"Manifestación"
José Clemente Orozco
Tal vez algún distraído no se ha percatado del grave momento histórico por el que atraviesa esta sociedad. A pesar que todavía queda un margen económico que permite cierta movilidad sindical y política, la crisis profundiza la brecha entre las distintas clases sociales, en forma cada vez más clara y evidente. Parece que una profunda amnesia afecta a las fuerzas vivas, olvidando lo que la historia (incluída la sueca), les y nos ha enseñado: la importancia de movilizar al pueblo como forma de crecer, de comprender el valor que tiene el tomar posición y participar en la vida política y social del país.
Qué solos nos sentimos; aislados y pequeños!!! Esta sociedad debería rescatar del poeta Mario Benedetti aquello de que juntos “somos mucho más que dos“.
Ya hemos dicho en otros artículos que a partir de la derogación de la ley ( Stopplagen) que impedía la venta de las viviendas comunales, éstas quedaron expuestas a la especulación, y que no se contruyen viviendas para la gente de bajos o medianos ingresos, dado que ya no tienen el apoyo del estado.
Según su página web, la Asociación de Inquilinos cuenta con 800.000 afiliados. Qué capital y qué fuerza!!! Si se movilizara y saliera a la calle, en lugar de manifestarse únicamente a través de Internet, sólo una décima parte de sus afiliados, este o cualquier otro gobierno tomaría conciencia de la magnitud real del grado de desconformidad creciente con esta política.
No todo el mundo tiene internet ni se informa a través de ella, sobre todo las personas mayores. No alcanza con una campaña de información para que la gente firme en la página web, o “marche“ virtualmente.
Acaso hay miedo de movilizar y sacar la gente a la calle?? Hay miedo a informar sobre los alcances de esta política, los intereses económicos a los que responde y qué organismos internacionales, a través de la UE, resuelven esta política, en momentos en que Suecia se apronta a firmar el Acuerdo de Lisboa con todas sus implicancias??? Quizás temen a la necesidad de impulsar la toma de posición y de exigir el llamado a plebiscito, para resolver medidas de esta índole, que afectan a la mayoría.
Las grandes organizaciones como la Asociación de Inquilinos, el PRO (la mayor organización de pensionistas) y la LO (organización sindical), primero dialogan con los responsables de esta situación, prescinden de la gente, la inmovilizan, la desarman ideológicamente, por miedo a la impostergable y sumamente necesaria discusión. Si realmente se quiere contar con el respaldo popular, no hay otro camino posible. El negociar a espaldas del pueblo traicionando sus intereses, sólo logra que éste se sienta desfraudado, desilusionado y lo arrastra a su perdición a través de la indiferencia. Es hora de hablar un idioma muy claro.
Hoy, ante el despido de 1850 obreros en la fábrica de autos NISSAN (situación similar a la de la Volvo sueca), las calles de Barcelona vieron marchar a sus trabajadores acompañados de sus organizaciones sindicales, exigiendo soluciones reales y no a costa de las víctimas de este caos.
Es hora de decir BASTA, no sólo por internet o en falsos espacios de discusión radial. Es hora que las calles presencien un desborde de pueblo marchando por la legítima defensa de los derechos conquistados.
Gloria
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