Contra la impunidad de la masacre de Acteal

Entierro de víctimas de Acteal (AP)
En 1997, paramilitares al servicio del gobierno mexicano asesinaban a 45 civiles de la organización Las Abejas, que participaba como mediadora en los diálogos de paz con el EZLN.

Trece años después sus víctimas se organizan para luchar contra la impunidad y por la memoria histórica.

El 1 de enero de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levanta en armas en Chiapas contra el gobierno mexicano. Años de exclusión, de injusticias y de abandono de la población indígena de este estado mexicano desembocan en un levantamiento armado tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Junto al EZLN otras organizaciones campesinas e indígenas se movilizaron para exigir las mismas demandas pero de forma pacífica. Ese fue el caso de la Sociedad Civil Las Abejas, que desde la firma del pacto de no agresión entre el Estado mexicano y el grupo insurgente, acompañó el proceso de diálogo conformando los cinturones de paz que proporcionarían la seguridad a la comandancia del EZLN mientras se alcanzaban los acuerdos.

De estas mesas de diálogo surgirían los Acuerdos de San Andrés, donde el Estado mexicano se comprometía a llevar a rango constitucional las demandas de los pueblos indígenas y campesinos en rebeldía. Sin embargo, el gobierno del entonces presidente, Ernesto Zedillo, desarrolló paralelamente a los diálogos una estrategia de contrainsurgencia que incluía la conformación de grupos paramilitares en la región para intimidar a las bases de apoyo zapatistas y a las organizaciones simpatizantes del levantamiento.

El 22 de diciembre de 1997, después de meses de denuncias de agresiones, quemas de casas y desplazamientos forzados de población, unos doscientos paramilitares llegaron al campamento de refugiados de Acteal mientras las personas se encontraban haciendo ayuno y oración. Ese día 45 personas de la organización de Las Abejas (18 mujeres adultas, cinco de ellas con embarazos hasta de 7 meses de gestación; 7 hombres adultos; 16 mujeres menores de edad, entre los 8 meses y los 17 años de edad; 4 niños entre los 2 y los 15 años de edad) fueron asesinadas por los paramilitares, dejando además a 26 personas heridas, en su mayoría menores de edad.

Este 22 de diciembre se cumplieron 13 años de la masacre. En este tiempo no sólo no se han juzgado a los autores intelectuales de esta masacre, entre los que se encuentran las autoridades políticas y militares tanto del estado como de la nación, sino que los propios autores materiales han sido liberados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Alegando irregularidades en el proceso pero sin negar la implicación directa de estas personas en la masacre, el máximo organismo judicial de México puso en libertad el pasado año a todos los paramilitares que confesaron su implicación en el asesinato colectivo. Una liberación que coincide con la aparición de nuevos grupos paramilitares en el estado chiapaneco (OPDDIC y Ejército de Dios).

Frente a esta situación la Sociedad Civil Las Abejas convocó este año al encuentro regional Tejiendo Resistencia y Autonomía frente a la Contrainsurgencia y la Dependencia con objetivo de intercambiar experiencias de lucha contra la impunidad y fortalecer la construcción de una nueva justicia y la memoria histórica de los pueblos. Una oportunidad para construir una justicia efectiva aunque sea por otros caminos y la resistencia a olvidar las violaciones a derechos humanos que sufren los pueblos de manos de sus propios gobiernos.

Este reportaje muestra, a través de las entrevistas al presidente de la organización y a una de las supervivientes heridas durante la masacre, el sentir de esta comunidad que no sólo se resiste a ser ignorada sino que continúa organizándose para reconstruir su dignidad como pueblo.



Ángel Galán del Rey · (Chiapas)

Tomado: PeriodismoHumano.com