30 jun 2011

¿Qué es lo que se ha aprobado en Grecia? Conozca ’el paquetazo’ impuesto por FMI y UE


Caricatura: Latuff

Lo llaman "rescate" pero en realidad es un chantaje
En 2011 el Gobierno griego pretende recaudar unos 5.000 millones con la venta del monopolio de apuestas y loterías OPAP, el Postbank, la empresa de gestión de aguas de Salónica, la segunda ciudad del país, y las empresas de gestión portuarias del Pireo y Salónica.

Entre 2012 y 2015 se pretenden recaudar otros 45.000 millones con la privatización completa o parcial de la empresa de gestión del agua de Atenas, refinerías, empresas eléctricas, el ATEbank, especializado en el sector agrícola, así como la gestión de puertos, aeropuertos, autopistas, derechos de explotación de minas, y propiedad inmobiliaria y terrenos estatales.

El paquetazo

1.- Paquete de consolidación fiscal

Las nuevas medidas pretenden recortar los gastos del Estado en unos 14.300 millones y recaudar otros 14.100 millones hasta 2015, con el objetivo de situar el déficit por debajo del 3% del PIB ese año.

2.- Subidas de impuestos

El Estado impondrá un "impuesto solidario" de entre el 1 y el 4% a las rentas más altas. Para ministros, parlamentarios y otros cargos públicos con ingresos importantes el impuesto es del 5%.

Suben en 300 euros anuales los impuestos a profesionales que trabajan por cuenta propia, como abogados, fontaneros o taxistas.

Reducen el mínimo exento de tasación de los 12.000 a los 8.000 euros, aunque quedan excluidos los trabajadores de menos de 30 años y los pensionistas, y se crea un impuesto inmobiliario especial para los propietarios de bienes de más de 200.000 euros.

Aumentan los impuestos sobre bienes de lujo como yates, piscinas y coches de alta cilindrada, se abre la posibilidad de legalizar inmuebles construidos fuera de la ley tras el pago de tasas penalizadoras y se eliminan un gran número de excepciones fiscales.

Subida del IVA para bares y restaurantes del 13 al 23% y se refuerza la lucha contra la evasión fiscal y el trabajo informal.

3.- Recortes en el gasto público

El Estado pretende suprimir 150.000 empleos públicos, el 25% del total. Para conseguirlo, no se prolongarán los contratos temporales de trabajadores en las instituciones públicas y sólo se sustituirá una de cada diez plazas de funcionarios que se retiren. Los salarios, que se recortaron una media del 12% el año pasado, volverán a ser reducidos, aunque aún no se sabe en qué cuantía.

Se suprimen diversas prestaciones sociales para ahorrar 4.000 millones hasta 2015. Se recortarán también 500 millones de euros este año en concepto de subvenciones a los organismos del Estado y otros 855 millones de euros hasta 2015 con la fusión de escuelas, hospitales, escuelas técnicas, cuarteles de la policía y otras instituciones.

Se reduce el gasto sanitario hasta 2015 en 2.100 millones de euros por medio de la racionalización de las prescripciones y recurriendo a fármacos más baratos.

Por primera vez en tres décadas se reduce el gasto militar, que hasta ahora es el más alto porcentualmente de los países europeos de la OTAN, con alrededor del 4% del PIB, aunque numerosos analistas consideran que es mayor por el uso de partidas ocultas. En total, se reducen 1.200 millones de euros hasta 2015 y se cancelan pedidos de armamento por valor de 830 millones euros.

Se reduce el gasto en inversiones públicas en 850 millones para este año.

Tomado: info.nodo50.org

29 jun 2011

Club Bilderberg, Igual de Poderoso que antes?


La reunión de Club Bilderberg, organismo integrado por las personalidades más infuyentes del planeta, arrancó este viernes en la localidad suiza de Sant Moritz. El cónclave transcurre de manera muy opaca y en medio de un secretismo absoluto.

Un hotel lujoso, ambiente reservado y discreción absoluta. Estos son los componentes indispensables de los encuentros del Club Bilderberg. Estos ingredientes no han cambiado desde que este grupo integrado por políticos, aristócratas y los empresarios más influyentes del mundo empezó a celebrar sus reuniones anuales en 1954. Y aunque la agenda de la cita es siempre un misterio, los expertos nunca descartan dos temas: dinero y finanzas.

Este año San Moritz alberga también a numerosos activistas que buscan romper este muro de secretismo y encontrar respuestas a algunas de las preguntas que debaten los llamados 'amos' del mundo. “Tanto la Unión Europea como el euro son criaturas de los Bilderbergs de tiempos pasados. No queremos estar dentro de la Unión Europea, no queremos pertenecer a zona euro”, dice Manfred Pietrisch, uno de los activistas que se han dado cita en la ciudad suiza.

Las investigaciones de estas reuniones elitistas no transcurren en vano. Ya se sabe gracias a un informe fruto de tales estudios, que la reunión del año pasado del Club Bilderberg en España costó 10 millones de euros. Lo más interesante aquí es que la factura no la pagó la gente adinerada que acudió a este сónclave.

“A nuestro juicio este tipo de encuentros privados, como ellos mismos lo denominan, son inaceptables porque la seguridad de estas reuniones es pagada del bolsillo de los contribuyentes. Y me parece que la gente se entera de todo especialmente cuando el gobierno dice que no tiene dinero para ciertas necesidades pero a la vez paga a espaldas las reuniones de esta gente”, explica Pietrisch.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, el director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, supuestamente figuran en la lista de los invitados al evento. Se espera que la mayoría de la flor y nata del mundo financiero asista al encuentro. Pero muchos piensan que caducó el tiempo cuando el club era realmente poderoso.

El editor de la sección internacional del diario argentino 'Clarin', Marcelo Cantelmi dijo a RT que “una prueba más de disipación de omnipotencia de los miembros Bilderberg puede ser el caso de Dominique Strauss Khan. El ex presidente del Fondo Monetario Internacional y frecuentador de las reuniones de Bilderberg ahora se encuentra en Nueva York procesado por acoso sexual. No obstante hay rumores de que precisamente en San Moritz se decidirá la candidatura de su sustituto. Desafortunadamente esto nunca se sabrá con certeza, dado que a los periodistas siempre los excluyen del lugar de sesiones del club reservado a un buen trecho”.





Tomado: RT.com

Estado, participación y representación políticas en Cuba. (Diseño institucional y práctica política tras la reforma constitucional de 1992.)



Imagen: Revista Sin Permiso

Reproducimos a continuación el prólogo que nuestro amigo Julio César Guanche, uno de los más agudos representantes jóvenes del socialismo republicano-democrático cubano, escribió para presentar su investigación, aún inédita: Estado, participación y representación políticas en Cuba. (Diseño institucional y práctica política tras la reforma constitucional de 1992.)
La política cubana posterior a 1959 reelaboró el concepto de democracia a partir de la centralidad de la justicia social, la multiplicación de los actores políticos y la independencia nacional.

El proceso se orientó a la integración social del pueblo como clave de su transformación en sujeto colectivo. En 1976 se dotó de una Constitución que institucionalizó las formas de participación ciudadana. En 1992 una extensa reforma fijó nuevas condiciones de desarrollo para ese objetivo.

El sistema institucional cubano ha funcionado desde entonces sin interrupciones, reconoce mecanismos de participación directa y las elecciones han sido convocadas con regularidad, transparencia del escrutinio y altos índices de participación electoral. El hecho es explicable por la legitimidad histórica del poder revolucionario y de la figura de Fidel Castro, por la aceptación por parte de la ciudadanía de la institucionalidad existente como marco político para la defensa del sistema que ha conseguido inclusión social, equidad y soberanía nacional, y por diversos grados de presión política y social.

El diseño institucional está sometido a tensiones contradictorias en su interior. Por un lado, busca promover la participación política, por otro concentra y centraliza poder y desestimula con ello la participación. De hecho, las prácticas representativas prevalecen sobre las participativas, en tensión con los objetivos declarados por el discurso institucional.

Las experiencias de cambio social desarrolladas hoy en América latina han recolocado el tema de la participación en un lugar central, con la recuperación creativa del contenido clásico del republicanismo y del socialismo en cuanto régimen del autogobierno, esto es, de la participación directa de los ciudadanos en la gestión pública.

La reflexión sobre el contenido de la Constitución cubana vigente tras la reforma de 1992 reclama atención no solo por urgencias específicamente cubanas sino por un hecho que alcanza al contexto regional: la necesidad de reconstruir el paradigma de la democracia desde las condiciones socioestructurales e históricas de la región, marcadas por una inveterada exclusión social y un concepto patrimonial de la política.

Esta investigación resitúa el tema en los debates teóricos-políticos cubanos a partir de una comprensión republicana democrática. Recupera y confronta saberes provenientes del nuevo constitucionalismo latinoamericano y de corrientes teóricas cuyas ideas apenas circulan en el contexto nacional.

En un plano específico, esta investigación contribuye a colocar en el campo de las opciones políticas cubanas respuestas a dos problemas: la debilidad de las formas de ejercicio directo de poder y las carencias del control concreto sobre la actuación estatal.

En esta argumentación, la concentración y la centralización de poder son incompatibles con la promoción de la participación, y, al mismo tiempo, la desconcentración y la descentralización, para ser democráticas, deben orientarse hacia la socialización del poder y la soberanía ciudadana.

Para ello, se proponen posibilidades de rediseño del sistema institucional de la participación/representación política con la ampliación—y la facilitación del empleo— de los instrumentos de democracia directa y del control sobre la representación.

De modo inusual en Cuba, el ejercicio de derechos individuales y colectivos se considera aquí como otra forma de participación. La práctica cubana siguió el modelo constitucional de hacer precedentes los derechos sociales sobre los individuales. El principio de precedencia configura un patrón asistencialista de participación. Se hace necesario reforzar la base institucional del ejercicio de derechos como clave de la participación autónoma de la ciudadanía. En esta comprensión, el ejercicio de los derechos fundamentales —a través de su reconocimiento constitucional, de las políticas sociales que los aseguran, y de su sistema de garantías jurídicas— es un recurso para subordinar el Estado a la sociedad. Por ello, propongo la creación de nuevos mecanismos de protección de derechos y de control constitucional.

Por otro lado, a partir del análisis del sistema institucional de la representación política —nominación, mandato, rendición de cuentas y revocación— se proponen garantías materiales y jurídicas para proteger el derecho de todos los ciudadanos a acceder, a través de representantes, a la intervención en la dirección del Estado.

En todos los casos, la argumentación teórica, el análisis de la práctica política y las recomendaciones que se hacen, parten del trabajo empírico realizado con investigaciones de campo, análisis de datos y entrevistas a expertos, funcionarios estatales y ciudadanos.

En un plano general, la investigación contribuye a defender la necesidad de radicalizar democráticamente el sistema institucional cubano de la participación, en contraposición a la imaginación liberal. Sitúa las necesidades de la «democratización de la democracia» en el continuo de las necesidades republicanas: la promoción de la autoorganización popular, la independencia política de las organizaciones sociales, la autonomía de la persona, la socialización de la propiedad y el fomento de formas asociativas desmercantilizadas.

Se arguye que, para alcanzar mayor desarrollo democrático, el Estado cubano debe convertirse en actor de importancia decisiva, no único, en la transformación social con equidad. Se afirma que es preciso construir poder desde lugares diferentes —Estado, poderes públicos, organizaciones sociales, agrupaciones ciudadanas—, en un espacio político regido por los principios de autonomía y cooperación, con la participación directa de las bases en la elaboración, ejecución y control de la política estatal hacia este horizonte: la construcción colectiva del orden.

En Cuba se modifica hoy el perfil de lo que ha sido el socialismo en su historia nacional. Los procesos de descentralización parecen ser la guía de las remodelaciones. Hasta el momento, ellas se han pronunciado básicamente sobre el campo económico, pero las tranformaciones modificarán bases políticas.

En ese contexto, la afirmación de la participación ciudadana es el único expediente eficaz para procesar el conjunto de cambios con consenso social.

Una conclusión resultante de este estudio es que la posibilidad de incrementar la participación de la ciudadanía en el SP cubano enfrenta numerosos obstáculos, provenientes de su ambiente, pero también del propio perfil del modelo.

En consecuencia, se han acumulado desgastes que reclaman una sustitución del modelo mismo de participación política. Las soluciones a los problemas antes considerados pueden encontrarse en varios órdenes: ejercer efectivamente prerrogativas ya consagradas, transformar el sentido de las regulaciones vigentes que otorgan prevalencia a la soberanía estatal sobre la soberanía ciudadana y habilitar nuevos mecanismos de participación que empoderen a la ciudadanía a través de la participación directa y el control de la representación.

Si la reforma de 1992 habilita constitucionalmente el conjunto de cambios económicos que hoy se proponen, por la magnitud de los desafíos políticos que ellos plantean, se estima que es aconsejable encararlos a través de un proceso constituyente nacional.

Julio César Guanche: Es un jurista y filósofo político cubano, amigo y colaborador de Sin Permiso, muy representativo de una nueva y brillante generación de intelectuales cubanos partidarios de una visión republicano-democrática del socialismo.

Tomado: Revista Sin Permiso.info

Duro de tragar


Grecia: segunda dosis de "austeridad"
Se espera que la versión final del proyecto de ley que deberá votar el Parlamento entre el lunes y martes de la próxima semana sea publicada hoy. Durante los próximos años, Grecia debe recortar la plantilla de trabajadores en un 25 por ciento (el equivalente a unos 150 mil funcionarios menos) y el gobierno está obligado a reducir los sueldos en el sector público. Estos empleados ya no percibirán sueldos extraordinarios, pero deberán trabajar más horas. La semana laboral pasará de 37,5 a 40 horas. Por primera vez en tres décadas, el ajuste incluye un recorte del presupuesto para comprar armamento, que en 2013 bajará en 250 millones de euros, y otros 350 millones en 2014. El Ministerio de Defensa ha cancelado pedidos militares por 830 millones de euros. El gobierno espera recaudar, mediante un aumento de la carga impositiva, unos 2450 millones de euros adicionales en 2011 y otros 3600 millones de euros entre 2012 y 2015. Los profesionales autónomos deberán pagar impuestos a partir de ingresos anuales de 12 mil euros, y quienes ganen más de esa cantidad tendrán que contribuir con el uno y hasta el tres por ciento de su sueldo en un fondo para financiar el seguro de desempleo. La privatización de activos del Estado está destinada a recaudar 50.000 millones de euros hasta 2015. El recorte de beneficios sociales y de aportaciones del Estado a las pensiones será de 833 millones este año y de 5400 millones entre 2012 y 2015.



Fuente: Página 12.com.ar

Tomado: Rebelión.org

Un poco más cerca


Alicia Jaime, viuda de Ramón Peré, ayer, en el homenaje que se le tributó en la explanada de la Universidad de la República.

El anuncio se produjo en el día del 38º aniversario del inicio formal de la dictadura y de la huelga general de los trabajadores, que ayer fue conmemorada en la explanada de la Universidad de la República y en un acto del PIT-CNT en el que se celebró la medida. Consultado por la diaria, el abogado Pablo Chargoñia advirtió que si no se impide que los delitos cometidos en dictadura prescriban en noviembre, la revocación de los actos administrativos "puede ser inútil".

El secretario de Presidencia, Alberto Breccia, transmitió ayer en conferencia de prensa la decisión del presidente José Mujica y del Consejo de Ministros de dictar un decreto por el cual se revoque "por razones de legitimidad" todos los actos administrativos dictados por el Poder Ejecutivo en aplicación del artículo 3º de la Ley de Caducidad que consideraron los hechos cometidos en dictadura amparados en esa norma. El jerarca explicó que este decreto se hace en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso Gelman. "Estimamos que estamos cumpliendo con un deber ético pero también con lo que establece la sentencia", dijo.

El decreto, que contempla "en el entorno de 80 casos", será firmado el "jueves o viernes". Según indicó Breccia, "pueden existir algunas situaciones particulares que hagan que algunos de los denunciantes que comparecieron oportunamente ante la Justicia pretendan actuar de forma diferente y que sus casos no sean excluidos". En ese sentido, dijo que "aquellos eventualmente interesados pueden expresar una señal discordia" aunque estimó que eso no se producirá. "Pero no queremos actuar en contrario de la voluntad de los interesados", completó. Con anterioridad, el Ejecutivo revocó el caso de Álvaro Balbi a solicitud de su esposa, la actual militante comunista Lille Caruso.


Memoria en blanco
El Directorio del Partido Nacional (PN) recordó ayer los 38 años del golpe de Estado, reafirmando su "compromiso histórico de luchar por la defensa de las libertades públicas y de los derechos humanos en toda su expresión, como forma de contribuir para que nunca más en el país se repitan quiebres institucionales", según señala una declaración. El directorio también resolvió crear un mural en la sede que recuerde a los "servidores del PN en la lucha contra la dictadura por libertad y democracia". "Es un homenaje a quienes sin tener ni disputar ninguna posición, porque no había elecciones, se jugaron por la democracia y sus ideales", explicó Heber, que agregó: "Arriesgaron su vida y la tranquilidad de su familia".

En cuanto a otros aspectos del fallo de la Corte, el secretario de Presidencia explicó que junto con el canciller, Luis Almagro, y el director de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura se está haciendo "un análisis exhaustivo" a los efectos de cumplirlo en todos sus términos. Adelantó que está previsto "incrementar las facultades" de la Comisión de Seguimiento y que el Ejecutivo solicitó al Ministerio de Defensa Nacional y a la Suprema Corte de Justicia que se habilite el acceso de los archivos vinculados a la dictadura a los investigadores que trabajan en dicha comisión en convenio con la Universidad de la República (Udelar). Se trata de las fichas clínicas de Sanidad de las Fuerzas Armadas y de las fichas judiciales.

Y la prescripción...
En la explanada de la Udelar se realizó ayer el homenaje convocado "a las cinco en punto" a Ramón Peré, el primer asesinado por la dictadura. El responsable de su muerte, Tranquilino Machado, fue procesado días atrás. En ese marco, el secretario de Crysol, Julio Martínez, señaló que la decisión de Mujica "se miró como algo positivo" y como "un pequeñísimo avance hacia sacudirnos la impunidad". No obstante, señaló que le preocupa la prescribilidad y advirtió que la revocación no debe depender de "la voluntad de los familiares" porque es responsabilidad del Estado. "El que no quiera, no seguirá el juicio adelante, pero esto no obliga a nadie a hacer el juicio", añadió.

Durante el acto desarrollado en el PIT-CNT, el dirigente de la central, Juan Castillo, celebró la noticia. "De la misma forma y con la misma franqueza debo decir que el 19 de mayo se nos pegó un golpe anímico cuando miles de compatriotas y centenares de militantes creíamos que estaban dadas las condiciones para que en el mismo lugar, en la misma institución y en el mismo ámbito donde se había aprobado la Ley de Caducidad, el Parlamento tenía la posibilidad de redimirse y, a partir de otra ley, anularla para que la Justicia pudiera actuar", añadió, en referencia al interpretativo.

Macarena Gelman, presente en el acto, consideró que es "muy importante" la decisión del Ejecutivo aunque no sea "la solución perfecta" pero que "el problema clave es el de la prescripción. "Resta saber cómo será recibido por el Poder Judicial y por el ministerio público", añadió. En esa dirección se expresó el abogado Pablo Chargoñia: "Puede ser inútil la revocación de los actos administrativos si no se soluciona la prescriptibilidad. El terreno más sensible ahora se juega en el Poder Judicial".

Lourdes Rodríguez



Tomado: La Diaria.com

27 jun 2011

Zübeyr Şaşmaz: una virtud obvia





La película turca Kurtlar Vadisi: Filistin (El valle de los lobos: Palestina), acusada de antisemitismo, empieza con el asalto israelí a la Flotilla por la Libertad en aguas internacionales. El fantasioso cineasta Zübeyr Şaşmaz ha tenido la virtud de dar la vuelta completamente al final de sus películas estilo Rambo: ¡ganan los turcos (en la última entrega en alianza con los palestinos), y no el US Army o el Tzahal!
 "J. B., marine estadounidense de veintisiete años destacado en Irak, está siendo investigado por el Pentágono después de que en la noche del pasado 23 de abril perdiera provisionalmente el control y se negase a violar a una joven prisionera iraquí, tal y como habían hecho ya sus compañeros. No conforme con esto, en un estado descrito como de 'incomprensible demencia', vistió dulcemente a la mujer, le limpió las lágrimas y la acompañó fuera de la celda"

Noticias, Santiago Alba Rico (Caballo de Troya, 2010)

"Cette démographie galopante, ces masses hystériques, ces visages d'où toute humanité a fui, ces corps obèses qui ne ressemblent plus à rien, cette cohorte sans tête ni queue, ces enfants qui ont l'air de n'appartenir à personne, cette paresse étalée sous le soleil, ce rythme végétal, tout cela fait partie du vocabulaire colonial"

Les damnés de la terre, Frantz Fanon (La Découverte, 2002)

"Cambiar algunos detalles de la historia para hinchar el orgullo nacional es un viejo truco que se ha utilizado desde tiempos inmemoriales. Pero ha sido casi siempre un privilegio reservado a los vencedores, que no han dudado en magnificar sus gestas y en minimizar, o borrar, los éxitos de sus adversarios". El editorial del diario El País, titulado 'Una de héroes turcos' (18/VIII/2010), criticaba meses después del asalto israelí a la primera Flotilla por la Libertad, la nueva entrega de la saga cinematográfica 'El Valle de los Lobos' del cineasta turco Zübeyr Şaşmaz (1).

'El Valle de los Lobos' es una popular serie de televisión turca que ha inspirado varias películas. En Kurtlar Vadisi: Filistin (El valle de los lobos: Palestina) su protagonista, el súper agente Polat Alemdar (un papel interpretado por el actor turco Necati Şaşmaz) dirigirá a su equipo, brillante en operaciones especiales, hasta la Palestina Ocupada (y no a Israel, como exclama Alemdar en una de las primeras escenas) para asesinar al comandante israelí Moshe Ben Eliezer como venganza por la ejecución de nueve activistas turcos durante el asalto al Mavi Marmara (2).

Polat Alemdar, una mezcla de Rambo y James Bond, lidera un indestructible comando turco guiado por el repudio al imperialismo y a los ejércitos coloniales en Oriente Medio. El director Zübeyr Şaşmaz ha tenido el acierto de cambiar el sempiterno e inevitable The End de la película desde la Guerra Fría: ¡al final no ganan los yanquis (ni los israelíes)! Esta simple genialidad ha provocado la censura de la película en Alemania (tras acusaciones de antisemitismo) y una enorme simpatía entre el público turco.

La acción, trepidante y violentísima al estilo de las películas norteamericanas, es una constante sangría de soldados israelíes. Pero la película también es una gráfica descripción de la violencia colonial del Tzahal y de la más bien infernal vida cotidiana de la población palestina. El guionista del film, Bahadir Özdener declaró, con motivo de las acusaciones de antisemitismo que despertó en Alemania: "no odio a los israelíes". Pero también se preguntó: “¿No tiene Alemania otra sensibilidad que la del Holocausto? Los palestinos son nuestros hermanos, y son sistemáticamente asesinados desde 1948”.

Jack Shaheen, profesor de comunicación de la Southern Illinois University, analizó la deshumanización de los árabes en 900 producciones cinematográficas de Hollywood. Según sus conclusiones, recogidas por Leila Nachawati en Periodismo Humano, de 900 películas analizadas, 800 ofrecen representaciones distorsionadas, mientras que 50 películas proyectan una imagen más o menos neutral o realista y sólo 12 presentan personajes de origen árabe con una luz positiva.

'El valle de los lobos: Palestina' parece contradecir varias de las conclusiones del profesor Shaheen sobre la deshumanización de los árabes. Así, frente a la combinación de violencia y estupidez inherente a los árabes en el cine de Hollywood, el film de Şaşmaz fantasea con una alianza entre los invencibles agentes turcos y la ingeniosa Intifada palestina tras la la cual el Ejército israelí es batido sistemáticamente en trepidantes escenas de acción, con peleas imposibles, explosiones frecuentes y todos los alicientes del peor cine norteamericano.

En su abismal colonización cultural, Occidente complementó los bombardeos de los B52 con bombardeos de películas, videojuegos y videoclips. Pero todo tiene un límite. Así, las cosas empezaron a cambiar con creaciones como el videojuego 'Tahta al-Hisar' (también conocido como Under The Siege) del ingeniero sirio Radwan Kasmiya.

Tal como explicaba el fundador de la compañía Afkarmedia en una entrevista en El País (26/IV/2008), "hay una gran diferencia entre un videojuego histórico, basado en la vida de personas reales que tratan de sobrevivir a la limpieza étnica, y los productos de propaganda, de contenido racista, que intentan justificar la política de agresión de Estados Unidos. UnderSiege está basado en episodios reales y hay varias escenas con sonido real, como la de la masacre de la mezquita de Hebron en 1994, que da inicio al juego. No me gusta definirlos como juegos políticos, aunque ésta es la primera impresión del público occidental; mejor históricos, sociales o reality-games. Todos los videojuegos transmiten algún mensaje, pero la mayoría lo oculta detrás de la sofisticación técnica, para que el jugador, totalmente concentrado en la acción, lo reciba de forma indirecta, pero eficaz" (3).

Un inciso. Para Stephen Graham, profesor de Geografía en la Durham University, "el complejo formado por la industria militar y la industria de los juegos virtuales ha representado un papel fundamental en la generalización de la idea de que Estados Unidos y sus aliados deben preparar su inevitable batalla contra los habitantes del Tercer Mundo en general y los árabes en particular" (4). Según el autor de Cities, war and terrorism, "las complejas conexiones entre guerra y entretenimiento en la era digital no hacen sino profundizar el ya consagrado rol de las películas y los juguetes como portadores de propaganda militarista. Se calcula que el 90 por 100 de los 75.000 hombres y mujeres que cada año se incorporan al ejército estadounidense son jugadores ocasionales de videojuegos, y el 30 por 100 se consideran a sí mismos 'hardcore'. Tal es la familiaridad de la mayoría de los reclutas con los mandos de la PlayStation que los marines han llegado a imitarlos en las consolas de su nuevo vehículo de vigilancia urbana por control remoto, Dragon Runner, que se utiliza actualmente en las calles de Iraq".

El sociólogo e historiador Immanuel Wallerstein contextualiza bien producciones como las de Zübeyr Şaşmaz y Radwan Kasmiya. "La realidad del moderno sistema-mundo, la economía-mundo capitalista, es que es un sistema jerárquico, desigual, polarizante, cuya estructura política es la de un sistema interestatal en el que algunos Estados son manifiestamente más fuertes que otros. En el avance del proceso de acumulación sin fin de capital, los Estados más fuertes imponen constantemente su voluntad sobre los Estados más débiles, hasta donde pueden. A esto se le llama imperialismo y es inherente a la estructura del sistema-mundo. Ha sido justificado sobre la base de la 'misión civilizadora', la presunta necesidad moral de obligar a los otros a apegarse a las normas prescritas por los valores universales. Parece una coincidencia curiosa que los valores que se dicen universales sean siempre fundamentalmente los que observa el poder imperial. La resistencia por parte de las víctimas a tan engañosa moralidad parece una virtud obvia" (5).

No se trata de un privilegio reservado a los vencedores, como afirmaba el editorial de El País, sino más bien un consuelo reservado a los vencidos: fantasear con un final diferente.

NOTAS:

(1) Una de héroes turcos (El País, 18/VIII/2010)

(2) La película está disponible aquí.

(3) Videojuegos de la Intifada, Roberta Bosco (El País, 26/IV/2008). En una entrevista publicada en 2006 en Umelec/International Radwan Kasmiya explicaba lo siguiente: "In general, you shoot Arabs or aliens in recent videogames. In the States, according to the last elections, almost half of the nation do not agree with the politics in Iraq. I think that every society has its right to have its own opinion, but nobody has the right to deny the opinion of the other, but that is exactly what is happening now. The Americans in Iraq closed some channels, e.g. al-Jazeera, they even attacked their building and killed their reporter. There is information they want to publish and information they do not, and it is exactly the same in videogames. In the games from Kuma/War you play as strong and intrepid American soldiers who help the Iraqis to promote democracy. The American game companies reflect the American society as we reflect the Arabic society".

(4) La guerra y la ciudad, Stephen Graham. New Left Review nº44 (mayo/junio 2007). Ver también 'Why war is really just a game?' de Noah Shachtman en Wired.com

(5) La decadencia del imperio, Immanuel Wallerstein (Txalaparta, 2005)

Lucas Marco

Tomado: Rebelión.org

Los banqueros se preparan para violar a Grecia: los socialdemócratas votan por el suicidio nacional


Solo un referendo popular puede detenerlos
La lucha por el futuro de Europa se está librando en Atenas y otras ciudades griegas que se resisten a las exigencias financieras que son la versión en el Siglo XXI de un ataque militar directo. Sin duda, la amenaza de supremacía de los bancos no es el tipo de política asesina de la economía que proporcione oportunidades para mostrar heroísmo en la batalla armada. Las políticas financieras destructivas se parecen más a un ejercicio en la banalidad del mal, en este caso las conjeturas favorables a los acreedores del Banco Central Europeo (BCE), la UE y el FMI (incitado por el Tesoro de EE.UU.).
Como señaló Vladimir Putin hace algunos años, las reformas neoliberales colocadas en manos de Boris Yeltsin por los Harvard Boys en los años noventa, llevaron a que Rusia sufriera tasas de natalidad más bajas, esperanza de vida más corta y emigración –la mayor reducción del crecimiento de la población desde la Segunda Guerra Mundial. La huída de capitales es otra consecuencia de la austeridad financiera. La “solución” al problema de la deuda de Grecia propuesta por el BCE es por lo tanto contraproducente. Solo sirve para que el BCE gane tiempo para apoderarse de más deuda del gobierno griego, dejando que todos los contribuyentes de la UE paguen la cuenta. Para evitar ese traspaso de las pérdidas de los bancos a los contribuyentes, Angela Merkel en Alemania ha insistido en que los dueños privados de bonos deben absorber parte de la pérdida que resulta de sus malas inversiones.

Los banqueros tratan de obtener una ganancia inesperada utilizando el martillo de la deuda para lograr lo que hacía la guerra en el pasado. Exigen la privatización de activos públicos (a crédito, con deducción tributaria para los intereses de manera que quede más flujo de efectivo para pagar a los banqueros). Esta transferencia de tierras, servicios públicos e intereses como botín financiero y tributo a las economías acreedoras es lo que hace que la austeridad financiera se parezca a la guerra en su efecto.

Sócrates dijo que la ignorancia debe ser la raíz de todo mal, porque nadie se propone deliberadamente ser malo. Pero la “medicina” económica de llevar a los deudores a la pobreza y de forzar la venta de su dominio público se ha convertido en una sabiduría socialmente aceptada enseñada en las actuales escuelas de gestión. Se pensaría que después de cincuenta años de programas de austeridad y de ventas de privatización para pagar malas deudas, el mundo habría aprendido bastante sobre las causas y las consecuencias.

La profesión bancaria decide deliberadamente ser ignorante. La “Buena práctica aceptada” está apoyada por Premios Nobel de Economía para suministrar un manto de negabilidad plausible cuando los mercados son “inesperadamente” vaciados y la nueva inversión disminuye como resultado de economías que se desangran en lo financiero al estilo medieval, mientras la riqueza es absorbida por la punta de la pirámide económica.

A mi amigo David Kelley le gusta citar el comentario sarcástico de Molly Ivins: “Es difícil convencer a la gente de que la estás matando por su propio bien”. El intento de la UE de hacerlo no tuvo éxito en Islandia. Como los islandeses, los manifestantes griegos están hasta la coronilla de docta ignorancia neoliberal de que la austeridad, el desempleo y los mercados en contracción son el camino hacia la prosperidad, no a más pobreza. Por lo tanto hay que preguntar ¿qué motiva a los bancos centrales a promover a administradores con estrechez de miras, que siguen las órdenes y la lógica de un sistema que impone innecesarios sufrimientos y desperdicio, todo para continuar con la banal obsesión de que los bancos no deben perder dinero?

Hay que concluir que los nuevos planificadores centrales de la UE (¿No es lo que Hayek dijo que era el Camino a la Servidumbre?) actúan como guerreros de clase al exigir que todas las pérdidas sean sufridas por las economías al imponer la deflación de la deuda y al permitir que los acreedores se apoderen de activos. Como si esto no empeorara el problema. Esta línea dura del BCE está respaldada por el secretario del Tesoro de EE.UU., Geithner, evidentemente a fin de que las instituciones estadounidenses no pierdan sus apuestas en juegos de derivados que han emprendido.

Es una repetición de la intervención de Geithner para impedir el alivio de la deuda irlandesa. El resultado es que entramos en un territorio absurdo en el cual el BCE y el Tesoro insisten en “renegociación voluntaria” sobre la base de que algún banco puede haber tomado un riesgo del tipo AIG al ofrecer seguro contra default o apuesta a que pueda hacerlo perder tanto dinero que sería necesario otro rescate. Es como si el juego financiero fuera económicamente necesario, no parte de Las Vegas. ¿Por qué les iba a importar un dracma a los griegos? Es un problema regulatorio entre bancos europeos. Pero para soslayarlo, el BCE dice a Grecia que venda sus derechos de agua y de alcantarillado, puertos, islas y otra infraestructura.

Esto vira hacia el teatro financiero del absurdo. Por cierto, algunos intereses especiales siempre se benefician del absurdo sistémico, por banal que sea. Los mercados financieros siempre se han basado en que Grecia terminará por hacer default. Sólo es cuestión de cuándo. Los bancos están aprovechando el tiempo para apoderarse de todo lo que pueden y pasar las pérdidas al BCE, la UE y el FMI, instituciones “públicas” que tienen más influencia que los acreedores privados. Por lo tanto los banqueros se convierten en patrocinadores de lo absurdo y de la economía chatarra lanzada tan irreflexivamente por los ejecutores, porristas por la banalidad del mal. No importa realmente si sus nombres son Trichet, Geithner o Papandreu. Solo son bultos emparentados sobre el calamar vampiro de las demandas de los acreedores.

Las multitudes griegas que se manifiestan frente al Parlamento en la Plaza Syntagma están suministrando su contraparte a la “primavera árabe”. Pero en realidad, ¿qué pueden hacer, a falta de violencia, mientras la policía y los militares se ponen de parte del gobierno que por su parte se pone de parte de los acreedores extranjeros?

La táctica más efectiva es pedir un referendo nacional sobre si se aceptan los términos de austeridad, aumentos de impuestos, recortes de los gastos públicos y privatizaciones del BCE. Es como el presidente de Islandia impidió que la dirigencia socialdemócrata de su país comprometiera la economía a pagos ruinosos (e innecesarios desde el punto de vista legal) ante las exigencias del Partido Laborista de Gordon Brown y de los holandeses para Icesave e incluso los rescates de Kaupthing.

La única base legal para exigir el pago del rescate por la UE de bancos franceses y alemanes -y la exigencia del secretario del Tesoro de EE.UU., Tim Geithner, de que las deudas deben ser sacrosantas, no las vidas de los ciudadanos– es la aceptación y aquiescencia pública de una política semejante. De otra manera la imposición de la deuda podría tratarse simplemente como un acto de guerra financiera.

Las economías nacionales tienen derecho a defenderse contra una agresión semejante. Los dirigentes populares pueden insistir en que, a falta de un referendo, se proponen elegir un programa político comprometido con la anulación directa de la deuda. El derecho internacional prohíbe que las naciones traten a sus propios ciudadanos de un modo diferente a los extranjeros, de modo que todas las deudas en categorías específicas deberían anularse para crear una Tabula Rasa. (La Reforma Monetaria Alemana de 1947 impuesta por las Potencias Aliadas fue la Tabula Rasa más exitosa de los tiempos modernos. Liberar a la economía de la deuda [incluidas las reparaciones a Grecia por el descalabro de la Segunda Guerra Mundial] se convirtió en la base del milagro económico alemán.)

No se trata de la primera propuesta semejante para Grecia. Hacia finales del Siglo III a.de C., los reyes de Esparta, Agis y Cleómenes, presionaron por la cancelación de una deuda, cómo lo hizo Nabis después de ellos. Plutarco cuenta la historia, y también explica el trágico defecto de esa política. Propietarios absentistas que habían pedido prestado para comprar bienes raíces respaldaron la cancelación de la deuda, obteniendo un inmenso beneficio.

Sería mucho más el caso en la actualidad que en el pasado, cuando la gran masa de la deuda es deuda hipotecaria. Imaginad lo que una cancelación de la deuda haría a los Donald Trump de la economía –habiendo adquirido propiedad con crédito con un mínimo de inversión propia, ¡debiendo repentinamente nada a los bancos! El objetivo de una reforma financiera-fiscal debería ser liberar la economía de gastos fijos financieros que son tecnológicamente innecesarios. Para evitar hacer un regalo a los propietarios absentistas, una cancelación de la deuda tendría que combinarse con un impuesto a la renta económica. El sector público recibiría el valor de arrendamiento de la tierra como su base fiscal.

Sucede que éste era el objetivo básico de los economistas del libre mercado del Siglo XIX: gravar la tierra y la naturaleza –y los monopolios naturales– en lugar de gravar el trabajo y los bienes capitales. El objetivo era mantener para el público lo que crean la naturaleza y la infraestructura pública. Hace un siglo se creía que los monopolios como los que ahora tienen en la mira los privatizadores deberían ser operados por el sector público; o, si se dejaban en manos públicas, sus precios serían regulados para mantenerlos en línea con los costes reales de producción. En los casos en los que propietarios privados ya habían tomado posesión de la tierra, las minas o los monopolios, el ingreso de la renta de esos privilegios de propiedad sería totalmente gravado. Esto incluye el privilegio financiero del que gozan los bancos en la creación de crédito.

El camino para reducir costes es reducir los “malos” impuestos que aumentan el precio de producción, sobre todo los impuestos sobre la mano de obra y el capital, los impuestos a la venta y los impuestos al valor agregado. Al contrario, los impuestos a la renta recaudan el “almuerzo gratuito” de la economía, y por lo tanto dejan menos disponibilidad para comprometerla con los bancos para ser capitalizada en servicio de la deuda en préstamos más elevados. Al transferir la carga tributaria griega de la mano de obra a la propiedad se reduciría el precio de de suministro de mano de obra, y también el precio de la vivienda que está aumentadndo debido a los créditos bancarios.

Un cambio del impuesto sobre la tierra fue la propuesta primordial de reforma de los siglos XVIII y XIX, de los fisiócratas y de Adam Smith hasta John Stuart Mill y los reformadores de la Era Progresista de EE.UU. El objetivo era liberar los mercados de las rentas hereditarias de la aristocracia terrateniente originadas en la conquista vikinga medieval. Esto liberó las economías del feudalismo, y mantuvo a raya los precios en relación con los costes de producción socialmente necesarios.

Todo gobierno tiene el derecho de cobrar impuestos, mientras lo haga uniformemente a los propietarios del interior así como a los propietarios extranjeros. Fuera de re-nacionalizar la tierra y la infraestructura la imposición completa de su renta económica (pagos de acceso para lugares cuyo valor es creado por la naturaleza o por mejoras públicas) devolvería a las autoridades griegas lo que los acreedores tratan de agarrar.

Esta clásica amenaza de los reformadores del Siglo XIX es la respuesta que los griegos pueden dar al Banco Central Europeo. Pueden recordar al resto del mundo que fue, después de todo, el ideal de los mercados libres como fue expresado desde Adam Smith a John Stuart Mill en Inglaterra, y que fue la base de los gastos públicos, las agencias reguladoras y la política tributaria de EE.UU. durante su período de ascenso.

Cuán extraño (y triste) es que el propio Partido Socialista que gobierna en Grecia, cuyo líder dirige la Segunda Internacional, haya rechazado este programa centenario de reformas. No es comunismo. No es ni siquiera inherentemente revolucionario, o por lo menos no lo era cuando se formuló. Es socialismo del tipo reformista en el que culminaron dos siglos de economía política clásica.

Pero es el tipo de mercados libres contra el que lucha el BCE, respaldado por las estridentes exhortaciones del secretario del Tesoro Geithner de EE.UU. Obama no dice nada, deja en manos de burócratas de Wall Street la fijación de la política económica nacional. ¿Está mal? ¿O es solo pasivo e indiferente? ¿Representaría una gran diferencia para el resultado final?

Resumiendo, los objetivos de la agresión financiera extranjera son los mismos que en la conquista militar: la tierra y el dominio público. Pero las naciones tienen derecho a gravar el rendimiento de la renta además del rendimiento de la inversión de capital. Contrariamente a las demandas de la UE de “devaluación interna” (recortes de salarios) como medio para reducir el precio de la mano de obra griega para hacerla más competitiva, la reducción de los niveles de vida no es el camino a seguir. Reduce la productividad de la mano de obra mientras erosiona el mercado interior, llevando a una espiral en deterioro de contracción económica.

La necesidad de un referendo popular

Todo gobierno tiene derecho y por cierto la obligación política de proteger su prosperidad y subsistencia a fin de mantener a su población dentro del país en lugar de conducirla a emigrar o a una posición de dependencia financiera de rentistas. En el corazón de la democracia económica está el principio de que ninguna nación soberana tiene la obligación de renunciar a su dominio público o a sus impuestos, y por ello a su prosperidad económica y su subsistencia futura, ante los extranjeros o en cualquier caso a una clase financiera interior. Por eso Islandia votó “no” en el referendo de la deuda. Su economía se está recuperando.

Irlanda votó “sí” y ahora enfrenta una nueva gran emigración comparable con la que sobrevino después de las emigraciones impulsadas por la pobreza y la hambruna de mediados del Siglo XIX. Si Grecia no fija un límite, será una victoria de la agresión financiera y fiscal que le impondrá la esclavitud por deudas.

Las finanzas se han convertido en el modo de guerra preferido del Siglo XXI. Su objetivo es apropiarse de la tierra y la infraestructura pública para sus propias elites del poder. El logro de este objetivo por medios financieros, imponiendo la esclavitud por deudas a poblaciones sometidas, evita el sacrificio de vidas de la potencia agresora, pero solo mientras los países deudores sometidos acepten voluntariamente su carga. Si no hay referendo, la economía nacional no se puede responsabilizar de pagar las deudas debidas incluso a acreedores “preferidos”: el FMI y el BCE. Activos que se privatizan por insistencia de bancos extranjeros pueden ser re-nacionalizados. Y exactamente igual que las naciones atacadas militarmente pueden entablar un proceso legal, Grecia puede presentar una demanda por la devastación causada por la austeridad, los empleos perdidos, la producción perdida, la población perdida, la fuga de capitales.

La economía griega no recibirá los fondos de un “rescate” del BCE. Los bancos recibirán el dinero. Les gustaría darle vuelco y volver a prestárselo de nuevo a los compradores de la tierra, los monopolios y otras propiedades que dicen que Grecia debe privatizar. Los ingresos que cobren (indudablemente aumentando las tarifas al hacerlo, para cubrir el interés y otorgarse los usuales aumentos de salarios sobre propiedad privatizada) se pagarán como intereses. ¿No es como un tributo militar?

Margaret Thatcher solía decir “No hay alternativa”. Pero evidentemente existe. Grecia puede optar por no participar en este despilfarro de activos y de privilegio económico para los acreedores.

¿Qué dicen los colegas de Papandreu de la Internacional Socialista sobre los actuales acontecimientos en Grecia? Supongo que es evidente que la antigua Internacional Socialista está muerta, dado el hecho que Papandreu es, después de todo, su jefe. Lo que pasa hoy por socialismo es diametralmente opuesto de las reformas promovidas bajo su nombre hace un siglo, en la era anterior a la Primera Guerra Mundial. Los partidos socialdemócratas y laboristas europeos de la actualidad han encabezado el camino de la privatización, de la financiarización de sus economías bajo condiciones que han bloqueado el crecimiento de los niveles de vida. El resultado promete ser un realineamiento político internacional.

La austeridad económica no puede garantizar las demandas de los acreedores

El jueves por la tarde el Dow, que había bajado 230 puntos, dio un salto al cierre para perder “solo” 60 puntos, por los rumores de que Grecia había aceptado el plan de austeridad del FMI. ¿Pero qué es Grecia? ¿Es solo el gabinete? Ciertamente no todo el Parlamento. ¿Habrá una votación parlamentaria opuesta al interés público, que acepte austeridad y privatización?

Solo un referendo puede comprometer al gobierno griego a pagar nuevas deudas impuestas bajo la austeridad. Solo un referendo puede impedir que propiedad que está privatizada se re-nacionalice. Una transferencia semejante no es legítima según ideas comúnmente aceptadas de democracia política y económica. Y en todo caso, un impuesto sobre la renta puede recuperar para la economía griega lo que los agresores financieros tratan de agarrar.

La historia está llena de ejemplos instructivos. Oligarquías locales en la región invitaron a Roma a atacar Esparta, y derrocó a los reyes y a su sucesor Nabis (quien puede haber sido real). La secuela es que Roma dirigió un imperio oligárquico, utilizando la violencia en el interior para asesinar a reformadores democráticos como los hermanos Gracchi después de 133 A. de C., arrojando a la república a un siglo de guerra civil. Los intereses acreedores terminaron por estar en control total, y su propio egoísmo banal arrojó a la mitad occidental del Imperio Romano a una Edad Oscura económica y social.

Esperemos que esta vez el resultado sea mejor. Ciertamente habrá luchas, pero más en la esfera financiera y fiscal que en la abiertamente militar. En última instancia la lucha sólo se puede ganar si se comprenden la corrosiva dinámica de la “magia del interés compuesto” y la necesidad social de subordinar los intereses de los acreedores a los de la economía “real” en general. Pero para lograr esto, la propia teoría económica tiene que sacarse de su actual banalidad posclásica “neoliberal”.

Michael Hudson: Es ex economista de Wall Street, distinguido profesor investigador de la Universidad de Missouri, en Kansas City, y autor de numerosos libros, entre ellos: “Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire” (nueva edición, Pluto Press, 2002) y “Trade, Development and Foreign Debt: A History of Theories of Polarization v. Convergence in the World Economy”. Puede contactarse con él en: mh@michael-hudson.com

Fuente: CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Tomado: Rebelión.org


Carta a un almirante


Un tripulante de la Flotilla de la Libertad II escribe al almirante israelí Eliezer Maron
Querido almirante Eliezer Maron:
Espero me disculpe si con la presente le robo un poco de su tiempo. Sé que está ocupadísimo entrenando a sus tropas de élite para asaltar y detener los barcos de la Flotilla de la Libertad 2, que se preparan para zarpar rumbo a Gaza cargados de ayuda humanitaria. Sepa, pues, que iré a bordo de uno de esos barcos, así que perdone si antes que me devuelvan o me detengan sus soldados me tomo la libertad de comentarle unas cuantas cosas sencillas a propósito de algunas declaraciones suyas. Dice usted que no nos mueven motivos humanitarios sino de “odio por Israel".

Debería usted ver los rostros de las chicas y chicos que están a punto de embarcar. Vería en ellos sonrisas, miradas llenas de esperanza, a veces la ingenuidad de quien aún cree que vale la pena bregar por los demás. Encontraría de todo menos odio. Es más: tal vez, además de solidaridad activa con la población de Gaza que lleva años encerrada sufriendo un asedio feroz, se aprecia una solidaridad con un Israel prisionero de una lógica que parece no poder concebir otra ley sino la del más fuerte, aun a riesgo de sofocar así lo mejor que su sociedad ha expresado y sigue expresando.

Usted, que es un militar, sabe mejor que yo que el asediante suele ser víctima de su proprio asedio. Así, usted, que es un soldado, llega a afirmar que los barcos civiles cargados sólo de jóvenes y ayuda “tienen el objetivo de desafiar al ejército israelí”. ¡Venga ya, almirante! Su gobierno siempre se ha jactado de tener uno de los ejércitos más poderosos y mejor armados del mundo. ¿Va a resultar ahora que bastaría con unas pocas decenas de barcos para desafiarlo? Quisiera decirle algo que acaso alimente su orgullo marcial: en las caras de esos chicos y chicas, y también en la mía, aunque ya hace tiempo que ya no soy un chico, podría leer también el miedo. Sí, ustedes, a mí, a nosotros, nos dan miedo. Nos dan miedo sus tropas de élite armadas, y sus barcos de guerra; nos da miedo el momento en que nos crucemos.

Pues bien, precisamente este miedo nos aporta un motivo más para zarpar, ya que nos acerca, si bien de modo reducido, al miedo que están condenados a sufrir diariamente los hombres, los niños, las mujeres de Gaza cuando les llueven del cielo misiles y bombas de fósforo, y cuando la única esperanza de vida digna de vivirse se les vuelve desesperación y rabia.

¿Acaso es cierto, almirante Eliezer, que la seguridad de Israel puede quedar garantizada gracias al miedo que infunde? Ya, lo olvidaba, esto no son asuntos de su incumbencia. Usted dijo que responde sólo ante las fuerzas armadas israelíes. Que obedece órdenes, vamos. Disculpe usted si ese “sólo obedecía órdenes”, me trae a la memoria justificaciones empleadas otrora para exonerarse de responsabilidades por crímenes horrendos que sucedieron en la reciente historia europea. Asimismo, dijo usted que tratará de no usar en nuestra contra “armas letales”. Déjeme agradecerle sinceramente esa deferencia. Añadió también que está entrenando a sus soldados a no reaccionar violentamente contra quienes les escupan o les lancen colillas de cigarrillos. Bien, pero esta formación se la puede ahorrar. Les aseguro que nadie va a escupir a a sus tropas de élite. Escupir a un hombre es un acto para humillarlo y resulta que nosotros nos batimos pacíficamente contra toda acción que degrade la condición humana. De lo contrario traicionaríamos las palabras de Vittorio Arrigoni "sigamos siendo humanos", lema bajo el cual parte la Flotilla.

Estaría bien, para concluir, que nos encontráramos en el mar, frente a Gaza y nos saludáramos tocando las sirenas, nosotros desde nuestros cargueros, ustedes desde de sus buques de guerra, y pudiéramos llegar al puerto de esa ciudad y descargar la ayuda con las sonrisas de esos rostros jóvenes que le decía, para poder decirle así a esa población que no está sola, que no la hemos olvidado, y que aún vale la pena no transformar la desesperación en odio. Sé que es un sueño ingenuo. Pero sabe usted: soñar ayuda a imaginar un mundo que no conozca sólo muertos y guerras, soñar ayuda a construirlo. Espero que también usted, almirante, sea capaz de soñar. Se lo deseo de corazón. Hasta pronto.

Vauro Senesi / Il Manifesto
Traducido por Gorka Larrabeiti

Fuente: Il Manifesto.it
Tomado: Rebelión.org

"Sin el libro de Hessel, la revuelta española no se habría producido"


Sylvie Crossman y Jean-Pierre Barou. Editores. La pareja inventó ‘¡Indignaos!', el fenómeno editorial que ha dado la vuelta al mundo
Indignaos! nació en sus cabezas. Sylvie Crossman, antigua corresponsal de Le Monde en EEUU y Australia, fue educada en la Polinesia francesa, donde se familiarizó con las poblaciones indígenas y su lucha contra el genocidio cultural. Mientras tanto, Jean-Pierre Barou combatía al lado de los maoístas franceses durante los años setenta, cuando frecuentó a Sartre, y fue uno de los fundadores del diario Libération antes de convertirse en editor de textos filosóficos para una gran editorial. Hace 15 años, ambos lo dejaron todo para fundar Indigène, una minúscula editorial con sede en Montpellier, respetada por sus escritos sobre las culturas primitivas. Pero nadie podía imaginar que este microscópico proyecto acabaría protagonizando el mayor fenómeno editorial de los últimos tiempos. Conversadores apasionados e infatigables, atendieron a Público desde el desván de su casa, donde sigue instalada la editorial que se inventó un libro que aspira a cambiar el mundo.

PÚBLICO: ¿Qué influencia ha tenido el libro de Stéphane Hessel en el Movimiento 15-M?

"Sin nosotros, el libro no existiría. Hessel nunca lo habría escrito"
Crossman: Sin este libro, la revuelta española no se habría producido. Existía un movimiento en gestación desde hace tiempo, pero el libro de Hessel ha sido la chispa que ha provocado este incendio. No nos extraña la intensidad que ha cobrado en España, donde ya nació una de las primeras resistencias a los totalitarismos del siglo pasado. La llama se reanima en el lugar donde se originó.

Barou: Lo que estamos viendo es el contagio imparable del virus del electrón libre. Se decía que los jóvenes estaban despolitizados, pero no es cierto. Lo que sucedía es que no querían ser representados por esos viejos políticos que han confiscado el sistema democrático. Son esos mismos jóvenes quienes deben reinventar el sistema. El resto no tenemos ningún derecho a indicarles el camino.

PÚBLICO: ¿Fue Hessel quien tuvo la idea de publicar el libro?

"Redactamos el texto a partir de tres entrevistas que él corrigió y validó"
Barou: La iniciativa fue nuestra, lo cual no siempre nos ha sido reconocido. Sin nosotros, el libro no existiría. Creo que Hessel, por su propia voluntad, nunca habría escrito este libro. Fuimos nosotros quienes fuimos a llamar a su puerta. Y fuimos nosotros quienes redactamos el texto a partir de tres entrevistas con Hessel, que después él corrigió y validó antes de su publicación. No me malinterprete: Hessel es la pieza maestra y no quiero minimizar su papel. Pero él mismo reconoce que, sin nuestra intervención, nada habría sido posible.

Crossman: La idea se nos ocurrióal ver a Hessel pronunciando un discurso improvisado durante una ceremonia conmemorativa de la Resistencia francesa. Hessel decía a los jóvenes que fueran con cuidado porque iban a perder todas las conquistas sociales. Les decía que tenían "el deber de indignarse". Así debía titularse el libro, pero lo cambiamos porque sonaba demasiado profesoral [risas]. Puede parecer extraño que una editorial especializada en culturas indígenas publique un libro así. En realidad, existen muchos parecidos. Las sociedades primitivas han sido víctimas del sistema económico occidental, del progreso tecnológico y de cierto totalitarismo mucho antes que nosotros mismos. Los aborígenes australianos figuran entre los más feroces opositores a los dictados de la modernidad occidental. Nos pareció que Hessel se encontraba en fase con ese espíritu de resistencia cultural.

PÚBLICO: ¡Indignaos!' ha sido un fenómeno político y social, pero también editorial. Aunque sus competidores les reprochan que los libros a tres euros nunca serán rentables.

"No nos extraña la intensidad que el movimiento ha cobrado en España"
Barou: Sí, todo el mundo nos imita, y a la vez nos dicen que vamos a hundir la industria editorial francesa Lo que no han entendido es que, para que el invento funcione, hay que seguir una práctica artesanal y no industrial. Hay que ser consecuente: si publicas libros a tres euros, también tienes que vivir gastándote tres euros. Es decir, renunciar a un sueldo de banquero. Lo que queremos es participar en un levantamiento de las conciencias y no hacernos ricos. Los demás copian nuestra idea, el precio, el autor y el formato, pero venden un 5% de lo que vendemos nosotros. Lo que nos diferencia de ellos es la credibilidad. Un gran grupo editorial nunca tendrá la credibilidad necesaria para publicar un libro como este.

Crossman: El sector se ha sentido amenazado, pero pueden estar tranquilos. No tenemos ninguna intención de competir con la edición tradicional. Hemos creado un nuevo género: el libro como arma no violenta, que nos incita a ser radicales en nuestras intenciones y no violentos en nuestras prácticas. Vamos a mantenernos fieles a él.

PÚBLICO: ¿Es cierto que Hessel renunció a su porcentaje por derechos de autor?

"A Hessel no le interesa el dinero. No cobra por los derechos de autor"
Crossman: No es exacto. Hesselno cobra nada por derechos de autor, pero sólo porque nos pidió que hiciéramos donaciones equivalentes a lo que habría ganado con el libro. ¿Que si se arrepiente de su decisión, después del éxito que hemos obtenido? No lo creo. A Hessel no le interesa el dinero. Vive con una pensión más que aceptable y no necesita más. Nosotros hemos cumplido con nuestra palabra. Acabamos de donar 100.000 euros al Tribunal Russell sobre Palestina [del que Hessel es presidente de honor]. Y también 30.000 euros al Collegium International, un think tank para el desarrollo internacional [en el que Hessel participa].

Barou: Le propusimos hasta tres veces que cobrara derechos de autor, pero se negó. Diría que Hessel entendió que el concepto de derechos de autor era ambiguo, puesto que el libro era hijo de los tres. Mire, somos transparentes sobre estos temas, porque no tenemos de qué avergonzarnos. Durante los últimos 15 años hemos ganado 600 o 700 euros al mes. Éramos felices, porque vivíamos de nuestra pasión, pero puede imaginarse lo difícil que ha sido criar a nuestros hijos. Todo el mundo nos dice que nos lo merecemos.

PÚBLICO: De los tres euros que cuesta cada libro, ¿cuántos se llevan ustedes?

"Hemos creado un nuevo género: el libro como arma no violenta"
Barou: Todo el mundo nos pregunta lo mismo [risas]. No es por esquivar la pregunta, pero es difícil calcularlo con precisión. Ahora estamos en pleno proceso de devoluciones, así que no puedo darle una cifra. En todo caso, cuando se publica un libro a tres euros, le aseguro que el margen de beneficio es muy pequeño. Si se descuenta lo que se lleva el impresor y el precio del papel, no nos queda casi nada. Nosotros queríamos publicar el libro a dos euros, pero nuestro contable nos lo prohibió. Después del éxito, lo primero que hicimos fue aumentar el salario de nuestros colaboradores y trabajadores a más del doble, como recompensa justa a muchos años de sacrificios.

PÚBLICO: Ambos tenían trabajos dignos y vidas confortables, pero lo dejaron todo para fundar esta editorial. ¿Les frustraban sus vidas anteriores?

Crossman: Yo iba para profesora de Literatura en la Escuela Normal Superior, uno de los centros universitarios más importantes en Francia. La idea de tener un destino tan banal me horripiló. Me dije que no había venido al mundo para adaptarme a ese molde. Me mudé a California a finales de los setenta, donde empecé a escribir para Le Monde y tuve la suerte de conocer a Henry Miller, que tuvo una gran influencia en mí, y me inculcó la misma idea. A Jean-Pierrelo conocí cuando era editor en una gran editorial de París. Creo que él tuvo miedo de convertirse en el típico editor parisiense pomposo y con una amante [risas]. Así que nos mudamos a Montpellier y montamos esto. Todo el mundo nos trataba de locos. Pero ahora podemos decir a nuestros hijos que hemos hecho algo nuevo con nuestras vidas. Y que nuestra existencia es única e irreemplazable. Se trata de un orgullo inmenso.

Barou: Si me muriera mañana, creo que lo dejaría todo en regla. Tendría la sensación de haber venido a la Tierra para hacer algo valioso.

Àlex Vicente

Tomado: La República.es
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Radiografía de un fenómeno editorial

24 jun 2011

"Assange es un personaje trágico, cómico, dantesco y siniestro"


El escritor y exagente del KGB, Daniel Estulin.-

El conocido autor de las obras sobre el club Bilderberg, Daniel Estulin, publica un nuevo libro en el que trata de "desmontar a Wikileaks"

Célebre por haber publicado los best seller que intentaban revelar lo que se ocultaba tras el club Bilderberg —lo define como un gobierno en la sombra que trata de fundar la Empresa Mundial S.A.—, Daniel Estulin apunta ahora hacia Wikileaks y Julian Assange. En un libro titulado Desmontando a Wikileaks, Estulin trata de articular un conjunto de argumentos que le llevan a una polémica conclusión: "Wikileaks es una conspiración de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU".

En su libro defiende que Wikileaks es una conspiración de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense. ¿En qué se basa?

Llegué a esa conclusión viendo a la gente que patrocina a Wikileaks. Lo hacen fundaciones como por ejemplo Freedom House, y todas están vinculadas a la CIA. También lo vi al observar el consejo de administración de Wikileaks. Dentro hay disidentes chinos vinculados a Tiananmen y a la inteligencia americana. Tiananmen fue el primer intento de EEUU de meter las narices en China. Mires por donde mires, todo te lleva a la CIA y a la NSA. Y en el mundo del espionaje las coincidencias no existen. Existen operaciones bien montadas y mal montadas, y esta se desmonta.

Si esto estuviese orquestado por la inteligencia estadounidense, algún beneficio tendría que sacar el país después de todo lo que se ha revelado. ¿Cuál?

Bueno, los cables revelar, han revelado poco. En cualquier operación de espionaje, el 90% de la información tiene que ser verdad, porque si es mentira, ¿quién te va a creer? Tienes que regalar o sacrificar algo de valor, de muy poco valor. De los 2.500.000 documentos revelados, solo el 6% tenía clasificación Top Secret, ni siquiera Doble Top Secret. De valor no hay nada.

¿Entonces no cree que, por ejemplo, los cables sobre el caso Couso sean relevantes?

¿Relevancia en qué sentido? ¿Qué habían disparado? Es que tampoco sé lo que han dicho...

Revelaron que EEUU había presionado a España para que no se investigara el caso.


Bueno, todos los Gobiernos en el mundo hacen lo mismo. Es una cosa habitual.

Si, según comenta en el libro, los medios de comunicación trabajan para el Gobierno y por ello dieron cabida a Wikileaks, ¿cómo explica los roces que hubo después entre Assange y esos medios?

Los medios no tienen obligación de contar la verdad a la masa social. La gente piensa que los periodistas tienen que contar la verdad, pero no, ellos trabajan para sus amos, los dueños de sus empresas. La verdad que se cuenta es la que está acorde con el dueño del medio de comunicación. Pensar que The Washington Post o The New York Times van a decir la verdad es estar mal de la cabeza. Y si la verdad coincide con la verdad en sí es pura coincidencia. Y si el The New York Times o The Guardian tuvieron roces con Assange es porque en medio de este juego alguien ha decidido aprovecharse de la debilidad de Assange o porque quiere cambiar las reglas del juego.

"A partir de Wikileaks, la palabra terrorista ha desaparecido. Ahora hay ciberterroristas"

Dice que Bin Laden murió en 2001 y sin embargo EEUU anunció que lo habían matado hace tan solo unos meses.


No es que yo lo diga. La última vez que se escucha la voz de Bin Laden fue en el año 2001. Las imágenes posteriores son de un actor malo. Bin Laden desapareció de la faz de la tierra. En principio no sabemos lo qué pasó hace unos meses porque no hemos visto nada. No sé por qué tenemos que creer a EEUU, nos han mentido en todo. Y fíjate lo rápido que se desmintió todo en Internet: las fotos, las pruebas de ADN... Es una mentira tras otra. Esto es lo que demuestra el poder de la red, que necesitan cerrar sí o sí.

Y, ¿cómo cerrar Internet a través de Wikileaks?

A partir de Wikileaks, la palabra terrorista ha desaparecido. Ahora hay ciberterroristas. Se está buscando un acontecimiento cibernético del tipo de Pearl Harbour o del tipo del 11-S para cerrar el acceso a Internet.

¿Ese acontecimiento sería Wikileaks?

Sí, es el acontecimiento previo. Gracias a Wikileaks Assange se ha convertido en ciberterrorista. Obviamente es una operación de engaño. Assange es un personaje trágico y cómico, casi dantesco. Se nota que es un tipo que reflexiona mucho, con sentimientos muy profundos, pero no sabemos exactamente qué cree. Es un personaje siniestro que miente descaradamente. Al mismo tiempo, quiero enfatizar que él no es un agente de la CIA. Es un personaje teledirigido. Dentro del consejo de Wikileaks le sugieren cambiar la dirección o tomar decisiones que interesan a la CIA. El truco es que él no lo sepa. ¿Y cómo conseguirlo? A través de hipnosis y control mental que llevaron a cabo cuando él todavía era un niño.

La mayor parte de sus conclusiones en Desmontando a Wikileaks están basadas en unos emails de Assange y su equipo que publicó la página Cryptome.org.

Cryptome es una página magnífica. En los 90, 95, 96 sacó a la luz documentos de manuales secretos de los Gobiernos, también manuales de instrucciones de Google y Microsoft... Cosas de muchísimo valor pero obviamente una minúscula parte de lo que sacó Wikileaks. De todos modos, Cryptome sigue vivo y Wikileaks está muerta como organización. Es un cadáver.

Sin embargo, usted cree que los archivos digitales son fácilmente falsificables, o eso asegura acerca de los documentos revelados sobre Afganistán.

Ninguna de las 200.000 páginas de los cables de Afganistán son documentos, sino archivos digitales que tú puedes falsificar. Un documento legítimo es aquel que tú puedes tocar, que sabes que es original porque tiene una marca secreta o porque viene encriptado. Pero lo que tú ves en el archivo digital impreso en el ordenador se puede falsificar. De hecho, lo hacen todos los servicios de espionaje del mundo. Hay departamentos que se dedican solamente a ello.

Podría entenderse entonces que los emails que publicó Cryptome.org, al tratarse de archivos digitales, también podrían haber sido falsificados.

Los emails no. ¿Para qué hacerlo? Assange saldrá él mismo y dirá “oye, esto no es mío”. No hace falta, ¿para qué?

¿Y qué papel juega Bradley Manning en todo esto?

Lo engancharon. Es un chaval joven, gay, solitario, físicamente débil. Le pusieron ahí y le dejaron sacar la información, pero sabiendo exactamente lo que podía sacar o no. Manning es un cebo más de la operación. Estoy seguro de que en unos meses o en un año y medio lo sacarán por falta de pruebas, por razones humanitarias o por algún fallo en el juicio.

¿Cómo explica la dimisión de Philip Crowley como portavoz del Departamento de Estado de EEUU tras criticar las condiciones en las que se encuentra Manning?

Daños colaterales. No sé qué pasó, no tengo ni idea. Al final, no tiene importancia. La operación es distinta. Esta es la operación de la CIA y la NSA por cerrar el acceso a Internet.

"A Bradley Manning lo engancharon, lo pusieron ahí y le dejaron sacar la información"

¿Podría decirse que Wikileaks y usted hacen el mismo trabajo?

Sí, el concepto de wiki es magnífico. Es una cosa maravillosa. La mejor forma de acceder a toda la información de los gobiernos es a través de miles de Wikileaks. Es lo mejor que puede pasar en el mundo. Como iniciativa es magnífica, como proyecto es un cadáver muerto flotando en este mar cibernético.

Assange y usted, por lo tanto, comparten un mismo objetivo: desvelar información oculta.

No, porque yo no trabajo con fundaciones como Soros. Él y yo jugamos ligas distintas. Lo que yo hago lo hago yo, no viene nadie a ayudarme. No es lo mismo, aunque obviamente él saca información y yo también.

¿Y si Assange publicase un libro desmontando sus teorías?

¿Desmontando a Daniel Estulin? Sería genial. Porque a lo mejor veo algo que había olvidado de mi vida. Hay muchos secretos que guardo. Pero yo no soy importante, si alguien quiere gastar su tiempo, fantástico. Pero no soy importante, él sí.

Héctor Juanatey / Madrid

Tomado: Público.es
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23 jun 2011

De a poquito


Oficiales de seguridad afganos escoltan al embajador de Estados Unidos en Kabul, Karl Eikenberry, a su llegada a la Universidad de Herat el domingo.

Obama anunció que este año Estados Unidos retirará unos 10.000 soldados de Afganistán
Frente a la Guerra de Afganistán el presidente estadounidense, Barack Obama, parece poner en la balanza los problemas económicos que ocasiona, con un presupuesto anual de más de 110 millones de dólares, y el rechazo de la población a casi una década de enfrentamientos.

Barack Obama anunció anoche que su gobierno planea retirar unos 10.000 soldados de Afganistán este año y que para setiembre de 2012 habrán regresado a Estados Unidos 33.000 militares. Su país tiene desplegados en Afganistán 100.000 soldados, en una guerra que está por cumplir una década.

Obama también se refirió a Osama bin Laden y dijo que ciertos documentos encontrados en la casa donde fue localizado el líder de Al Qaeda, en mayo, muestran que esta red islamista se encuentra “bajo tremenda presión”, aunque “sigue siendo peligrosa”. Dijo que en esos documentos Bin Laden mostraba su “preocupación porque Al Qaeda ha sido incapaz de reemplazar de modo efectivo a terroristas experimentados muertos y ha fracasado en sus esfuerzos por retratar a Estados Unidos como si estuviera en guerra con el Islam”.

A los estadounidenses, preocupados por la economía, el presidente les dijo en su discurso televisado desde la Casa Blanca: “En la década pasada hemos gastado miles de millones en la guerra en [...] duros tiempos económicos. Ahora ha llegado el momento de invertir en el mayor recurso de América: su gente”. Recordó más tarde que en Afganistán murieron 1.500 estadounidenses, y otros 4.500 en Irak.

Insistió también en que queda trabajo por hacer para “ganar esta guerra” y “mantener los avances logrados” en Afganistán, mientras se procesa la retirada de tropas. Está previsto que los 140.000 soldados de la OTAN se retiren por completo para 2014.

Antes de hacer su anuncio, Obama se reunió, entre otros, con los secretarios de Estado, Hillary Clinton, y de Defensa, Robert Gates. Éste advirtió, antes del encuentro, que Obama debe considerar tanto la situación en el terreno como la impopularidad de la guerra y el desgaste económico y político que ocasiona. Estados Unidos invierte cada año más de 110.000 millones de dólares en una guerra que es rechazada por más del 50% de la población.

Desde filas castrenses se aboga por una retirada gradual, con el argumento de que los logros de seguridad en el país asiático son pocos y frágiles. Asesores de Obama, Clinton y otros políticos cercanos le indican al presidente que aproveche el viento a favor que le dio la muerte de Bin Laden para marcar un giro en la guerra de Afganistán y ganar respaldo para su administración, con miras a las elecciones de 2012.

La opción elegida por Obama sería el punto medio, con una retirada gradual de la presencia militar. Su anuncio de ayer implica que para las elecciones de 2012 habría regresado al país un número de soldados cercano a los 30.000 que fueron enviados por el presidente en 2010 para reforzar esas fuerzas.

Otros que respaldan una retirada rápida de las tropas son los legisladores estadounidenses, tanto demócratas como republicanos, en cuyos partidos crece tanto el desprecio por una guerra que ya cansó demasiado.

Andrea Martínez.

Tomado: La Diaria.com

El mayo español va por junio


Caricatura: Juan Kalvellido
Por la fecha de su comienzo se le ha denominado 15/M; por su ánimo y sus pronunciamientos más explícitos o difundidos, acampadas o manifestaciones de Los Indignados. Pero la mayor importancia de ese movimiento no estriba en el nombre que finalmente se le dé, sino en la siembra que él aporte. En otro texto, “Salvemos de las bombas a España”, lo llamó mayo español el autor de este nuevo artículo, escrito básicamente, de principio a fin —con paráfrasis, glosas o diálogos implícitos—, a partir de mensajes cruzados con varias amistades. En el uso de mayo español operó el prestigio del antecedente francés de 1968, además de la voluntad de no seguir el camino que, pasando por la soberbia hegemónica, marcaron los medios dominantes en los Estados Unidos al acaparar la abreviatura 11/9 y su equivalente 11/S —en inglés, 9/11 o S/11—, para identificar la tragedia ocurrida en las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Con esa manera de nombrar los hechos se desconocían, si es que no mediaba el intento de suprimirlos de la memoria colectiva, crímenes de los cuales el gobierno estadounidense ha sido agente victimario. En sí y en sus cruentas derivaciones, eso fue el golpe que la CIA orquestó contra el gobierno democrático de la Unidad Popular en Chile, en iguales día y mes que la voladura de las Torres neoyorquinas, pero veintiocho años atrás.

En “Salvemos de las bombas a España”, di por sentado que en esa nación la OTAN no apoyaría, como en Libia, a los portadores de las protestas, sino al gobierno, subordinado a dicha organización militar y, por tanto, a su jefe supremo: los Estados Unidos y su poderío bélico-industrial. Por tanto, conjeturé que la función desempeñada en el país africano por las bombas, en el ibérico podía cumplirla la porra policial del propio Estado español. Eso me costó alguna impugnación: tiernamente seducido por su confianza en la naturaleza y la institucionalidad de aquel Estado, alguien que no nació en él pero reside allí desde hace pocos años, me respondió que la golpiza era impensable.

Según la aludida respuesta, la base de tal imposibilidad era maciza: en aquella nación no gobierna una dictadura, sino una ejemplar democracia civilizada y moderna. (La monarquía habría que verla, pues, como un toque de época para la película). Internamente deseé que quien me impugnaba tuviese razón en la seguridad con que descartaba la represión brutal. Sin embargo, ya aparecían signos y testimonios de tundas por parte de cuerpos armados. También es verdad que en eso, según lo que se ha divulgado más, las palmas las acaparan los cuerpos armados de Cataluña; pero, si fuera apenas un caso aislado, menudo no sería: pensemos en el tamaño de ese territorio.

Por otra parte, aunque sea otro detalle baladí, Cataluña es, hasta donde sabemos, parte del Estado español, y parece que, de momento, seguirá siéndolo. Es una herencia del “legítimo derecho de conquista” por el que España devino imperio intercontinental luego de la precaria unificación con que se apoderó de la mayor parte de la Península Ibérica. Hace años ya que no lo es, y fuera de sus lindes ibéricos tiene solo algunas posesiones insulares y una uña del continente africano. Pero viene de una herencia imperial y sirve gubernamentalmente al imperio de turno, y no parece dispuesta a deshacerse de Cataluña, ni de otras comunidades que hace siglos la Corona ató a su yugo. Sería ingenuo pensar que, para quitarse de encima la mancha de las golpizas que no han podido ocultarse, y que han crecido —se dice incluso que infiltrados policiales provocan violencia entre los manifestantes—, pudiera aprovechar la ocasión y reconocer de una vez la independencia del territorio catalán.

Por cierto, si lo hiciera, de algún modo se honraría también a numerosas víctimas de otro 11 de septiembre: aquel de 1714, cuando tropas de la Corona española al mando del mariscal y duque de Werwick —inglés que ha merecido el calificativo de mercenario— uncieron a Cataluña, matanza mediante, al poderío representado por la monarquía borbónica. Se sabe cómo esta se mantuvo hasta que, entrado el siglo XX, triunfó por vía democrática la Segunda República, derrocada pocos años después, cruentamente, por una insurrección anticonstitucional y fascista. El caudillo que de ese modo actuó “en nombre de Dios y de la patria” fue el mismo que, andando el tiempo, fabricó la “transacción democrática” por la que, hacia finales de dicha centuria, la Corona se restableció con la dinastía borbónica.

Pero tal realidad, telón de fondo para cualquier análisis de la situación española hoy, no es el interés básico de este artículo, centrado en las tan heterogéneas como significativas muestras de inconformidad social que vienen agitando a ese país desde el 15 de mayo. También frente a ellas, como en general contra quienes lo desafían, el poder dispone de diferentes formas de porra, no solo de la que literalmente lleva ese nombre. Una es la manipulación mediática. Si al poder le conviene, promueve la confusión entre radical y violento, entre revolucionario y revoltoso, entre impugnador de la ley que sirve a la opresión y enemigo de toda ley.

Con semejantes procedimientos suscita resquemores y desaprobación contra quienes se le enfrentan, aunque no tengan toda la fuerza necesaria para derrocarlo. O los califica de antisistema, y así los define como una especie de infección nociva para la sociedad en general. También puede, por el contrario, ocultar el lado más filoso y combativo de quienes se le encaran, y subrayar lo que estos tengan —o quepa atribuírseles— de más confuso, anodino, inocuo. Esa no es precisamente la menos efectiva de las porras.

Aparte de recursos materiales para afirmarse en el ejercicio del poder, a los entrenados en él y, por consiguiente, en el control de los medios, les sobran entrenamiento y sabiduría para manipular a su antojo la propaganda, con la que fabrican de sí la imagen que les conviene, y distorsionan la de los otros. Son capaces de combinar represalia violenta, como la de Cataluña, con la pretensa tolerancia y la propaganda dirigida a neutralizar a sus opositores. Y entre estos pueden actuar el desconcierto y la desorientación fomentados por años de derrotas y de manejos mediáticos, durante los cuales se ha fabricado la imagen de un país engalanado con el logro de “democracia plena” y una estabilidad social que debe “agradecerse” al papel de una monarquía que le cuesta caro al erario público.

Cuando parecía —y no pocas voces lo expresaban— que la sociedad estaba aletargada, saltaron las manifestaciones de rechazo a la realidad imperante. No hay que esperar que todas tengan iguales claridad y grado de conciencia sobre lo que se debe revertir, y sobre los recursos y modos necesarios para la reversión. No es necesariamente una prueba de debilidad que muchas y muchos de quienes hayan acampado en señal de protesta estén reclamando internet libre y mayores facilidades de acceso a las nuevas tecnologías.

Estas, que en manos de los poderosos —y con la ayuda de indiferentes— han sido instrumentos de dominación, pueden también servir para denunciar la injusticia y promover contra ella la movilización popular. El alcance de las exigencias planteadas al calor de las manifestaciones, no debe valorarse según lo que digan los medios que sirven a las fuerzas interesadas en que las protestas se disuelvan sin dejar rastros para su continuidad, y, por tanto, en que la desunión y la desconfianza cundan entre quienes pudieran hacer del movimiento una fuerza capaz de enfrentar con éxito al statu quo.

Las fuerzas de derecha dan un ejemplo que, desde la acera contraria, y con propósitos opuestos, las de izquierda podrían observar a manera de aprendizaje: la capacidad de unirse en torno a los objetivos defendidos. Si algo hay de verdad en el viejo refrán, hasta del diablo se puede aprender: no precisamente porque sea diablo, sino porque es viejo y tiene experiencia. Claro que para las izquierdas los objetivos no son ni pueden ser comparables con las diabólicas ambiciones de la derecha, y que, si lo defendido no son dinero y propiedades, sino ideales de justicia, los caminos a recorrer son mucho más complicados que los que llevan hasta la seguridad de la cuenta bancaria y los privilegios que ella garantiza.

Pero las izquierdas no necesitan cultivar suspicacias entre ellas —y no se trata de sugerirles que practiquen la desprevención ante limitaciones y deficiencias propias—, sino mayores voluntad y capacidad de unirse, o al menos arrimar el hombro, por encima de discrepancias y recelos. En la propia España, personajes de la derecha cuyos nombres se omitirán aquí porque a veces hay que ahorrarse la náusea, dan muestras de menospreciarse, de abominarse, de odiarse entre ellos. Ahora bien, si peligra su triunfo electoral, se dan besitos y se miman en público para darle al electorado la imagen de estabilidad y fuerza, y convencerlos de que ellos, la derecha, son quienes pueden constituir un gobierno eficiente.

Las izquierdas —no confundirlas con las encantadoras izqmierdas— no deben aprender las lecciones de oportunismo y de hipocresía de las derechas. Pero les vendría bien poner en práctica un mayor afán unitario, un empuje colectivo que impida a los peores ganar las elecciones. El triunfo de las derechas lo facilitan las izquierdas cuando están divididas, o cuando, por su división, resultan presas del llamamiento de los que, exhibiendo que son un poquito menos de derecha, un poquito “menos malos”, manejan la solicitud de voto masivo con la táctica-chantaje de impedir que los peores se alcen con la victoria en las urnas. Ya se sabe que esa táctica puede llevar a que un partido merecedor de grandes cantidades de votos alcance apenas unos pocos miles en todos los pueblos de España.

Desatado el mayo español, y aún sin producirse las elecciones regionales en las que días después el PP se benefició de las derrotas del PSOE, cabía tener, aunque no a corto plazo, la esperanza de que la mayoría del pueblo español no diera su voto —con perdón de la que sigue llamándose, y tratando de ser, Real Academia— ni a los más peores ni a los menos peores. Probablemente todavía no estén creadas las condiciones para formar un frente nacional capaz de sacar del gobierno a partidos cuyas cúpulas que, salvo para impedir que triunfen, nada tienen ver con los intereses socialistas, obreros, populares, democráticos, justicieros.

¿El rechazo masivo a las elecciones, aunque no se expresara más, ni menos, que en un abstencionismo contundente, habría dado pie a un caos que propiciara la intervención de la OTAN en España, miembro suyo? Nada hay que descartar en una estructura militar agresiva como aquella, cuyo reconocimiento del fracaso que está cosechando en Libia podría servirle para justificar el reforzamiento de los gastos y de la masacre en ese país. Pero dicho abstencionismo habría podido crear asimismo un vacío capaz de catalizar la unidad necesaria para poner fin a lo que ha venido siendo la norma durante varios años ya.

De acuerdo con esa norma, en la más ortodoxa escuela de la llamada “democracia representativa”, made in USA, el bipartidismo dominante —que blinda tendencias o indumentarias diversas pero propias de intereses económicos similares— se las ha arreglado para que en la Moncloa se alojen, por turno, los respectivos personeros de los dos partidos que campean. Así, si pierde el PP, se aloja allí un presidente del PSOE, y viceversa. En todo caso, la merecida derrota del perdedor hace lamentable el inmerecido ascenso del otro.

Limitarse a desconfiar de quienes se manifiestan en nombre de la indignación —aunque este sentimiento es inevitable, por decencia, ante la injusticia y la falta de verdadera democracia— no parece ser lo más fértil y consecuente para las izquierdas. Hoy, y sobre todo hacia el provenir, quizás lo más productivo para ellas sea influir creativamente, desde dentro —no desde la distancia y con displicencia magistral—, sobre el movimiento de Los Indignados. Es el primero que en muchos años ha sacado a las calles a tanta cantidad de españoles y españolas para protestar contra la realidad imperante en el país.

En febrero de 2003 aquel pueblo brilló en las expresiones de rechazo contra la agresión a Irak, aunque su opinión mayoritaria, rotundamente expresada en las calles, fue ignorada por el gobierno del PP. Ahora un deber de la izquierda sería plantearse, y lograrlo, que en la indignación contra la realidad interna del país tuviera mayor presencia el rechazo contra el apoyo del gobierno del PSOE a la masacre de Libia.

Pero en ningún caso lo más sensato sería juzgar un movimiento popular aceptando lo que digan o no digan, destaquen o no destaquen de él los medios dominantes. Así, por ejemplo, aunque dichos medios parezcan inclinados a silenciarlo, o lo oculten, en las manifestaciones iniciadas el 15 de mayo hay personas de muy clara orientación de pensamiento. Entre ellas las hay jóvenes, y también otras que, en el ocaso cronológico de sus vidas, han recibido una inyección de optimismo al ver a millares de jóvenes, y no tan jóvenes, salir de lo que se suponía que era una actitud indiferente sin remedio ante la realidad.

Ciertamente se ha necesitado una crisis severa para despertar conciencias y propiciar la movilización. Pero ¿no se sabe que las crisis tienen también ese poder, aparte de hacer más pobres a los pobres y asimismo, frecuentemente, más ricos a los ricos, y que, en situaciones extremas, hasta el individualismo —si cabe calificarse estrechamente de tal aspiraciones como tener empleo y remuneración dignos— puede alimentar la hoguera de las aspiraciones colectivas? Verdades como esas, y muchas más, las conocen —aun sin necesariamente haber estudiado a fondo ni a Marx ni a Freud— fogueados militantes comunistas que a título individual han salido a solearse, no únicamente en la célebre Puerta madrileña, para apoyar a los manifestantes, y, con ello, autorreanimarse contra secuelas de componendas y traiciones pactadas a sus espaldas.

Un triunfo de las derechas sería que, por no ver en las manifestaciones los grados de solidez que ellos creen necesarios, o que lo son, los militantes más esclarecidos de la izquierda se marginasen y ni siquiera se interesaran por ver qué apoyo dar a los acampados. Lejos de eso, a lo que están llamados es a trasmitirles, y de ese modo multiplicarlas y amplificarlas, aspiraciones justicieras sin las cuales no se podría salir de los límites de la “transacción democrática”.

Entre los mensajes hasta aquí glosados, uno del País Vasco ratifica que el saldo electoral reciente en España ha sido duro, y que la izquierda debería sacar conclusiones atinadas. En medio de todo, apunta el mensaje, cabe destacar lo ocurrido en tierra vasca, donde la propuesta de Frente Amplio ha surtido un efecto que merece atención. Para ello la izquierda abertzale —pertinazmente satanizada con acusaciones de terrorismo— hace décadas optó por pisar calle y no renunciar a los valores de la izquierda, no sentarse en ninguna silla que la invitase a parar. Y ahora recoge frutos.

El camino será largo y no se regalará como una mera vía cuyo uso se pague con tarifas de peaje más o menos leoninas: se hace y se hará, como siempre, al andar, y no se le da crédito aquí a un político oportunista, sino a un gran poeta que fue un ser humano bueno. Sería iluso esperar que en lo inmediato los frutos cosechados sean todos los que se requieren para cambiar de raíz las cosas. Pero defender —con palabras y, sobre todo, con hechos— los ideales por los que vale la pena jugarse la vida, y a los cuales se refieren de distintas maneras los mensajes que aquí se han tenido presentes, será una vía principal para fortalecer o fundar los caminos requeridos si se quiere marchar hacia otra luz más pura, hacia un mundo mejor, que es posible y urgente.

Luis Toledo Sande.

http://luistoledosande.wordpress.com/
Tomado: Rebelión.org
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