19 oct 2009
Afganistán ; tras ocho años de guerra ¿para cuándo la paz ?
Esta guerra no tiene sentido, ni razón de ser. Herencia de Bush, sirve de pretexto para justificar la existencia de la OTAN y controlar fronteras estratégicas.
Tras ocho años, ¿Dónde está la democracia que se pretendía llevar a cañonazos ? Los resultados de las presidenciales afganas del pasado 20 de agosto, que deben ser anunciados, están ya impugnados. Incluso la ONU ha tenido que reconocer la existencia de “fraudes considerables”. El resto del panorama también es catastrófico : miles de muertos, un régimen corroído por la corrupción, una miseria que explota, mientras la guerra “se extiende e incrementa”, como afirma la ONU, el nuevo premio Nobel de la Paz, Barack Obama, acaba de decidir el envió de un refuerzo de 13.000 hombres. Para Arielle Denis, copresidenta del Movimiento de la Paz, es tiempo ya de escuchar las opiniones públicas que, en los Estados Unidos, en Francia o en Gran Bretaña, exigen cada vez más masivamente la retirada.
Los gobiernos en primera línea, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia, comienzan a evaluar el coste en la opinión pública de esta guerra sin salida. Cuando la Casa Blanca busca una nueva estrategia, mencionar la retirada de las tropas ya no es tabú. La mascarada de las elecciones del 20 de agosto ha revelado el grado de doblez y de corrupción del régimen de Hamid Karzaï. En la actualidad, reina la confusión, Abdullah Abdullah, candidato y ex-ministro de Asuntos Exteriores, desveló el 1º de octubre, un video de fraudes masivos. ¿Habrá segunda vuelta ? ¿Es ésta la cuestión ? Los 21.000 soldados de ejército norteamericano llegados de refuerzo este año habían sido asignados para la vigilancia del proceso electoral… ¿Alguna vez la guerra ha traído la democracia ? La situación económica y sanitaria del país ha empeorado. Las víctimas directamente ligadas a los combates son mayores a mediados del 2009 que en todo el año 2008 (1.013 víctimas frente a 818). El comercio de opio alimenta el 90% del mercado mundial. Ninguna zona está hoy al margen de los combates y de los atentados. Muchos afganos, que sufren la falta de agua y de alimentos, ven aproximarse el invierno con temor. Nos indignamos de las enormes sumas dilapidadas por las operaciones militares (165 miles de millones de euros sólo por los Estados Unidos), los 28 mil millones de euros dedicados a la reconstrucción se reducen por los desvíos masivos debidos a la corrupción y sirven también para los emolumentos de las empresas privadas de seguridad. El flujo de refugiados hacia tierras menos crueles testimonia dolorosamente la poca esperanza que tienen los afganos de mejorar su situación.
Los fraudes electorales, añadidos a los fracasos militares están impactando en la opinión pública de los Estados Unidos. “Continuar la guerra en Afganistán de esta forma es tan eficaz como utilizar un balón de futbol para jugar al tenis”, escribe el editorialista del “Time”, para quien la victoria “es un espejismo”. El presidente Obama ha encargado y considerado no menos de cinco informes diferentes desde el inicio de su mandato. Él, que afirmó que esta guerra era crucial para la seguridad de los EE.UU. busca desesperadamente una estrategia. Las lecciones que ha sabido extraer de Irak podrían ser útiles en Afganistán : la retirada de las tropas… Debe también contar con las reticencias crecientes de sus principales aliados cada vez más hostiles. Durante la campaña electoral en Alemania, la canciller Ángela Merkel tuvo que sugerir que era el momento de establecer un calendario para la retirada de las tropas : el 61% de los alemanes quieren que su país abandone Afganistán. En Gran Bretaña, sólo el 25% de los británicos apoyan esta guerra. En Francia, en un reciente sondeo, el 64% de los encuestados desaprobaban esta guerra y los diputados socialistas y comunistas exigen un debate parlamentario.
Después de los errores que han costado la vida de decenas de civiles y de la repatriación de nuevos ataúdes a Europa (1.400 soldados extranjeros han perdido la vida en ocho años), París, Londres y Berlín llaman a una nueva conferencias internacional “antes de fin de año”. ¿Una conferencia más donde las verdaderas cuestiones serán planteadas ? Esta guerra no tiene sentido, ni objetivo, ni razón de ser. Herencia de Bush y de la “guerra de civilizaciones”, sirve de pretexto para justificar la OTAN y controlar las fronteras estratégicas : China, Irán, rutas del petróleo… ¿qué otra cosa ?
Los 3.000 soldados del contingente francés deben abandonar Kabul el 1º de noviembre por el Este, lo más expuesto. El “coste” de un soldado se estima en 150.000 € por año, pero la vida no tiene precio. Los ejércitos afrontan, según los suboficiales, “una segunda generación de insurgentes, oportunistas, que recuperan el dinero entregado por la coalición y aprovechan la situación para arreglar cuentas familiares o pleitos ancestrales de tierras”. En los valles, los habitantes son “compartidos”, precisa el coronel Durieux : “nos dicen : ayer por la tarde recibimos a un jefe talibán ; pero os acogemos a vosotros de buena gana” (“Le Monde”, del 23 de septiembre). Por la Paz, la libertad, la democracia, los derechos de todos, es necesario construir el movimiento de opinión que ponga fin a esta guerra y exija un cambio radical de perspectiva, cuyos pilares sean la retirada de las tropas, el desarme y la reconstrucción democráticamente decidida.
Las reflexiones de Arielle Denis
Traducción J.A. Pina
Tomado de L´Humanité
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