
Tomado: Página 12.com.ar
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