30 sept 2009

Derecho o Privilegío?

Caricatura El Roto La política funesta de privatizaciones continúa agravandose. Desde que este gobierno anulo la Ley (Stopp Lagen) que impedía la venta de hospitales y viviendas comunales con fines de lucro, solo podemos constatar que la situación es cada día más grave. No pasa un día sin que los incidentes en los hospitales, muerte de pacientes, carencia de ambulancias que ponen en riesgo la vida de los pacientes no sea ya un hecho casi habitual. Por supuesto que una política conciente, que había ya comenzado con el gobierno anterior, les ha permitido justificar a nombre de la inoperancia de los servicios públicos, la venta descarnada, desmantelando servicios esenciales que se van convirtiendo en un privilegio, para aquellos que se puedan pagar un seguro privado de salud. Desde el mismo momento que pasamos a ser clientes y no pacientes, fue un llamado de atención, que llama a la reflexión. Es la salud un derecho, un negocio o privilegio? Cuando el gobierno de EEUU, se sacude ante la propuesta de Obama de una reforma de los servicios asistenciales, en un país que invierte cifras multimillonarias en la guerra y 48 millones de ciudadanos no tiene cobertura asistencial, los grandes lobbys de la industria de medicamentos, aseguradoras privadas de salud, educación, pensiones, y los sectores más conservadores, republicanos y demócratas, que no quieren perder ni arriesgar sus ganancias, se movilizan y protestan. Son los mismos tentáculos que dominan no solo en EEUU sino también a nivel global, todos estos servicios. A través de las directivas de la UE, imponen la privatización, que no es garantía precisamente de mejores servicios. Los escándalos más graves en la atención de ancianos, jóvenes con problemas de consumo de narcótica o alcohol, guarderías, escuelas, consultorios médicos, han sido precisamente en su mayoría en la atención privada. Las cifras económicas que han ganado estas empresas han sido multimillonarias. Pero es de extrañar que si han quitado, reducido en forma alarmante los recursos del estado y la comuna puedan, estos servicios esenciales, garantizar un buen funcionamiento? Tenemos conciencia que con cada alumno, paciente, que deja su escuela o servicio médico público, se lleva consigo la subvención que pagan comuna y estado, y pasa a manos privadas? Desde la década del 90 se han perdido más de 700.000 puestos de trabajo. La calidad y renovación de los materiales en hospitales, escuelas, guarderías, bibliotecas, ha desmejorado. Denuncias en los medios de muerte en el hospital de recién nacidos por infecciones, por carencia de sala individuales, hacinamiento, cierre de secciones los fines de semana por carencia de personal, un personal estresado, con salarios congelados prácticamente, suciedad, que pone en riesgo la recuperación de los pacientes, largas esperas en los servicios de urgencia, se van convirtiendo en el pan nuestro de cada día. Desmejoramiento de la comida en forma notoria, no solo en los hospitales, también en guarderías y escuelas, en casa de ancianos, poniendo en riesgo la salud de los mismos. Las ambulancias, también privatizadas, la demora de 3 minutos más, pueden ser la muerte o causa de graves lesiones cerebrales por falta de oxígeno o diagnóstico a tiempo de un infarto. La lista puede ser interminable. Pero como pueden estas empresas privadas, grande consorcios transaccionales que están detrás, abaratar los costos sino es a costa de todos nosotros, “ sus clientes”. Personal mal remunerado, con contratos temporales. Inseguridad laboral, causa también de enfermedad. 600 millones dedicara el estado para las empresas privadas encargadas de la atención médica en las empresas ( Företagshälsövård), si ese dinero lo invirtieran en la salud pública, quizás o sin quizás seguramente que podría funcionar un poco mejor, no creen? Si será negocio rentable la salud privada, no en vano somos “clientes”. Aquella asistencia preventiva, la única realmente rentable, prácticamente desaparecida. Los médicos de la salud pública, con los nuevos lineamientos, en esto que a nombre de la libertad de elección, un mejor trato, miren que suena bien, no.. abre la posibilidad de consultorios privados, la competitividad del mercado, se ven presionados a ¡ Producir Salud!. Tendrán que olvidar aquel Juramento Hipocrático de defender los derechos del paciente. Principio moral y ético vital? Si tenían 10 minutos por paciente, ahora serán 5. Los más afectados, una vez más, serán sobre todo los enfermos crónicos y psiquíatricos, a los cuales ya no les queda a donde dirigirse. Son no rentables. Cuando un paciente mayor deja a un lado el rollator y se quiere sentar, pobre, ya casi no le queda tiempo ni al médico ni paciente más posibilidad que decir ¡ una aspirina por favor, gracias!. Y adiós. Esta es la visión humana y solidaria de los servicios privados!!! Si habrá que estar atento a la manipulación y tergiversación del idioma, separar la paja del trigo. Ante este panorama, esta ese gran vacío que es la respuesta unida, si hubiera esa experiencia, de todos los afectados. Por que somos todos, por encima de raza, religión. Esto es un tema, una vez más de clase. Cada vez más notoria y profunda, acompañando las huellas de una “crisis” que no es nuestra, que tenemos que pagar, mientras que “ nuestros conocidos de siempre”, siguen distribuyendo bonos y beneficios a manos llenas. Crisis de un sistema brutal e injusto, que solo aumenta las cifras de hambre, pobreza y desocupación en el mundo, y aquí en esta Suecia de hoy, también. El rol de los síndicatos, y partidos de “izquierda” de movilizar la gente y crear conciencia ideológica, de clase, sin temor a las palabras. Tengamos más miedo a la mentira sistemática en que nos envuelven a diario. No alcanza con manifestaciones y junta de firmas para protestar por internet. Válido? Es la gran pregunta. Por todo esto es vital la defensa de una salud pública con recursos e igualitaria, digna, para todos los ciudadanos. Pero estoy convencida que lo que nos hace comprender y experimentar la fuerza que tenemos, es manifestarnos en forma unida y pública. Seguramente que llegará ese momento, inevitable, en qué juntos cambiaremos la cara de esta sociedad. Gloria

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