Ricardo Alarcón |
El silencio mediático es una “prueba de la culpabilidad de Estados Unidos de fomentar y proteger el terrorismo contra Cuba”
Los Cinco presos cubanos en Estados Unidos eran jóvenes que destacaron académicamente cuando decidieron dar el paso de infiltrarse en grupos extremistas que desde la Florida atentaban contra la población cubana.
Doce años después de su encarcelamiento por parte de las autoridades norteamericanas, tenía especial significado explicarles el caso a los jóvenes universitarios cubanos de hoy y se quedó pequeño el teatro Sanguilly de la Universidad de la Habana para escuchar a Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, en su conferencia “El silencio de los lobos”.
El público mayoritariamente femenino, escuchó con atención la necesidad de difundir el caso de los Cinco en territorio norteamericano, “porque al pueblo estadounidense le ocultan la verdad”, afirmó, y “los cinco cubanos son víctimas de las grandes corporaciones mediáticas”.
Los grandes medios de comunicación fueron el centro de las denuncias del político cubano a los que criticó que en el juicio en la Florida se sobreexplotó la información, incluso “el jurado denunció que estaba aterrorizado por la acción de determinados medios” que llegaron a publicar en televisión las matrículas de sus vehículos particulares, mientras que fuera de Miami no se le dio la mínima relevancia al proceso judicial.
Para el dirigente parlamentario el silencio mediático es una “prueba de la culpabilidad de Estados Unidos de fomentar y proteger el terrorismo contra Cuba”.
A preguntas de los estudiantes sobre el estado actual de los Cinco, el político cubano respondió que se encontraban bien de ánimo y espíritu aunque físicamente se notaban los doce años de presidio.
Ante el foro universitario negó las acusaciones contra Gerardo Hernández de estar vinculado al derribo de las avionetas del grupo terrorista “Hermanos al Rescate”, que intentaban sobrevolar ilegalmente territorio cubano, afirmando que el propio ex presidente George Bush reconoció públicamente que no se tenían pruebas de ello.
Alarcón reafirmó el derecho de Cuba a defenderse del terrorismo y resaltó como el juicio no fue por espionaje sino por conspiración de esa manera “la fiscalía no tenía que presentar pruebas sino solamente convencer al jurado” por ello denunció que terminaron recibiendo penas más duras que espías que lo hicieron en el Pentágono y la Casa Blanca.
Guillermo Nova
La República
La Habana
Tomado: La República
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