27 feb 2012

Absuelven a Garzón en juicio por investigar franquismo


El juez se equivocó al calificar hechos como crímenes contra la humanidad pero no incurrió en el delito de prevaricación, consideraron los magistrados. En otro juicio, fue inhabilitado 11 años por ordenar escuchas ilegales.

Madrid. El ex juez español Baltasar Garzón fue absuelto este lunes por el Tribunal Supremo de Madrid en el juicio en el que estaba acusado por querer investigar las desapariciones del franquismo, anunció una fuente judicial.

El ex magistrado español de 56 años, conocido en el mundo entero por perseguir los ataques a los derechos humanos, había sido condenado el pasado 9 de febrero a 11 años de inhabilitación en otro juicio sobre un caso de escuchas ilegales, un veredicto que fulminó su carrera.

En el juicio por las desapariciones durante el franquismo, los siete magistrados del Supremo decidieron absolver al ex juez Garzón por seis votos a favor y uno en contra, precisó una fuente judicial.

Garzón estaba acusado de haber infringido la ley de amnistía votada por el Parlamento español en 1977 al abrir una investigación en 2008 sobre las desapariciones de más de 100 mil personas durante la Guerra Civil española (1936-1939) y el franquismo (1939-75).

Este juicio, muy polémico en España, había provocado numerosas condenas por parte de los defensores de los derechos humanos.

La sentencia considera, sin embargo, que Garzón erró en haber declarado como crímenes contra la humanidad los hechos que se propuso investigar, aunque ello no sea propiamente un delito de prevaricación (dictar una resolución o sentencia a sabiendas de que es injusta).

En su sentencia de este lunes, el Tribunal Supremo explicó que el error de Garzón derivó en otros que tampoco constituyen el delito de prevaricación, como el haber ordenado la apertura de fosas comunes para búsqueda de desaparecidos.

El alto tribunal refirió que Garzón actuó ante la desigualdad entre unas víctimas y otras de esos periodos, ya que una parte sí fue resarcida y otra no (mayoritariamente la perdedora de la Guerra Civil).

Aclaró que para investigar esos hechos tiene que haber una persona física que aún viva para que pueda ser investigada, cosa que no ocurría con la investigación de Garzón, al estar muertos los máximos dirigentes de la dictadura.

Durante el juicio, Garzón aseguró que sólo actuó para proteger a las víctimas y evitar el olvido.

Expulsado como juez

Garzón fue expulsado formalmente de la carrera judicial la semana pasada después de que el Consejo General del Poder Judicial cumplió la sentencia que lo condenó a 11 años de inhabilitación por violar el derecho de defensa de los presuntos cabecillas de la red de corrupción Gürtel, al ordenar las escuchas de sus conversaciones en prisión con varios abogados.

El miércoles pasado, el ex magistrado solicitó la nulidad de actuaciones de esa sentencia, un requisito previo imprescindible para presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

Garzón ha dicho que si hiciera falta llegará hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La de franquismo era la última causa que quedaba pendiente contra Garzón, después de su condena por el caso Gürtel y el archivo por prescripción de otra demanda por cohecho impropio por unos supuestos pagos recibidos por unos cursos que impartió en una universidad de Nueva York.

En una primera reacción al nuevo fallo del Supremo, la organización Human Rights Watch dijo que España debería ahora revocar la ley de Amnistía y ayudar a las víctimas de Franco en su larga búsqueda de verdad y justicia.

"El Tribunal Supremo se ha ahorrado más vergüenza rechazando estas desatinadas acusaciones (...) Garzón no volverá como juez, pero él no es el verdadero perdedor", dijo la organización en un comunicado, señalando a la reputación del sistema judicial español.

Los más cercanos a Garzón aseguran que los procesos en su contra responden a una estrategia para deshacerse de una figura que ha provocado grandes elogios internacionales, pero también críticas en España.

Muchas voces, sobre todo desde la izquierda pero también algunas en la derecha, sostienen que su odisea judicial se debe a una interferencia política además de a celos o rivalidades profesionales.

Afp y Reuters

Tomado: La Jornada.unam.mx

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