Mientras pide “libertad” para Cuba

Aguirre apoya con más de medio millón de euros a grupos que han sido vinculados a atentados terroristas

¿Ha apoyado Esperanza Aguirre a grupos de exiliados cubanos que han sido vinculados a atentados terroristas contra Cuba? Un estudio de las relaciones y conexiones de la lideresa madrileña y de José María Aznar con ciertos colectivos ultraderechistas residentes en Miami y también en España confirman estas conjeturas. Quienes han hecho de la lucha contra el terrorismo etarra su principal activo electoral no han rechazado sentarse junto a quienes han consentido asesinatos masivos de ciudadanos cubanos. Y, en ocasiones y según algunas fuentes, pueden haber recibido hasta artísticos regalos de los propios ejecutores...

Esperanza Aguirre y el Partido Popular de Madrid tomaron parte activa ayer en la concentración que tuvo lugar en la capital española contra el régimen castrista de Cuba. En esta cita, diversos exiliados leyeron manifiestos a favor de la “democracia” y la “libertad” en la isla. La manifestación fue ampliamente anunciada y seguida por medios como la Cadena COPE y Libertad Digital, entre otros. No faltaron formaciones eminentemente liberales y democráticas como el Frente Nacional y Alternativa Española, que cuenta con Blas Piñar como presidente de honor.

La punta del iceberg

Este acto de “solidaridad” con los cubanos disconformes podría pasar desapercibido si no constituyera la punta del iceberg de una serie de iniciativas en las que la Comunidad de Madrid ha invertido bastante dinero de los contribuyentes. Hablamos de las partidas destinadas a lo largo de los últimos años a la denominada Fundación Hispano Cubana, suerte de sucursal del lobby anticastrista de Miami en España, al que Aguirre destinó 150.000 euros en 2004, 239.100 en 2006, 33.974 en 2007 y 187.000 en 2008, según datos del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. En total, más de medio millón de euros.

¿Acusaciones fundadas?

Estos cálculos explican las críticas del presidente de la Asociación Hispano Cubana Bartolomé de las Casas, Humberto García Valverde, que hace unos días acusó a la lideresa de haber destinado dinero “de todos los madrileños” a apoyar a “derechistas” exiliados de Cuba. El mismo dirigente denunció el supuesto apoyo de la presidenta regional a la organización terrorista anticastrista “Alpha 66”, que durante muchos años se ha movido con plena libertad por el Estado de la Florida, según denunció el periodista Ignacio Ramonet en el libro Terrorismo de Estados Unidos contra Cuba (Editorial José Martí, 2005).

¿Quiénes son?

Un repaso al origen y composición de la Fundación Hispano Cubana revela importantes conexiones para entender lo que está pasando: fundada en 1996 por el entonces diputado del PP (ex PCE) Guillermo de Gortázar, aglutinó desde un principio a los principales líderes de la oposición a Castro: Carlos Alberto Montaner –un protegido ideológico de Jiménez Losantos-, Mario Vargas Llosa (cercano también al locutor episcopal) y Raúl Rivero –uno de los columnistas preferidos por El Mundo-, entre otros. La vicepresidencia de la asociación recayó, por cierto, en el consejero de Caja Madrid y presidente de Libertad Digital, Alberto Recarte.

¿Favores?

Pero esta fundación cuenta con conexiones más oscuras. Es el caso del fallecido Jorge Mas Canosa, entonces presidente de su homóloga en Miami, la Fundación Nacional Cubano Americana. Muchas fuentes coinciden en que Mas Canosa prestó en 1995 un avión a José María Aznar para que realizara una gira por países como El Salvador y Costa Rica, probablemente como apoyo a la inminente campaña electoral española de 1996. No es casualidad, conocido este hecho, que bajo la presidencia de Aznar se produjera la venta de la filial de Telefónica Sintel al propio Jorge Mas Canosa, por la que el empresario cubano obtuvo unos cuantiosos beneficios, con la posterior quiebra de la ex empresa española. Los favores fueron mutuos y la creación de la Fundación Hispano Cubana recién llegado Aznar a La Moncloa no se puede tomar tampoco como un hecho casual.

El relevo, Aguirre

La marcha de Aznar no ha supuesto ni mucho menos una congelación de estas relaciones. El testigo parece haberlo recogido Esperanza Aguirre, para medios oficiales cubanos, el “buque insignia anticastrista en España”, y vinculada a la Fundación Hispano Cubana desde que en 1996 fuera nombrada ministra de Cultura por el Ejecutivo conservador.

¿Terroristas en la asociación?

Probablemente ignora Aguirre que, según se ha podido probar, la fundación española ha acogido o acoge a más de un presunto terrorista. Es el caso de José Antonio Llamas, Toñín Llamas, personaje clave en el exilio implicado en un intento de asesinato contra Fidel Castro en la cumbre Iberoamericana celebrada en Venezuela en 1997. Detenido –junto a otro activista también ligado a la mencionada fundación, Toñín Llamas confesó al periódico de Miami Nuevo Herald su vinculación con el aparato para el atentado, al tiempo que vinculó a la Fundación Nacional Cubano Americana con la creación de un grupo “paramilitar” para realizar este tipo de acciones contra el Gobierno cubano. La política española no fue ajena a este hecho: Izquierda Unida pidió en el Parlamento en 1997 la ilegalización de la Fundación Hispano Cubana, petición que fue rechazada en la Cámara baja.

El regalo

Más escabroso aún, de confirmarse, podría ser uno de los tesoros adquiridos por Aguirre en fechas más o menos recientes. Siempre según medios oficialistas del opaco régimen cubano, en la conferencia que Esperanza Aguirre impartió en Miami en abril de 2006, la lideresa habría recibido como regalo un cuadro del pintor Luis Posada Carriles, que por entonces subastaba en Miami cincuenta obras de supuesta autoría suya.

6 de octubre de 1976

El motivo de la subasta nos lleva al perfil del artista. Luis Posada Carriles pintó estos cuadros desde la cárcel de Texas y es mundialmente conocido como el autor intelectual del asesinato de 73 personas, pasajeros de un vuelo de la compañía Cubana de Aviación, que sobrevolaba el seis de octubre de 1976 aguas de la Isla de Barbados. Este terrorista confesó al New York Times haber sido ayudado por quienes conformarían la Fundación Nacional Cubano Americana para este y otros atentados, aunque posteriormente se desdijera de estas acusaciones.

Doble rasero

No quedan aquí todas las conexiones –que son muchas más-, pero estos ejemplos parecen suficientes para describir el doble rasero con el que ciertos dirigentes juzgan la realidad y actúan en consecuencia: ciertos terroristas pueden no serlo si trabajan en una determinada dirección. ¿Lo sabe la Comunidad de Madrid o habrá que escribirlo en un dossier?

Andrés Villena Oliver es redactor jefe de El Plural

avillena@elplural.com

Tomado de El Plural