11 ene 2011

En Japón, después de 60 años de la « Purga roja », que supuso la persecución de decenas de miles de comunistas, las víctimas todavía luchan para restablecer su honor.


Publicado inicialmente en Akahata, periódico del Partido Comunista Japonés.
El año que acaba de terminar se cumplía el 60 aniversario de la “Purga roja”, una depuración masiva de miembros y simpatizantes del Partido Comunista Japonés durante la ocupación estadounidense del Japón. Lo que sigue son extractos de una entrevista de Akahata a Kaneko Keiki, que lleva adelante una lucha nacional de las víctimas de la “Purga roja” para restableces su honor y obtener una compensación del Estado por los sufrimientos soportados :

En 1949, se organizaron despidos masivos de miembros del Partido Comunista Japonés y de sindicalistas en las administraciones y empresas privadas. El año siguiente, la ola de despidos injustificados afectó a todos los sectores de actividad el Japón, expulsando a unos de 40.000 trabajadores de sus lugares de trabajo por “subversivos”.

La « Purga roja » en la estrategia patronal e imperialista de destrucción del movimiento comunista y de clase japonés.

La « Purga roja » fue puesta en práctica por el gobierno y la patronal japonesa bajo la dirección de las fuerzas de ocupación norteamericanas. Todo esto formaba parte de su intento de hacer de Japón un “dique anticomunista” en plena emergencia de luchas obreras y a la vista de la influencia adquirida por el Partido Comunista en el país así como de los progresos de los movimientos populares a escala internacional.

Las víctimas y sus familias sufrieron daños incalculables social y económicamente. Sus sufrimientos eran tantos que algunos incluso se suicidaron. El acontecimiento supuso igualmente un golpe fatal a los movimientos nacionales de defensa de las condiciones de vida del pueblo y de los derechos humanos fundamentales, así como la materialización de una recuperación económica independiente y de una paz verdadera. Abrió la vía a la subordinación actual del Japón a los Estados Unidos y a la patronal japonesa.

La justicia japonesa continúa justificando los despidos de la “Purga roja” y legitimando las discriminaciones en el empleo.

Los gobiernos norteamericano y japonés, así como la patronal japonesa, nunca han presentado excusas por la “Purga roja” o aportado cualquier apoyo a las víctimas. El Tribunal Supremo dejó de lado el principio de independencia judicial y dictó un veredicto humillante de apoyo a los despidos ilegales. Esto debe ser reconocido como causa original de la discriminación continua contra los trabajadores basada en sus convicciones que todavía existe en muchos lugares de trabajo.

La lucha de las víctimas ha continuado de diferentes formas, tales como peticiones, luchas judiciales y denuncias ante el gobierno.

Los abogados japoneses denuncian la ilegalidad de las purgas y solicitan compensaciones para las víctimas : ¿un inicio de rehabilitación ?

El momento crucial para nuestro movimiento han sido las recomendaciones recientemente dirigidas al gobierno por la Federación de Abogados de Japón (JFBA) y sus secciones locales de Yokohama, Nagasaki y Sendai. Esta recomendaciones denuncian los despidos masivos de comunistas como una violación de la libertad d conciencia, de la igualdad de todos ante la ley y de la libertad de asociación. Exhortan al gobierno a restablecer el honor de las víctimas y ofrecerles una compensación por los daños causados.

Estas recomendaciones han recalcado la ilegalidad de las “Purgas rojas”, creando mejores condiciones para que nuestro movimiento pueda finalmente concluir este asunto con una solución justa.

JC para S.I.
Traducción: J.A.Pina

Tomado:L`Humanité.es

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