Foto: Edu León
ATAQUES A OBSERVADORES INTERNACIONALES Y ACTIVISTAS SAHARAUIS
La continua presión sobre activistas saharauis de las autoridades marroquíes ha provocado una mayor presencia de internacionales en los territorios ocupados.
La huelga de hambre de Aminatu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote y la detención de siete activistas por los derechos humanos saharauis cuando regresaban de los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) “ha provocado que el movimiento de apoyo al pueblo saharaui se esté reorganizando en los territorios ocupados por Marruecos”, explica a DIAGONAL Javier Sopeña, de la organización en defensa de los derechos humanos Thawra. Incluso existe la posibilidad de que salga un barco hacia los territorios ocupados, imitando a la Flota de la Libertad que intentó romper el bloqueo a Gaza.
“Nadie hace ni caso a los saharauis que viven bajo la ocupación marroquí, allí no hay periodistas, el Estado español que sigue siendo la potencia administradora del territorio mira para otro lado y la ONU no contempla en su misión especial para el Sáhara el respeto de los derechos humanos”. Según Sopeña, por este motivo es fundamental la presencia de estos observadores internacionales.
Represión, una tónica habitual
“Todos los días hay cargas policiales, secuestros de activistas o violaciones de saharauis por parte de la policía. Existen más de 50 presos políticos de organizaciones de derechos humanos reconocidas internacionalmente”, explica Sopeña, que fue agredido a mediados de julio por la policía marroquí en El Aaiún. Una situación habitual que conocen perfectamente en el consulado español en Marruecos. Por ello, como sucede todos los días, decidieron no atender a las tres españolas agredidas durante el recibimiento a finales de agosto al activista Hmad Hamad, según explica una de las agredidas, Pilar Fortuño, a DIAGONAL. Eso sí, al día siguiente les visitó Mariano Collado, responsable en El Aaiún de Casa España, para invitarles sutilmente a que se fueran. “La embajada tenía todos los teléfonos de urgencias apagados. Sólo te ayudan para que te vayas y no le piden ninguna explicación a Marruecos por su trato, parece que colaboran con las autoridades marroquíes”, relata Fortuño. Días después, once activistas canarias fueron agredidas en El Aaiún cuando lucían camisetas y banderas prosaharauis. “Estas acciones sólo sirven para denunciar lo que pasa allí. El problema lo tienen los saharauis que sufrirán el incremento de la represión alauita. Nosotras ya nos hemos ido de allí”, explica Fortuño, que relata como días después de dejar El Aaiún, la mujer que les acogió fue golpeada por policías de paisano. “Estas situaciones van a ir a más, necesitamos que siempre haya observadores internacionales allí”, recalca Fortuño.
El uso de policías de paisano para agredir a activistas saharauis y a observadores internacionales es la estrategia utilizada por las autoridades marroquíes. De esta forma simulan incidentes entre civiles y no parecen agresiones policiales a civiles, relatan tanto Sopeña como Fortuño.
Héctor Rojo Letón
Tomado: DiagonalWeb
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