2 sept 2009
Los obreros argentinos de Zanón expulsan definitivamente al patrón.
“Después de 9 años de combate, los empleados de la fábrica “recuperada” Zanón, en Argentina, han conseguido el reconocimiento legal de la gestión obrera de su fábrica. Una victoria ejemplar en plena crisis mundial”
Se había convertido en uno de los símbolos de la resistencia a la fatalidad capitalista. En Argentina, los obreros de la fábrica de cerámica Zanón, rebautizada FaSinPat por “fábrica sin patrón”, acaban de ganar una batalla ejemplar : la asamblea provincial de Neuquen, en Patagonia, ha ordenado la expropiación de su antiguo patrón y declarado la fábrica “bajo control obrero”, lo que pedían los obreros desde hace años. El “sueño juvenil”, como explicaba Luis Díaz, uno de los obreros de la fábrica, el pasado junio, en el retrato que le dedicó nuestra revista (“HD nº 164, de 4 de junio de 2009), se ha convertido en realidad. Luis forma parte de la aventura desde el principio, en 2001 : mientras en el país, en bancarrota, se despide por todas partes, la solidaridad se organiza alrededor de los obreros de la fábrica Zanón, que había cerrado sus puertas a pesar de las importantes ayudas del gobierno argentino. Movimientos de parados, de sindicatos de la región acuden en su apoyo.
Después de seis meses de movilización, los empleados deciden tomar el control de “su fábrica”, que vuelven a poner en marcha. En el país, centenares de fábricas son “recuperadas” de la misma manera. Zanón se mantiene. En ocho años, más de 200 puestos de trabajo se crearán, pero la fábrica debe afrontar regularmente las tentativas de expulsión como la de abril de 2003. Más de 3000 personas, venidas en solidaridad- de los sindicatos, movimientos sociales, universidades de la región y de otros lugares- impedirán el acceso a la fábrica.
Hoy, “la utopía se ha convertido en realidad gracias a nueve años de lucha”, explica Pablo, uno de los obreros de la fábrica, aunque sabiendo que otros combates están a la vista. La decisión no arregla todo. Las modalidades de su aplicación serán igualmente cruciales porque los que se oponen a la expropiación no dejarán de utilizarlas para minimizar el alcance del “control obrero”.
Chalotte Bozonnet
Traducción J.A. Pina
Tomado de L´Humanité
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