19 may 2011

15M en España: una enmienda a la totalidad


Revolución en España
Qué es lo que puede hacer que decenas de miles de personas salgan a la calle a protestar? ¿Una democracia estrangulada por partidos que se comportan como clanes basados en el caudillismo y la falta de debate interno? ¿Una crisis con millones de parados, un 40% de paro juvenil y un millón de pobres más? ¿La corrupción y la respuesta patética de los partidos con 123 candidatos que están imputados por la justicia? ¿La falta de esperanzas de miles de licenciados que van directamente de la universidad al paro?

¿Todas las anteriores?

Políticos y medios de comunicación han mirado por encima del hombro a esta movilización porque había surgido de Internet, ese espacio público lleno de maleantes. Repiten tantas veces que en la red hay sólo crimen, piratería y, en definitiva, libertinaje que no es extraño que hayan terminado creyéndose su retórica catastrofista. No entienden nada que no se pueda regular o comercializar.

#nolesvotes, #15M, #nonosvamos y otros son algunos de los nombres de esta movilización. Es algo desorganizada, ruidosa, alocada, amenazadora, dispersa, en fin, como casi todas las cosas que merecen la pena. Los políticos querrían que no fuera amenazadora, que no cuestione un estado de cosas que es casi inaguantable. Que no fuera desorganizada, que tuviera una comisión con un listado de peticiones. Se reunirían con un ministro y les dirían que ya las irían estudiando. Para luego, olvidarse de ellas.

Los medios de comunicación también querrían una cabeza dirigente, unos estatutos y un listado de reivindicaciones para examinar todo eso, con tranquilidad, eso sí, establecer a quién beneficia y luego asignarle un periodo de vida. Pero en general a los opinadores profesionales que hay en televisión y radio se les nota molestos. ¿Por qué tenemos que hablar de esto y no de lo que siempre hablamos una semana tras otra?

El PSOE parece estar preocupado, pero lo suyo es una ilusión. Cree que esos jóvenes son SUS votantes y que puede perderlos. Aspiraba a recuperarlos con el mensaje del miedo habitual en sus campañas. En realidad, esos votantes nunca fueron suyos (los votantes no son propiedad de los partidos). De hecho, dudo de que la mayoría de los que están en la calle fueran a votar al PSOE pero eso nadie lo sabe.

El PP deja escapar una cierta satisfacción porque supone lo mismo que supone el PSOE. Pero si esta movilización tiene alguna continuidad, es posible, sólo posible, que no se pueda gobernar ya con la impunidad con la que lo ha hecho el PSOE en los últimos dos años. Que es precisamente la forma (no me refiero estrictamente al contenido, a las políticas, sino a la forma) en que quiere gobernar el PP.

Todo esto es una enmienda a la totalidad a la clase política.

No sabemos quién se verá beneficiado. Quién se llevará los golpes.

No les importa.

Ese es el tipo de cálculo político que nos ha llevado a esta situación. No hagas esto porque se beneficiarán los otros. No te quejes de la corrupción porque los otros también roban. No protestes porque no servirá de nada. No salgas a la calle porque seréis cuatro gatos. No pidas un cambio porque las cosas nunca cambiarán. No hagas nada.

Hay mucha gente que ha decidido que no quiere continuar así.

¿Qué ocurrirá ahora?

No lo sé, pero ya estaba tardando.


Caricatura:  El Roto

Foto de @acampadasol.

Iñigo Sáenz de Ugarte / Guerra Eterna

Tomado: CubaDebate.cu
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