Además, hoy inicia congreso del Partido Comunista donde se prevé afianzar plan económico de Castro. |
El presidente de Cuba, Raúl Castro, encabezó este sábado un multitudinario desfile militar y popular en el festejo de los 50 años de la proclamación del socialismo y la victoria sobre la invasión de Bahía de Cochinos, previo a un decisivo congreso del Partido Comunista (PCC).
Enfundado en uniforme de general y sombrero campesino, Raúl, acompañado de la plana mayor del PCC y del gobierno, encabezó el acto en la Plaza de la Revolución, en el que participaron los mil delegados al congreso, y cientos de miles de obreros, veteranos combatientes, niños y jóvenes.
El desfile saludó, en ausencia, al "Comandante en Jefe de la Revolución", Fidel Castro, de 84 años, retirado del gobierno desde que enfermó en julio de 2006 y cedió el mando a su hermano Raúl, cinco años menor.
Un tanque T-34 y un cañón autopropulsado SAU-100, usados por Fidel en la batalla contra la invasión, abrieron el desfile de soldados de bayoneta calada, carros blindados, cañones y cohetes, de la era soviética modernizados por la industria cubana para "enfrentar una agresión imperialista", se dijo a través altoparlantes.
"Al imperio, un mensaje claro: los jóvenes no fallaremos porque la obra que construimos es de todos... no fallaremos porque la guía ha sido certera", afirmó en el único discurso del acto una líder universitaria.
Los jóvenes, como símbolo del relevo de la revolución, encabezaron un desfile popular, agitaron banderitas cubanas, y gritaron "viva Fidel", "viva Raúl".
Tras la revista militar, de poco más de dos horas y la primera que se realiza desde diciembre de 2006, abrirá a las 16:00 locales (20:00 GMT) el congreso del PCC, convocado para aprobar un vasto plan económico y elegir a su dirigencia, encabezada por los hermanos Fidel y Raúl Castro, desde la fundación del partido en 1965.
El VI Congreso del PCC, primero en 14 años, deberá elegir un nuevo Comité Central, actualmente de alrededor de un centenar de miembros, que debe renovar la cúpula: el Buró Político (19) y el secretariado (10).
El cónclave comunista se realiza simbólicamente del 16 al 19 de abril, en los 50 años de la derrotada invasión de unos mil 400 anticastristas armados y financiados por la CIA.
El 16 de abril de 1961, en el entierro de víctimas de un bombardeo en la víspera de la invasión, Fidel Castro proclamó en un encendido discurso el carácter socialista de la revolución.
El desfile
"Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que... hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos", decía Fidel Castro con la voz ronca y entrecortada un 16 de abril, hace medio siglo, en la céntrica esquina habanera de 23 y 12.
Ese domingo, el líder, entonces con 35 años, proclamaba el carácter socialista del proyecto cubano, cuyos cimientos habían sido abonados con sangre el día anterior cuando varios aviones bombardearon distintos aeropuertos en La Habana y Santiago de Cuba, donde dejaron siete muertos.
Los aviones atacantes estaban pintados con los colores de la naciente Fuerza Aérea Revolucionaria para garantizar el factor sorpresa de una acción, cuyo objetivo era destruir en tierra los sólo 11 cazas con que el país contaba para defenderse.
Miles de cubanos se reunieron en esa intersección, a unos metros del Cementerio de Colón, el más grande de la isla, donde serían sepultadas las víctimas de los bombardeos, entre ellas el joven Eduardo García Delgado, quien herido, escribió con su sangre el nombre de "Fidel", en alusión al líder cubano.
En aquella singular despedida de duelo a las víctimas de la agresión, mientras la multitud levantaba en alto los fusiles con los que horas después defenderían al país de una invasión, Castro definió el futuro de la Revolución y su carácter social y humanista.
"Esa Revolución socialista, ¡la defenderemos con esos fusiles que tienen ustedes! ¡La defenderemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores!", proclamó con inocultable emoción.
"Vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución; orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes, no vacilaremos en defenderla hasta la última gota de nuestra sangre", sentenció Castro.
El ataque aéreo puso en marcha a la Operación Pluto, un plan de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en estrecha colaboración con el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, aprobado por el presidente estadunidense Dwight Eisenhower, el 17 de marzo de 1960, y asumido por su sucesor John F. Kennedy.
El objetivo era destruir a la Revolución Cubana con un golpe único y contundente, mediante el desembarco de una fuerza de mil 500 hombres por la zona de Playa Girón, también conocida como Bahía de Cochinos, ubicada unos 300 kilómetros al sudeste de La Habana.
El plan fracasó por la rápida acción de Castro, cuyas fuerzas liquidaron en menos de 72 horas a los invasores, a los que impidieron establecer una cabeza de playa, desde donde un gobierno provisional pediría la intervención del ejército de Estados Unidos.
La invasión se convirtió en "la primera gran derrota del imperialismo norteamericano en América Latina", según la describió el propio Castro.
La agresión terminó de radicalizar un proceso que a partir de ahí ha estado marcado por el enfrentamiento a Estados Unidos, su más cercano vecino geográfico y a la vez su más enconado adversario ideológico.
Afp y Xinhua
Tomado: La Jornada.unam.mx
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