Dos muertos en las movilizaciones; denuncian lentitud del gobierno en atender crisis de salud. |
Los manifestantes prendieron fuego a una estación y vehículos de la policía, mientras avanzaban con violencia por la ciudad de Cabo Hatiano, en el norte del país, al acusar al gobierno de dejar morir a la población, indicaron testigos.
Miles salieron a las calles para protestar contra la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah) y denunciar la lentitud del gobierno para lidiar con la epidemia de cólera, dijo un periodista local a la agencia Afp.
Doctores y policías en Cabo Haitiano, segunda ciudad del país, ubicada a 270 kilómetros de la capital, reconocieron la existencia de varios heridos tras los choques con cascos azules.
Los elementos de la Minustah lanzaron gas lacrimógeno y dispararon en defensa propia, dijo un vocero de la ONU.
Yves Jasmin, máxima autoridad sanitaria de Cabo Haitiano, dijo que diez personas fueron trasladadas al hospital Justinien.
Una fuente policial ubicó en 14 la cifra de heridos.
Las protestas comenzaron en Cabo Haitiano, donde unas 100 personas han muerto por el brote de cólera en los últimos días.
La situación es muy compleja, hay mucha violencia en la ciudad. Yo estoy sitiado y no puedo llegar al hospital, agregó Jasmin.
En Hinche, a 50 kilómetros de Mirebalais, base los cascos azules provenientes de Nepal, se desarrolló otra protesta.
Unas 400 personas lanzaron piedras frente a la sede de la ONU, pero los manifestantes fueron dispersados sin dificultad, explicó Pugliese.
Los inconformes exigían a los soldados de la Minustah abandonar el país, acusándolos de dejar morir a la población.
También hubo protestas similares en Puerto Príncipe, la capital.
Por lo pronto, cuatro detenidos de la penitenciaría nacional, la principal prisión de Puerto Príncipe, murieron de cólera en los últimos días, anunció este lunes un vocero de la policía.
Cuatro personas han muerto en la prisión central de Puerto Príncipe y una docena padece diarrea, indicó la fuente policial.
A menos de un mes de la aparición de la primera epidemia de cólera en Haití en medio siglo, las víctimas confirmadas ascendían este lunes a 917, cifra que crece a un ritmo de 50 por día.
Varios residentes del norte del país acusan de la epidemia a los cascos azules de la ONU provenientes de Nepal, llegados poco antes de la aparición de los primeros casos, a mediados de octubre.
La ONU prometió investigar la denuncia de que el brote partió de unos tanques sépticos en un campamento cerca del pueblo de Mirabelais, donde se encuentran los nepalíes, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que se trata de una fuente poco probable.
Según un análisis de ADN la cepa del cólera en Haití –que se difunde por el agua– está más cercana a una del sudeste de Asia, por lo que la ONU y el gobierno desestiman que el brote provenga de Nepal, país ubicado entre China e India.
Especialistas señalaron que es muy difícil rastrear la fuente de infección con certeza, o determinar cómo ingresó el cólera al país después de tanto tiempo sin reportarse ningún caso.
La mayor parte de las muertes por la epidemia ocurrieron en el centro y el norte de Haití. El mal no se ha propagado en Puerto Príncipe, en ruinas tras el devastador terremoto de enero, que dejó 250 mil muertos y más de un millón 300 mil personas sin techo.
Las autoridades temen que la epidemia se propague en forma exponencial si el cólera llega a los campamentos de damnificados de la capital, donde miles de personas se amontonan en precarias condiciones sanitarias.
Además, la ONU previó un alza significativa de contagios y afirmó que el cólera puede durar varios años en la empobrecida nación caribeña. Un alto funcionario del organismo mundial sostuvo que hay nuevos casos en todos los lugares de Haití y que las agencias de ayuda esperan un significativo aumento de infecciones.
Es un tema de preocupación ambiental, obviamente también de seguridad nacional, y ya empezaron las protestas, indicó Nigel Ficsher, coordinador humanitario en Haití.
El colapso sanitario de Haití ocurre en medio de gran incertidumbre política, donde las primeras elecciones luego del terremoto estan previstas para dentro de dos semanas.
Es evidente que el 7 de febrero el presidente (René) Préval se tiene que ir, por lo que necesitamos elecciones el 28 de noviembre, dijo Mirlande Manigat, esposa del ex presidente Leslie Francois Manigat, y candidata presidencial.
Un segundo candidato, Leslie Voltaire dijo: no podemos posponer las elecciones por el cólera. No se sabe, pero si las recorremos uno o dos meses, el cólera podría ser peor de lo que es hoy.
Quien quiera que resulte ganador tendrá la titánica tarea de reconstruir el país más pobre del hemisferio occidental.
La Jornada
Tomado: Kaosenlared.net
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