“En los últimos nueve años se denunciaron 3.000 delitos sexuales cometidos por sacerdotes”
Después de la revelación por el diario Süddeutsche Zeitung de una información que ponía al descubierto que el actual Papa, Joseph Ratzinger, había silenciado en 1980, cuando era obispo de Múnich, un caso de pedofilia en su comunidad, el Vaticano se ha apresurado a intentar acallar la repercusión de esa noticia y ha lanzado ayer en varios idiomas una entrevista publicada por el periódico Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, con Charles J. Scicluna, el promotor de justicia" de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una especie de fiscal de la Santa Sede cuya misión es investigar los llamados ‘delicta graviora’, los delitos considerados graves, cometidos por sacerdotes, entre ellos los delitos sexuales.
Sobre la acusación vertida sobre el Papa, Scicluna respondió en la entrevista, reproducida en el diario El País, que “entre 1975 y 1985 no resulta que se haya sometido a la atención de nuestra congregación ningún aviso de casos de pedofilia por parte de clérigos. De todas formas, tras la promulgación del Código de Derecho Canónico de 1983 hubo un período de incertidumbre” en el que al parecer no estaba claro en quién caía la responsabilidad de juzgar los delitos por parte de la Iglesia.
El buen nombre de la Iglesia
Preguntado sobre los casos de pedofilia en la Iglesia, y el manto de silencio con que la jerarquía católica ha pretendido silenciarlos, Scicluna respondió que ha sido debido a “un malentendido sentido de defensa del buen nombre de la institución, por el que algunos obispos, en la praxis, hayan sido demasiado indulgentes con este tristísimo fenómeno”.
La avalancha de casos
Ante el comentario del entrevistador sobre la lentitud en la gestión de la oficina que dirige, Scicluna alegó que es debida al elevado número de denuncias recibidas en los últimos años. “En 2003 y 2004 una avalancha de casos cubrió nuestras mesas. Muchos procedían de Estados Unidos y se referían al pasado. En los últimos años, gracias a Dios, el fenómeno se ha reducido mucho. Y, por tanto, intentamos tratar los casos nuevos en tiempo real”. Y continuó explicando: “En los últimos nueve años (2001-2010) hemos analizado las acusaciones relativas a unos 3.000 casos de sacerdotes diocesanos y religiosos concernientes a delitos cometidos en los últimos cincuenta años”.
¿3.000 casos de sacerdotes pedófilos?
El fiscal del Vaticano explicó los 3.000 casos de delitos denunciados. “Podemos decir que, grosso modo, en el 60% de esos casos se trata más que nada de actos de "efebofilia", o sea, debidos a la atracción sexual por adolescentes del mismo sexo; en otro 30% de relaciones heterosexuales y en el 10% de actos de pedofilia verdadera y propia, esto es, determinados por la atracción sexual hacia niños impúberes. Los casos de sacerdotes acusados de pedofilia verdadera y propia son, entonces, unos trescientos en nueve años. Son siempre demasiados, es indudable, pero hay que reconocer que el fenómeno no está tan difundido como se pretende”, afirmó la autoridad eclesiástica.
Sólo un 20% han sido juzgados
Scicluna confiró que sólo “en el 20% de los casos se ha celebrado un proceso penal o administrativo, verdadero y propio, que normalmente ha tenido lugar en las diócesis de procedencia, siempre bajo nuestra supervisión”.
El castigo: silencio y oración
Según Scicluna , en “el 60% de los casos, sobre todo debido a la edad avanzada de los acusados, no hubo proceso”, aunque explicó que se dictaron contra ellos “normas administrativas y disciplinarias, como la obligación de no celebrar misa con los fieles, de no confesar, de llevar una vida retirada y de oración. Ciertamente –precisó- no ha habido una condena formal, pero si a una persona la obligan al silencio y a la oración, será por algo”.
El "doloroso decreto de dimisión"
En el 10% de los casos restantes, particularmente graves y con pruebas abrumadoras, el Papa “asumió la dolorosa responsabilidad - explicó el promotor de justicia" de la Congregación para la Doctrina de la Fe- de autorizar un decreto de dimisión del estado clerical”. En el restante 10% los mismos clérigos acusados pidieron la dispensa de las obligaciones derivadas del sacerdocio que fue aceptada con prontitud. Los sacerdotes implicados en estos últimos casos tenían en su poder material de pornografía pedófila y por eso fueron condenados por las autoridades civiles”, agregó el fiscal del Vaticano.
Tomado de elplural.com
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